Cuatro solicitantes de asilo se fugan de las salas de inadmitidos del aeropuerto de Barajas

Cuatro solicitantes de asilo con pasaporte marroquí se han escapado durante la madrugada de este miércoles de las salas de inadmitidos del aeropuerto de Barajas, según ha confirmado el Ministerio del Interior a elDiario.es. La Policía Nacional ha abierto una investigación después de detectar la ausencia de cuatro personas que presumiblemente se han fugado a través del techo del aeródromo hasta alcanzar la azotea.

La huida de estas personas se produce en un momento en el que decenas de ciudadanos con pasaporte marroquí, muchos de ellos saharauis, llevan semanas atrapados en varias terminales de Barajas tras solicitar asilo a su llegada a España. La mayoría de ellos han partido del aeropuerto de Marrakech en un vuelo con destino final Cuba, pero durante su escala en Madrid aprovechan para demandar protección internacional a las autoridades españolas.

Aunque quienes se han escapado tienen nacionalidad marroquí, se desconoce si son en realidad saharauis, dado que el Ministerio del Interior lleva semanas sin diferenciar entre los demandantes de asilo que alegan ser saharauis -y que piden protección precisamente por esa razón- y los marroquíes.

A las salas de asilo de los aeropuertos españoles llegan aquellas personas que, una vez aterrizadas, manifiestan en el control fronterizo su necesidad de pedir protección internacional. Este procedimiento -aplicado en los aeropuertos, puertos o puestos fronterizos- es diferente al activado en territorio nacional: se trata de uno acelerado, en el que las autoridades deben responder en un plazo de escasos días si admiten o no esa petición. Una vez presentada, los solicitantes esperan la respuesta en estas salas de plazas limitadas, de donde no pueden salir. Si la resolución es positiva, estas personas podrán entrar en territorio nacional con un permiso de residencia temporal como solicitantes de asilo. Si es negativa, serán retornados a sus países de origen. En el caso de las peticiones ligadas al estatuto de apatridia, -las que suelen registrar de forma paralela todos los saharauis por no contar con una nacionalidad reconocida, ya que no se identifican como marroquíes- el procedimiento suele tardar más por lo que organizaciones internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados recomiendan la entrada en territorio español de estas personas para que puedan esperar la resolución del procedimiento en España y garantizar así su viabilidad.

El departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ha intentado devolver a los solicitantes de asilo saharauis en varias ocasiones sin haber resuelto los procedimientos de apatridia, a pesar de las advertencias de organizaciones como Jueces para la Democracia y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.

Amnistía Internacional ha denunciado en numerosas ocasiones la represión inflingida por las autoridades marroquíes contra los intentos de protesta de la población saharaui residente en los territorios ocupados por Marruecos. La organización ha documentado tortura o malos tratos a activistas saharauis, sobre todo después de participar u organizar manifestaciones por la celebración de un referéndum de autodeterminación, ordenado por la ONU en 1991 y que sigue pendiente décadas después.