Recorremos el camino de Líbano a Italia junto con Ayman, Susane, Khalil o Fatem, algunos de los pocos refugiados sirios que han logrado llegar a Europa sin arriesgar su vida en una patera y con un visado humanitario en el bolsillo
Un total de 700 refugiados sirios han llegado a Italia por un corredor humanitario gestionado y financiado por organizaciones religiosas, con el apoyo de Oxfam Intermón
El Gobierno italiano ha aceptado que lleguen 1.000 personas en dos años a través del visado humanitario, una figura que no existe en la legislación española
Foto: Susan cierra la maleta antes de marchar hacia Fogia, Italia. Susan y su esposo Ayman junto a sus sus 3 hijos huyeron de su ciudad en Siria, Zabadani, huyendo de la guerra buscaron refugio en el Valle del Bekaa, Líbano. Su hijo mayor, Ahmad, de 16 años, tiene una distrofia muscular severa y necesita cuidados médicos especiales que en Líbano son imposibles de asumir.
Foto: Susan cierra la maleta antes de marchar hacia Fogia, Italia. Susan y su esposo Ayman junto a sus sus 3 hijos huyeron de su ciudad en Siria, Zabadani, huyendo de la guerra buscaron refugio en el Valle del Bekaa, Líbano. Su hijo mayor, Ahmad, de 16 años, tiene una distrofia muscular severa y necesita cuidados médicos especiales que en Líbano son imposibles de asumir.
Foto: Fatem revisa las fotografías del albúm familiar, el único objeto que trajo consigo al huir de Siria. Fatem era docente de una escuela, los constantes bombardeos la forzaron a huir de su ciudad natal Raqqa en Siria con su esposo Khalil y su hijo menor Mohamed en 2013. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Fatem revisa las fotografías del albúm familiar, el único objeto que trajo consigo al huir de Siria. Fatem era docente de una escuela, los constantes bombardeos la forzaron a huir de su ciudad natal Raqqa en Siria con su esposo Khalil y su hijo menor Mohamed en 2013. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Kahlil junto a Moahamad se preparan para emprender este viaje en busca de un futuro. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Kahlil junto a Moahamad se preparan para emprender este viaje en busca de un futuro. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Suleiman es el hijo menor de Susan y Ayman. Desde que huyó de Siria junto a su familia no ha podido retomar sus estudios en Líbano y es su madre quién le esta enseñando a leer y escribir. A Ayman, su padre, le fué imposible conseguir un trabajo con el que poder pagar no solo la escuela, sino el alquiler y la atención medica de su hijo mayor. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Suleiman es el hijo menor de Susan y Ayman. Desde que huyó de Siria junto a su familia no ha podido retomar sus estudios en Líbano y es su madre quién le esta enseñando a leer y escribir. A Ayman, su padre, le fué imposible conseguir un trabajo con el que poder pagar no solo la escuela, sino el alquiler y la atención medica de su hijo mayor. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Fotografía: Fatem y Khlail recogen su última maleta antes de abandonar su pequeña habitación en Beirut rumbo su nueva vida en Italia. Luego de varias entrevistas, Khalil y su familia fueron seleccionados para ir a Italia. Khalil y Fatem nunca imaginaron que esto les sucedería. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Fotografía: Fatem y Khlail recogen su última maleta antes de abandonar su pequeña habitación en Beirut rumbo su nueva vida en Italia. Luego de varias entrevistas, Khalil y su familia fueron seleccionados para ir a Italia. Khalil y Fatem nunca imaginaron que esto les sucedería. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Fatem descansa junto a Ahmed en el aeropuerto de Beirut horas antes de su partida hacia Italia. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Fatem descansa junto a Ahmed en el aeropuerto de Beirut horas antes de su partida hacia Italia. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Ayman y su hijo Ahmad a la llegada al aeropuerto de Roma. La condición de Ahmad hizo que la opción de permanecer en un país desgarrado por la guerra fuera imposible para la familia y la vida en Líbano tampoco fue fácil. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Ayman y su hijo Ahmad a la llegada al aeropuerto de Roma. La condición de Ahmad hizo que la opción de permanecer en un país desgarrado por la guerra fuera imposible para la familia y la vida en Líbano tampoco fue fácil. Autor: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Foto: Fatem, Khalil, Mohamad y Ahmad llegan al aeropuerto de Roma donde comienzan los primeros trámites de solicitud de asilo. Autor: Pablo Tosco
Foto: Fatem, Khalil, Mohamad y Ahmad llegan al aeropuerto de Roma donde comienzan los primeros trámites de solicitud de asilo. Autor: Pablo Tosco
Khalil en dirección a su nuevo hogar, una vida digna y nos solo de refugio en Cecina, Toscana. Luego de 5 horas de gestiones en el aeropuerto de Roma, Khalil y su familia son recogidos por un equipo de trabajadores sociales de Oxfam Intermón para ser trasladados a su nuevo hogar. Fotografía: Pablo Tosco/Oxfam Intermón
Khalil en dirección a su nuevo hogar, una vida digna y nos solo de refugio en Cecina, Toscana. Luego de 5 horas de gestiones en el aeropuerto de Roma, Khalil y su familia son recogidos por un equipo de trabajadores sociales de Oxfam Intermón para ser trasladados a su nuevo hogar. Fotografía: Pablo Tosco/Oxfam Intermón
Fatem comienza a desarmar las maletas y a hacer propio este nuevo espacio. Fotografía: Pablo Tosco/Oxfam Intermón
Fatem comienza a desarmar las maletas y a hacer propio este nuevo espacio. Fotografía: Pablo Tosco/Oxfam Intermón
Fatem junto a Ahmed en la puerta de su nueva vivienda: "Quisiera poder brindarles a mis hijos una vida estable. No podemos seguir huyendo de un país para otro". Foto: Pablo Tosco-Oxfam Intermón