Las comunidades autónomas ofrecen solo 199 plazas para distribuir a los menores migrantes no acompañados
El sistema de distribución “solidario” entre autonomías de menores migrantes no acompañados se queda, de momento, en cifras simbólicas. Las comunidades autónomas han ofrecido un total de 199 plazas para acoger a los niños y adolescentes que están registrados en los sistemas de protección regionales, concentrados principalmente en Andalucía, País Vasco o Catalunya, según los datos del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales difundidos este viernes.
El Consejo de Ministras ha aprobado este viernes el Real Decreto que permite la financiación de 40 millones de euros a las comunidades y ciudades autónomas por el “incremento del número de menores no acompañados acogidos durante el 2018”.
Los fondos pretenden “sufragar la atención y acogida de menores” en aquellas regiones que han recibido un mayor número de adolescentes y niños tutelados en el último año. El Real Decreto también permite financiar el traslado de menores en situación de desamparo entre comunidades autónomas.
De esta manera, el sistema de reparto de fondos de atención a los menores migrantes se basará en dos criterios. Por un lado, en función del “incremento” del número de menores inscritos entre el 31 de diciembre de 2017 y el 30 de septiembre de 2018 en el Registro de Menores Extranjeros no Acompañados del Ministerio del Interior, cuya fiabilidad ha sido cuestionada por el propio Ejecutivo.
A través del segundo criterio, las comunidades autónomas que acojan a menores de otras autonomías recibirán un incremento del 25% de la ayuda por cada uno de ellos, en reconocimiento, justifican desde Sanidad, “de la solidaridad mostrada”.
El Ejecutivo reserva también dos millones de euros para “cubrir gastos derivados de la atención a los menores en comunidades que puedan sufrir un incremento estacional a partir de septiembre”.
Así, Andalucía, que ha inscrito 3.412 menores no acompañados en 2018 más que a finales de 2017, recibirá 24 millones y medio de euros a través del nuevo sistema. País Vasco, con un aumento de 275 menores, ingresará más de dos millones de euros; seguido de Catalunya, que inyectará a sus arcas públicas otros dos millones de euros, pues este año tiene registrados a 269 niños y adolescentes más.
Las comunidades autónomas que han dado un paso adelante para recibir de forma voluntaria a algunos de estos menores son Extremadura, Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Galicia, Illes Balears, Navarra y Cantabria. La oferta, sin embargo, se queda en escasas decenas de plazas por cada autonomía.
Castilla y León, con 23 menores no acompañados inscritos, se ha comprometido a recibir a 40 niños y adolescentes, el número de plazas más alto de los ofrecidos entre todas las autonomías.
Extremadura, que no ha registrado un incremento del número de MENAS en 2018, ha aceptado la acogida de 34 niños o adolescentes. Mientras que, Asturias, con 11 menores inscritos más en septiembre de este año que a finales de 2017, acepta el traslado de 31 menores desde las comunidades autónomas con mayores cifras.
Algunas de las comunidades que no han inscrito un mayor número de menores migrantes en sus sistemas de protección a lo largo de 2018 -según los datos oficiales-, tampoco han ofrecido ninguna plaza para apoyar a otras autonomías. Se trata de La Rioja y Madrid. Entre los últimos de la fila se encuentra también Illes Balears que, con un aumento de diez niños y adolescentes registrados en 2018, solo ha aceptado recibir 10.
El desarrollo y aprobación del sistema de reparto de fondos para menores no acompañados se encontraba pendiente desde principios de septiembre, cuando el Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales anunció la medida durante la Mesa de Coordinación Interterritorial de la Administración General del Estado y las comunidades autónomas.
El objetivo, anunciaban, era apoyar a las regiones que más menores migrantes no acompañados acogen a través de dos vías: el desembolso de fondos y la creación de un sistema de distribución voluntario de menores.
La tutela de los menores migrantes que llegan a España sin la compañía de sus familiares depende de las comunidades y ciudades autónomas. Generalmente, son acogidos en los territorios adonde llegan.
La falta de distribución por los distintos territorios de los menores migrantes que viajan sin la compañía de un adulto deriva en la saturación de centros de menores andaluces o de las ciudades autónomas fronterizas con Marruecos, donde las ONG denuncian el hacinamiento al que son sometidos.