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Carola Rackete critica que España amenace con multas por rescatar inmigrantes: “Se criminaliza la solidaridad en todas partes”

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

La capitana del Sea Watch fue arrestada por las autoridades italianas por atracar en Lampedusa después de más de dos semanas pidiendo ayuda en vano y de desembarcar en suelo italiano con 40 migrantes a bordo rescatados en el Mediterráneo. “Eran personas que habían sufrido torturas, heridas sin tratar, con shocks postraumáticos... La situación en el barco se hacía cada día más difícil, temíamos que se hicieran daño a sí mismos por la desesperación y la falta de espacio”, recuerda Carola Rackete.

Desde entonces, reconoce Rackete, “he recibido mucha atención no deseada, invitaciones y premios de varios países e instituciones europeas”. Pero, “¿dónde estabas cuando estábamos allí pidiendo ayuda a través de todos los canales operativos, legales, mediáticos y diplomáticos posibles?”, ha preguntado a los eurodiputados de la comisión de Derechos Civiles en la que ha comparecido.

“La solidaridad es una práctica que tiene el poder de crear nuevas identidades”, ha afirmado Rackete: “No salvamos la vida de migrantes o refugiados, salvamos vidas humanas. Nuestro objetivo es que un día, cada ciudad pueda decir: ”No hay refugiados en esta ciudad, solo ciudadanos“.

Rackete, en un encuentro con periodistas tras su comparecencia ante la Eurocámara acompañada de los eurodiputados Manon Aubry (GUE), Cornelia Ernst (GUE) y Erik Marquardt (Verdes), ha reconocido que tras su arresto en junio ha habido “un cambio de atención” sobre el asunto: “Pero este interés debe trasladarse en verdaderos cambios de política. Es muy importante que la sociedad tome conciencia de lo que ocurre en las fronteras y de lo que ocurre con los refugiados en Europa cuando llegan”.

La capitana del Sea Watch apuesta por una solución holística: “Ha habido cambios en el Gobierno italiano, pero la que tiene cambiar es la UE en su conjunto. A Italia y a otros países del sur se les ha dejado solos con los flujos de migrantes en los últimos años”.

Ante los avances de la extrema derecha en muchos países europeos, Rackete responde con experiencias vividas: “Lo que vemos es que la gente que vive en barrios con migrantes es mucho más abierta a los extranjeros que las áreas con menos. Cuanto más se les conoce, hay menos razones para temer nada, y eso ayuda a resolver problemas”.

¿Volvería a arriesgarse a ser detenida? “Lo haría de nuevo, por supuesto. La gente está muriendo todos los días, por supuesto que lo haría otra vez. Pero es responsabilidad de la UE, son fronteras europeas, no de Italia o de algún Estado miembro. Y hay muy muy pocos barcos en el Mediterráneo, sólo se da ayuda a milicias en Libia”.

En salas próximas a la que ha acogido a Rackete, se están celebrando exámenes a los futuros comisarios europeos. Este mismo jueves, precisamente, comparece el griego Margaritis Schinas, vicepresidente de la Protección del estilo de vida europeo: “¿Estilo de vida europeo? Es escandaloso, desagradable lo que me viene a la cabeza. Pienso si acaso es el resto el que tendría que evitar el impacto del estilo de vida europeo, de naciones industrializadas que agotan recursos, y no paran de lanzar emisiones contaminantes al aire. El resto del mundo debería protegerse de nosotros. No sé si existe ese puesto, pero la desigualdad es la que hace que la gente salga de sus hogares, y eso es algo que causan las naciones industrializadas que hacen mucho daño al resto del mundo”.

“Mi caso se llevó mucha atención”, explica Rackete, “pero es el único. La criminalización de la solidaridad está por toda Europa, un centenar de personas criminalizadas por todas partes por ayudar refugiados. Y no es sólo el Gobierno italiano el que pone restricciones, hay otros gobiernos que buscan regulaciones para hacer las operaciones más difíciles. El español, por ejemplo, que mantiene barcos sin salir de los puertos y pone sanciones y multas”, dice en referencia a las amenazas del Minsterio de Fomento al Open Arms, advertido por carta oficial este verano de que sería sancionado hasta con hasta 900.000 euros si rescataba inmigrantes. “Tenemos que verlo como un problema europeo que requiere soluciones europeas. No va de Estados, es un problema sistemático en la UE”.

Protesta en las puertas de la Eurocámara

Rackete, junto con un grupo de activistas y eurodiputados, ha pronunciado un breve discurso en la plaza de Luxemburgo, junto al Parlamento Europeo, en el que ha vuelto a pedir que “la UE debe dejar de criminalizar” a migrantes y ONG que los rescatan del mar.

Entre los eurodiputados presentes, se encontraba Juan Fernando López Aguilar (PSOE), a cuyo líder había criticado Rackete por poner trabas y sanciones a las ONG, además de María Eugenia Rodríguez Palop (Podemos), Sira Rego (IU), Manu Pineda (IU) y Pernando Barrena (Bildu), entre otros.

“Necesitamos un servicio de salvamento cuyo mandato sea únicamente salvar vidas por encima de cualquier otro interés”, ha afirmado el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán.

“Sin embargo, las intervenciones de eurodiputadas y eurodiputados fascistas han obviado este hecho y se han dedicado a hacer apologia del odio”, ha dicho Urbán: “Hemos tenido que recordarles que la democracia en Europa se defendió desde el antifascismo”.

En la misma línea se manifestó Diana Riba, eurodiputada de ERC.

Urbán y Riba se referían a representantes de la Lega como Annalisa Tardino o Elena Lizzi, apoyadas por el dirigente de la Lega Lorenzo Fontana, quien también tuiteaba contra la presencia de Rackete en la Eurocámara.