El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, se ha autocensurado este miércoles (“lo que pienso es políticamente incorrecto y debo ser prudente”) para contestar a la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, que esta semana ha dejado claro que “no debe recurrirse a la fuerza para disuadir del cruce de fronteras no autorizado”. “Lo que tiene que hacer antes de hablar”, le ha replicado a la política sueca, a la que ha tachado de “reincidente”, es “conocer”.
“Ella desconoce profundamente la realidad de Ceuta y Melilla, por lo que tendría que conocer la situación 'in situ', evaluarla y después hacer las contestaciones que deba”, ha añadido antes de asegurar que “si nosotros no rechazáramos toda la inmigración su propio país le pediría que pensara lo que dice”.
En declaraciones a los medios, González Pérez ha avanzado que la intención del Ejecutivo que preside Mariano Rajoy no pasa solo por introducir cambios en las leyes de Extranjería y Seguridad Ciudadana para dar amparo legal al “rechazo” de migrantes irregulares en las fronteras de las ciudades autónomas, sino la de promover una “modificación transversal” de “cuatro o cinco leyes” entre las que ha citado también la de Menores con el fin de “adecuarlas a la realidad social”.
“Las leyes a veces se ven superadas por la realidad y hay que adecuarlas dentro del marco legal español y comunitario, que nos afecta también, porque Bruselas marca una pauta y nosotros tenemos que desarrollarla”, ha ampliado.
El delegado se ha confesado “preocupado” por el asentamiento de “unos 2.000 inmigrantes subsaharianos” en el entorno más cercano a Ceuta “esperando la oportunidad que consideren adecuada para intentar asaltar la frontera”.
“Estamos preparados pero esto es imprevisible -ha indicado- porque ya sabemos que hay mafias, personas interesadas, que facilitan información sobre los momentos en los que se les dice que puede haber menor vigilancia, aunque no sea cierto, para exponerles a ellos y a las Fuerzas de Seguridad que tienen la obligación de proteger e impermeabilizar la frontera a una situación delicada”.
Las Fuerzas de Seguridad ya han instalado unas compuertas hidráulicas automáticas bajo el puente fronterizo, sobre el cauce del arroyo seco por donde llegaron a la playa los cientos de subsaharianos que participaron en el intento de salto del 6 de febrero que se saldó con 15 muertos, para cerrarlas en caso de atisbar un movimiento similar.
La Delegación del Gobierno está a la espera de cerrar, “a ser posible antes de que termine octubre”, una reunión con las autoridades marroquíes para abrir el nuevo paso fronterizo del 'Tarajal II', reservado para el tránsito de porteadores del país vecino, en el que se redoblarán los controles de documentación y mercancías.
“Así esperamos que lo que sucede en los polígonos del Tarajal [donde ayer un policía nacional sufrió heridas que exigieron su traslado al Hospital] sea mucho más racional”, ha deseado González Pérez, que ha asumido las “dificultades diarias” para controlar a “una masa humana que no atiende a razones y que cuando decide echar a correr le da igual lo que encuentre por delante, policías o vallas”.