Las medidas contra la pandemia del coronavirus han bloqueado en Yemen a, al menos, 14.500 migrantes etíopes que trataban de llegar a Arabia Saudí. El grupo permanece expuesto a sufrir traslados forzados, detenciones arbitrarias y otros abusos, según ha informado este martes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Aunque las restricciones en el país han reducido el número de llegadas de migrantes en un 90% en los últimos meses, miles de etíopes se encuentran varados en una región donde los servicios de transporte han sido detenidos, ha denunciado en rueda de prensa el portavoz de OIM Paul Dillon.
“Durante seis años Yemen ha sido un lugar extremadamente inseguro para un migrante y la COVID-19 ha empeorado las cosas”, ha señalado Dillon, quien ha explicado que muchos yemeníes culpan a esta población migrante de ser portadora del coronavirus, lo que en ocasiones ha desatado ataques verbales y físicos contra ellos.
Muchos de los migrantes bloqueados duermen al aire libre, lo que aumenta el riesgo de contraer el virus, sin apenas acceso no sólo a servicios sanitarios sino también a otras necesidades básicas como alimentos o agua potable.
Yemen ha reconocido 1.460 casos y 418 muertes por la COVID-19, aunque OIM y otras organizaciones humanitarias sobre el terreno creen que el coronavirus está ampliamente extendido entre las comunidades locales, por lo que las cifras reales son probablemente mucho mayores.