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Bruselas libera 140 millones a Marruecos para controlar sus fronteras sin hablar de derechos humanos y tras dos polémicos acuerdos comerciales

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

“Hay mucha fake news, desinformación y noticias falsas sobre la migración”. Así ha comenzado el comisario europeo de Migración, Asuntos de Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos, su intervención en Bruselas: “Pero hay que mirar los datos y los hechos, y lo que dicen los datos y los hechos, aunque algunos quieran mentir en esta campaña electoral, es que no estamos en una crisis como la de 2015, sino que estamos en los niveles más bajos de llegadas de migrantes desde entonces”.

Eso sí, de acuerdo con esos datos, Avramopoulos ha reconocido que el mayor número de personas está llegando, a través de Marruecos, a España: en la ruta del Mediterráneo occidental, los cruces irregulares aumentaron el año pasado y permanecen en niveles altos, reconoce Bruselas. El número total de llegadas a España en 2018 (casi 65.000 personas) fue un 131% más alto que en 2017, y esta tendencia ha continuado en 2019, de acuerdo con los datos difundidos por la Comisión.

Así, los marroquíes supusieron la mayor nacionalidad individual que llegó a España en 2018 (un 20%), seguidos por nacionales de los países de África occidental –Guinea, Mali, Costa de Marfil y Gambia–, así como Argelia.

Con España ahora como el principal punto de entrada para las entradas irregulares, “la migración a lo largo de la ruta del Mediterráneo occidental debe ser una prioridad para la UE”, afirma la Comisión: “Estamos sentando las bases para una estrecha colaboración con Marruecos. A finales de 2018, se aprobaron 140 millones de euros de apoyo en gestión de fronteras. Marruecos ya ha estado trabajando para fortalecer el control de su frontera y ya ha evitado un gran número de de salidas, y las medidas de la UE pretenden apoyar este proceso”.

Estas partidas económicas, que el Gobierno español ha contribuido a desbloquear, empiezan a fluir después de que se hayan firmado polémicos acuerdos comerciales con Rabat que desafían el derecho internacional al incluir al Sáhara Occidental, territorio que, según la ONU, no sólo no es de Marruecos sino que está pendiente de descolonizar.

“Se han realizado los primeros pagos”, explica la Comisión, “y se han lanzado licitaciones para la compra de equipos clave. Estas iniciativas se complementarán con 36 millones de euros en asistencia de emergencia acordados en 2018 para ayudar a España en su frontera sur. La Comisión está dispuesta a proporcionar a España todos los recursos financieros y soporte técnico que necesita para gestionar las llegadas”.

¿Por qué ahora España está experimentando este aumento de los flujos migratorios? “Por el cambio de las rutas que atraviesan Libia ahora están mejor gestionadas gracias a nuestro apoyo e Italia. Pero la cooperación con Marruecos es clave, y agradezco lo que hacen las autoridades marroquíes por su esfuerzo”.

Eso sí, Bruselas no secunda el discurso de las derechas en España y evita hablar del supuesto efecto llamada de la política migratoria del Gobierno español: “España juega un papel importante, y todas las políticas ejecutadas al Gobierno español responden a los principios en los que se basan nuestras políticas migratorias, en cumplimiento con las normas europeas e internacionales. España sufre una presión enorme y seguiremos ofreciendo ayuda financiera y operativa. Y quisiera felicitar a las autoridades españolas por todo lo que han venido haciendo en los últimos meses, estamos con las autoridades españolas. Mantengo línea abierta con el ministro español de Interior, conocemos la situación, pero España no está sola y nunca va a estar sola, la UE está a su lado en el ámbito político y financiero”, ha dicho Avramopoulos.

“La nueva asistencia entregada a Marruecos por la UE y España debe dirigirse a reducir las llegadas irregulares de la costa marroquí y llevar a un mayor compromiso con Marruecos y otros países relevantes para aumentar la readmisión efectiva de migrantes como parte de un enfoque integral”, explica Bruselas.

De acuerdo con los datos del Ejecutivo comunitario, durante tres años consecutivos las cifras de llegadas han disminuido constantemente, y los niveles actuales son apenas un 10% de lo que estaban en su punto máximo en 2015. En 2018, se detectaron alrededor de 150.000 entradas irregulares a través de las fronteras exteriores de la UE.

Además, en 2018, se presentaron en la UE unas 634.700 solicitudes de protección internacional. Esto es un 10% menos que en 2017, y unos números similares a 2014. Los principales países receptores en 2018 fueron Alemania, Francia, Grecia, Italia y España (72% de todas las solicitudes en la UE y Schengen) .

Al igual que en 2017, los principales países de origen fueron Siria, Afganistán e Irak. Ahí También ha habido un aumento considerable en las solicitudes de migrantes de países exentos de visado Schengen, en particular Venezuela, Georgia y Colombia.

Además de la preocupación por el Mediterráneo occidental, Bruselas “mejorar las penosas condiciones en Libia”; “la gestión de la migración en Grecia, siguen sin resolverse problemas fundamentales en Grecia por lo que respecta a los retornos, el tratamiento de las solicitudes de asilo y el alojamiento adecuado”; y los “mecanismos temporales de desembarco: estos mecanismos llevarán a la práctica la solidaridad y la responsabilidad a nivel de la UE y servirían de puente hasta que se ultime la reforma del Reglamento de Dublín”.

La Comisión también ha insistido en asuntos pendientes, como el refuerzo de la gestión de fronteras con un cuerpo permanente de 10.000 guardias de fronteras “para garantizar que los Estados miembros puedan contar con el apoyo operativo pleno de la UE en todo momento”. “La necesidad de revisar las normas de asilo de la UE y de establecer un sistema justo, adecuado a su objeto y capaz de gestionar cualquier futuro aumento de la presión migratoria”.