Las Fuerzas de Seguridad del Reino de Marruecos han impedido durante la madrugada de este martes que dos grupos formados por “unos 80” y “unos 100” migrantes de origen subsahariano se acercasen hasta los espigones marítimos fronterizos del Tarajal y Benzú, ubicados en los dos extremos del perímetro que separa la ciudad española del país vecino, para intentar acceder a territorio español, según ha informado el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, en declaraciones a los medios. El 6 de febrero se cumple un año de la muerte de 15 personas en las aguas fronterizas de Ceuta, en un intento de entrada que fue repelido por la Guardia Civil con el lanzamiento de botes de humo y pelotas de goma.
El delegado ha defendido la figura del “rechazo en frontera” aplicada este martes por la Benemérita a los seis indocumentados que consiguieron encaramarse a la valla del espigón de Benzú, en aguas del Estrecho de Gibraltar, y que tras bajar voluntariamente y ser atendidos por Cruz Roja fueron entregados a las autoridades marroquíes. Esto es, la devolución inmediata de las personas que alcanzan territorio español sin identificación previa, algo ilegal según la ley de Extranjería y varios tratados internacionales firmados por España. Entre otras cosas, estas prácticas impiden el acceso al derecho al asilo de los inmigrantes.
“En España no se puede entrar forzando la frontera y lo que hizo la Guardia Civil fue, tras corroborar que todos se encontraban en buen estado de salud, fue aplicar los protocolos que prevé el rechazo en ese equilibrio muy fino que debe combinar la defensa del territorio con el respeto a los derechos humanos”, ha subrayado González Pérez, que ha explicado que el migrante que logró llegar a la costa ceutí a nado y que sufría hipotermia “recibió asistencia médica sobre el terreno y en el Hospital para, posteriormente, entrar en el CETI”.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, con una capacidad máxima operativa fijada en 512 plazas, alberga actualmente a 580 extranjeros, aunque desde sus instalaciones se producen salidas “casi a diario” hacia la península.
El delegado ha cifrado “entre 1.800 y 2.000 inmigrantes subsaharianos” el número de personas indocumentadass que aguarda en los montes de “la zona más próxima a Ceuta” una oportunidad para saltar su doble vallado fronterizo.
“Es un número que varía frecuentemente porque Marruecos lanza de vez en cuando operaciones para detenerles o dispersarles de alguna manera”, ha advertido González Pérez, quien ha asegurado que el Gobierno “no se plantea” reforzar los medios humanos de la Guardia Civil disponibles para la custodia de la frontera.