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Bruselas prevé un aumento en la llegada de migrantes a España por el incremento del flujo en el Mediterráneo occidental

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Caen los números, pero el cambio de los flujos del este al oeste lleva consigo que lleguen más migrantes a España. Estas son las conclusiones del informe de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex, sobre los “riesgos para 2019”.

De acuerdo con el estudio, en 2018 el número de detecciones de personas en situación irregular en las fronteras alcanzó su nivel más bajo en cinco años, pero los movimientos migratorios se mantuvo relativamente parecidos en las fronteras exteriores de la UE.

La cifra total cayó un 27% desde el año anterior, hasta las 150.114 personas, y estuvo un 92% por debajo del pico de la crisis migratoria en 2015. Esto fue en gran parte debido a la caída en el número de migrantes en la ruta del Mediterráneo central, donde el número de detecciones se redujo en un 80%, a 23.485. Mientras tanto, tanto las rutas del Mediterráneo occidental como las del Mediterráneo oriental registraron un aumento en la detecciones de cruces irregulares el año pasado. Casi uno de cada cinco de todos los migrantes detectados el año pasado dijo tener menos de 18 años.

El Mediterráneo occidental se ha convertido en la ruta más utilizada en Europa, y a raíz de eso, las llegadas a España han ido en aumento en los últimos años, y el número número de detecciones en 2018 llegó a 57.034, el doble que en 2017.

Así, según Frontex, los migrantes subsaharianos podrían alcanzar un nuevo récord en llegadas a España. La ruta del Mediterráneo central se considera más lenta y peligrosa, y se considera que tiene menos posibilidades de éxito: la capacidad o posibilidad de entrar en los países vecinos es fundamental para entender la incremento de la ruta mediterránea occidental.

Según Frontex, el número de las salidas de Marruecos se multiplicaron por cinco. La mayoría de los migrantes que tomaron esta ruta el año pasado vinieron desde países subsaharianos, pero el número de marroquíes nacionales también aumentaron significativamente.

El Mediterráneo oriental vio algo menos de detecciones de migrantes irregulares que la ruta del Mediterráneo occidental. Con 56.561 cruces fronterizos ilegales, la cifra fue 34% más alta que en el año anterior debido al aumento en los cruces terrestres de Turquía a Grecia.

En 2018, Frontex continuó recogiendo información de entrevistas voluntarias con inmigrantes recién llegados en el área del Mediterráneo central, oriental y occidental en el marco de PeDRA (Procesamiento de datos personales para análisis de riesgo). Migrantes procedentes de más de 60 países fueron entrevistados en su llegada a Italia, Grecia y España. Así, en 2018, un número significativo (77%) de los migrantes entrevistados declararon una preferencia con respecto a sus países de destino final. Basado en sus respuestas, Francia fue el país de destino final más común, seguido de España, Alemania, Italia y Grecia.

En 2017, Italia, Francia, Alemania, España, Grecia y Reino Unido estaban en la parte superior de la lista. Esta tendencia recurrente sugiere que los migrantes prefieren un grupo de países como destino final. Es una tendencia estable en los últimos tres años al menos.

En 2018, el número de solicitudes de asilo por primera vez en la UE de ciudadanos de América Latina y el Caribe aumentaron a más de 42.000, lo que supone un incremento de más del 50% en comparación con 2017 y la cifra anual más alta registrada por Eurostat. El aumento fue debido principalmente a personas de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Colombia, Perú y Venezuela. Lo que representa alrededor de tres cuartos del total en este grupo. Dos tercios de las solicitudes de asilo presentadas por España informó de nacionales de América Latina y el Caribe.

El pico en la migración irregular desde los países de África occidental se registró en 2016 y 2017, alcanzando cifras de 110.000 y 75.000 llegadas respectivamente. En esos años, el número anual de decisiones de retorno emitidos a los africanos occidentales se mantuvieron comparativamente bajos en los Estados miembros de primera línea. En 2018, en cambio, cuando el Mediterráneo occidental se convirtió en la principal ruta de migración irregular para los africanos occidentales, el número de decisiones de retorno en España aumentaron considerablemente, a pesar de las pocas llegadas, según Frontex.

Dado que alrededor del 60% de los migrantes detenidos en la ruta del Mediterráneo occidental en 2018 eran subsaharianos, y considerando la nacionalidad y la información de las entrevistas, queda claro que para los migrantes de África occidental la ruta del Mediterráneo occidental se ha convertido en el camino preferido de Europa.