El Ministerio de Sanidad gazatí ha anunciado que más de 100 personas han muerto y 760 han resultado heridas en un incidente que se produjo esta madrugada en la calle Al Rashid, una de las arterias principales de la Ciudad de Gaza, donde se habían congregado para recibir ayuda humanitaria.
Los palestinos desesperados por conseguir un saco de harina de trigo se agolparon en esa zona y, según la versión de las autoridades locales –controladas por el grupo islamista Hamás–, las tropas israelíes abrieron fuego contra la muchedumbre causando numerosas víctimas mortales y heridos.
El Ejército israelí ha admitido haber disparado a modo de advertencia y ha publicado un vídeo de lo sucedido en el que se ve a un gran número de personas rodeando los camiones y “docenas han sido matados y heridos por los empujones, los pisotones y los atropellos de los camiones”.
El periódico israelí Haaretz recoge que, según el Ejército, parte de la multitud empezó a acercarse a una unidad de las fuerzas israelíes que se encontraba en la zona y los soldados hicieron “disparos de advertencia al aire desde una distancia de decenas de metros antes de apuntar finalmente a las piernas de quienes seguían avanzando hacia ellos”. El Ejército también ha acusado a los residentes palestinos de asaltar y saquear los camiones, unos 30 en total, que entraron por el paso fronterizo de Kerem Shalom, que conecta Israel con Gaza.
Los militares israelíes están presentes en la Ciudad de Gaza y controlan el movimiento de los civiles, así como el de los camiones de ayuda humanitaria, que necesitan el visto bueno del Ejército para trasladarse desde el sur de la Franja hasta el norte, donde la asistencia llega con cuentagotas.
Mientras, la cadena de televisión Al Jazeera ha publicado un vídeo exclusivo en el que se pueden escuchar disparos y ver la artillería israelí disparando, y la muchedumbre en la oscuridad de la madrugada, que contribuyó al caos y a la matanza.
Algunos de los camiones que transportaban la ayuda llevaron posteriormente los heridos a los hospitales de la zona, que apenas tienen suministros ni personal médicos para atender a tantos pacientes. El Ministerio de Sanidad gazatí ha asegurado que “los equipos médicos no pueden atender los casos más graves por las posibilidades limitadas”.
Por su parte, Hamás ha condenado la “horrible masacre” de la que ha responsabilizado a las fuerzas israelíes y ha afirmado que “no tiene precedentes en la historia de los crímenes de guerra”. También la Presidencia palestina, con sede en Cisjordania y encabezada por Mahmud Abás, ha lamentado la matanza “llevada a cabo por los tanques y la artillería de la ocupación israelí contra cientos de civiles inocentes que estaban esperando la llegada de camiones de ayuda humanitaria”. También ha destacado que esas personas han arriesgado sus vidas para conseguir algo de comida, en medio de la situación de hambruna en la Franja y, especialmente, en el norte.
Desde Washington, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional ha dicho que el incidente de hoy “destaca la importancia de expandir y sostener el flujo de asistencia humanitaria a Gaza, incluido a través de un potencial alto el fuego temporal”, algo que están negociando desde hace semanas EEUU, Qatar y Egipto, mediadores en el conflicto entre Israel y Hamás.
Las agencias de la ONU han alertado de que los niveles de hambre en Gaza han alcanzado niveles muy preocupantes, mientras que la ayuda humanitaria que accede a la Franja con enormes dificultades no es suficiente. Los camiones que la transportan están siendo asaltados y saqueados, e incluso bombardeados. Muy pocos consiguen llegar al norte, donde cerca del 16% de los niños menores de dos años sufren desnutrición aguda.