En medio del auge de actos violentos de extrema derecha a lo largo y ancho de Reino Unido, un grupo de enmascarados de ultraderecha intentó incendiar un hotel de Rotherham en el que se alojan solicitantes de asilo. Unas 700 personas se concentraron este domingo frente al Holiday Inn Express de la localidad ubicada al sureste de Manchester y se enfrentaron con los agentes de Policía. Algunos de los manifestantes violentos lanzaron trozos de madera, botellas y sillas, y rociaron con extintores a los uniformados.
La policía de South Yorkshire ha informado de que al menos 10 agentes resultaron heridos, entre ellos uno que perdió el conocimiento después de sufrir un golpe en la cabeza con un ladrillo.
Las imágenes muestran un contenedor de basura en llamas y algunos de los manifestantes envueltos en la bandera británica, gritando “que los saquen de aquí”. Esas imágenes y un informe posterior parecen indicar que en un momento determinado los manifestantes intentaron entrar en el hotel por la fuerza y que, en el interior, se produjo un incendio.
La ministra del Interior británica, Yvette Cooper, ha condenado los hechos: “El ataque criminal y violento a un hotel que aloja a solicitantes de asilo en Rotherham es una auténtica atrocidad”. “Han prendido fuego deliberadamente a un edificio, conscientes de que había personas en su interior”. “La policía de Yorkshire tiene el pleno apoyo del Gobierno para tomar las medidas más enérgicas contra los responsables de este ataque violento”, ha agregado.
Las protestas frente el Holiday Inn Express comenzaron el domingo a mediodía y rápidamente se convirtieron en violentas, cuando un grupo de individuos de extrema derecha, en su mayoría hombres, rompieron ventanas e incendiaron una escalera del edificio. Al principio, los agentes de la Policía parecían desbordados por la situación.
Shabnam Shabir, que formaba parte de un grupo de contramanifestantes, relata a The Guardian que se quedó traumatizada después de que su grupo fuera rodeado y acorralado por los manifestantes de ultraderecha, que coreaban palabras racistas. “Era un grupo de extrema derecha que estaba furioso, muy furioso”, explica: “Daba mucho miedo”. Se quedó atrapada en su coche a las puertas del hotel, sin poder marcharse hasta que también lo hicieron los violentos. “Y en el hotel había personas que temían por su vida, así que era aterrador”, agrega.
La Policía cerró las carreteras que rodean el hotel y paró la circulación en una rotonda con mucho tráfico de la ciudad. A las 17.00 horas de Reino Unido, los agentes ya habían conseguido despejar los alrededores del edificio y habían hecho retroceder a los violentos. Varios agentes resultaron heridos y uno fue llevado al hospital con una herida en la cabeza después de que un integrante del grupo ultra le lanzara un ladrillo. Un agente de la Policía de South Yorkshire declaró que, sin lugar a dudas, se trataba de uno de los peores disturbios con los que había tenido que lidiar.
Poco después de las 18.00 horas, la policía de South Yorkshire informó de que ningún empleado ni huésped del hotel había resultado herido y que “continuaba intentando dispersar a los violentos”. Hasta el momento se ha producido una detención.
Algunos padres habían acudido a la manifestación con sus hijos, a los que se podía ver tirando piedras a los agentes antidisturbios. Una mujer, que se manifestaba frente al hotel con su pareja y su hijo, afirmó que había visto a solicitantes de asilo “con machetes y sujetando la bandera británica y señalándola con el dedo”. Ningún otro testigo que habló con The Guardian los vio. “Sólo hemos venido porque queremos recuperar el control sobre nuestro país. Se suponía que este hotel era para mujeres y niños pero está lleno de hombres y hay muchos informes que muestran que han agredido a mujeres y otros actos por el estilo”.
Los manifestantes de vez en cuando coreaban “Tommy Robinson” (un activista xenófobo), “Yorkshire” (en referencia a la muerte de tres niñas en esa ciudad) y “queremos recuperar nuestro país”. Lanzaron fuegos artificiales cerca de la policía montada. Dos helicópteros de las fuerzas de seguridad sobrevolaban la zona en círculos.
Lindsey Butterfield, asistente del jefe de la Policía, declaró que la acción había sido “a todas luces repugnante”. “Si bien fue un número menor de manifestantes que optaron por cometer actos violentos y destructivos, los que simplemente se quedaron mirando siguen siendo cómplices de lo sucedido”, dijo Butterfield.
“Los que deciden difundir bulos y mensajes de odio contra los migrantes en las redes sociales también son responsables de situaciones como la que hemos visto hoy. Esto no ha sido una protesta, sólo gente furiosa que reacciona a una falsa narrativa contra los migrantes que tiene una agenda muy determinada”, aseguró.
La mujer avanzó que los implicados en la violencia “tienen que saber que muy pronto llamaremos a su puerta”. La Policía ha hecho un llamamiento para que los ciudadanos ayuden a identificar a las personas que atacaron el hotel y a los agentes.
Otros ataques y disturbios
Según la Policía de Staffordshire, los violentos también se dieron cita en la entrada de un hotel Holiday Inn en Tamworth el domingo por la noche. Destrozaron las ventanas del hotel con tres cócteles molotov. La Policía ha señalado que un agente resultó herido en un brazo y ha calificado las escenas de “acción despreciable llevada a cabo por matones”. En un comunicado, ha informado de que “los agentes de Policía fueron atacados con cócteles molotov y fuegos artificiales, y los manifestantes causaron daños en el hotel, poniendo en peligro la vida de las. personas que se encontraban dentro del establecimiento Afortunadamente, ninguna persona que se encontraba dentro del hotel resultó herida.
También estaban previstas protestas el domingo en Bolton, Lancaster, Weymouth y Middlesbrough, donde más de 300 manifestantes recorrieron el centro de la ciudad coreando: “Queremos recuperar nuestro país”.
En Middlesbrough, los violentos arrojaron ladrillos, latas y ollas a la policía, y empujaron cubos de basura en llamas contra una hilera de agentes con escudos, dejando una carretera sembrada de restos de basura humeante. Un grupo violento atravesó una zona residencial rompiendo los cristales de casas y coches. Según la agencia de noticias PA, cuando un vecino les preguntó por qué rompían los cristales, uno de ellos respondió “porque somos ingleses”.
Poco antes de la 01.30 de la madrugada de este lunes, los desórdenes violentos en la localidad de Middlesbrough habían terminado. “Un grupo de agentes estará desplegado en la ciudad durante toda la noche y en el transcurso de mañana y los próximos días”, ha informado la Policía de Cleveland, señalando que el número total de detenciones realizadas en relación con los incidentes del domingo es de 43 personas. “Se está llevando a cabo una investigación exhaustiva”, agregó.
Por otra parte, la Policía de Merseyside emitió dos órdenes del artículo 60 que otorgan a los agentes mayores poderes para detener y registrar en Liverpool y Southport. Las órdenes entraron en vigor a las 14.00 horas del domingo y permanecerán activas durante doce horas. La Policía de Greater Manchester informó de que las órdenes del artículo 60 y del artículo 60AA se autorizaron ayer en Bolton. Ese último artículo obliga a las personas a quitarse los tapabocas que suelen ponerse para no ser identificadas.
Los bulos alimentan la violencia
Los disturbios y desórdenes han continuado tras el asesinato de tres niñas en una clase de baile con temática de Taylor Swift en Southport hace una semana. Axel Rudakubana, de 17 años y natural de Lancashire, está acusado del ataque, pero en Internet se difundieron bulos que apuntaban a que el atacante era un solicitante de asilo que había llegado a Reino Unido en barco.
A raíz de esas informaciones falsas, manifestantes de extrema derecha se han movilizado a través de las redes sociales y se han congregado en pueblos y ciudades de todo el país. Al menos cien personas fueron detenidas tras los actos violentos del sábado en Hull, Liverpool, Stoke-on-Trent, Nottingham, Bristol, Manchester, Blackpool y Belfast.
Varios policías resultaron heridos y los violentos saquearon tiendas e incendiaron una biblioteca que prestaba apoyo a una de las comunidades más desfavorecidas del país. En esas localidades, voluntarios han ayudado a los trabajadores públicos a limpiar los destrozos y a restablecer los servicios afectados.
“La violencia que hemos visto en nuestras calles es el resultado de la manipulación de acontecimientos trágicos, un ataque a nuestra comunidad por parte de delincuentes sin escrúpulos. No podemos permitir que gane una minoría de matones descerebrados. No son representativos de nuestra ciudad y trabajaremos con nuestros socios para garantizar que los autores sean rápidamente llevados ante la justicia”, afirmó el concejal Liam Robinson, portavoz del Ayuntamiento de Liverpool. “Nuestra prioridad es evaluar los daños sufridos por la Biblioteca Spellow y volver a ponerla en funcionamiento lo antes posible”.
Los líderes religiosos de todo Merseyside afirmaron que las comunidades que se han visto duramente afectadas por los asesinatos de Southport y la violencia que se ha extendido después están intentando recomponerse. En una declaración conjunta, afirmaron: “Las personas de todos los credos y de ninguno que salieron a barrer las calles, a reconstruir muros y que tan generosamente han donado dinero en memoria a las tres niñas que murieron apuñaladas: ése es el espíritu que nos ayudará en estos momentos increíblemente difíciles”.
“Aunque los acontecimientos de esta semana sigan sacudiendo nuestra fe en la humanidad, ésta permanece intacta. Necesitamos mantener la calma y la paz en estos momentos y, como líderes religiosos, estamos unidos en nuestro deseo de paz y justicia. Ahora es el momento de volver a sentirnos orgullosos de nuestro espíritu comunitario”, afirmaron.
Texto traducido por Emma Reverter y actualizado por elDiario.es