“La querella contra Rommy Arce y contra mí es racista: busca callar a los migrantes que alzamos la voz”
Malick Gueye llega acelerado. Después de un día “intenso” en la granja escuela donde trabaja como monitor, el también portavoz del Sindicato de Manteros y Lateros de Madrid atiende a eldiario.es cuando se cumplen dos meses de la muerte del vendedor ambulante Mame Mbaye en Lavapiés. Sus declaraciones sobre el fallecimiento de su compañero le empujaron a un proceso judicial por un posible delito de injurias y calumnias sobre la Policía Municipal, de la que tantas veces escapó cuando se dedicaba a la manta.
Hace poco más de una semana Gueye declaró ante el juez junto a la concejala de Ahora Madrid Rommy Arce, también investigada por un tuit en el que criticaba el “racismo institucional” ligado a la muerte de Mame Mbaye. En los juzgados, el portavoz del Sindicato de Manteros asegura que defendió “lo mismo” que ha denunciado en los últimos años: “Entregamos documentación sobre las denuncias de agresiones racistas registradas en el Ayuntamiento y la Defensoría del Pueblo: eso es el racismo institucional que criticamos”, dice el senegalés.
Las palabras que más repite: Ley de Extranjería y Penalización de la manta. Ambas regulaciones son las que, a su juicio, están detrás de las persecuciones sufridas por los vendedores ambulantes. Las que, dice, “provocan el estrés por el que murió Mame”. La “raíz del sistema racista” que trata de arrancar.
Tras la muerte del mantero Mame Mbaye se enfrenta a un proceso judicial como investigado por un posible delito de injurias y calumnias debido a sus declaraciones sobre el fallecimiento de su compañero. El sindicato Unión de la Policía Municipal está detrás de la querella. ¿Cuál es su valoración?
La denuncia me parece racista. No es casualidad que justo nos hayan denunciado a Rommy Arce y a mí. Somos voces dentro de la comunidad migrante que intentamos denunciar el racismo institucional y hablar de lo que pasa en Madrid. Es su forma de callar a quienes alzamos la voz. Por eso nos han denunciado.
Se le investiga por, supuestamente, haber dicho que la Policía mató a Mame Mbaye. ¿Hizo esas declaraciones?
Nunca, ni yo ni nadie de mi colectivo hemos acusado a la Policía directamente de matar a Mame. Acusamos al sistema. Dentro de este sistema se encuentran la Ley de Extranjería y esas persecuciones policiales que sufren los manteros todos los días. Mame se ha muerto porque es negro, pobre, mantero y sin papeles.
Dentro de la Ley de Extranjería él no podía hacer nada, la única forma de sobrevivir era vender en la calle. Y por ello sufría persecuciones y estrés todos los días. Y por eso se ha muerto. Eso es lo que denunciaba.
Recientemente tuvo lugar su primera declaración ante el juzgado. ¿Cómo fue?
Bien. Le dije lo mismo que hemos denunciando durante estos tres años. No hay nada nuevo. Todo lo que hemos declarado son nuestras quejas en relación a la situación de los manteros. Llevamos las denuncias de agresiones racistas por parte de la Policía Municipal que están en el registro del Ayuntamiento, en el Defensor del Pueblo.
¿Por qué considera que la Policía Municipal trata de silenciar sus denuncias?
Cuando se murió Mame había un foco en los medios sobre esta situación. Desde nuestro colectivo, intentamos visibilizar cómo se ven obligados a vivir nuestros compañeros desde hace mucho tiempo. Pero como somos muy pocos, como quienes venden en la calle son negros y no importan y no tienen papeles, nunca hemos tenido esta atención.
Cuando la tuvimos, intentamos mostrar la situación del colectivo, denunciar la Ley de Extranjería, que es responsable de que haya manteros en Madrid, y denunciar las persecuciones brutales que sufren. Entonces, han decidido denunciarnos para silenciarnos. Pero no lo van a conseguir.
¿Han tenido acceso a la autopsia de Mame Mbaye? ¿Saben algún dato nuevo sobre su muerte?
La Asociación de Senegaleses ha tenido acceso, pero yo no tengo información sobre ella. Desde el Sindicato de Manteros denunciamos su muerte en los tribunales para que fuesen investigados los hechos. El juzgado la ha desestimado, pero vamos a recurrirla.
El cuerpo de Mame ya ha sido repatriado. El Ayuntamiento de Madrid ofreció dinero pero lo rechazasteis. ¿Cómo os organizasteis finalmente?
Cuando murió Mame la primera reacción del Ayuntamiento de Madrid fue intentar darnos dinero para la repatriación. Lo rechazamos. También el Consulado de Senegal, que no se preocupa de la situación de los senegaleses, ha intentado ofrecer dinero. Lo descartamos.
La asociación de senegaleses organizaron una colecta y en 30 minutos ya tenían el dinero para la repatriación. Lo hemos dicho mil veces: no queremos dinero de los políticos. Se ha repatriado porque cada uno ha puesto lo que ha podido y lo hemos hecho.
¿Cómo funciona la caja de solidaridad dentro del colectivo de manteros?
Los manteros siempre han tenido solidaridad entre ellos. Muchas veces, cuando nos quieren criminalizar, utilizan justificaciones morales como acusar a los manteros de mafiosos. Y no, los manteros no son mafiosos. Son gente que vende porque no tienen nada más. Son muy solidarios entre ellos. Tienen cajas sociales donde la gente pone cada mes cinco euros que utilizan para ayudarse mutuamente cuando tienen problemas, cuando están enfermos, cuando les pilla la Policía o tienen multas por las ordenanzas municipales.
Es gente que intenta comprar una mercancía a 5 euros para intentar venderla a 10, pero no es ninguna mafia.
¿Cómo se encuentra la familia de Mame?
Está fatal. Les hemos dado apoyo moral y hemos intentado aportar lo que hemos podido. Todos los colectivos senegaleses se han puesto en contacto para intentar ayudarles en lo que se pueda. Pero imagínate cómo están... Era una persona que llevaba 13 años fuera y se ha muerto.
Tras la muerte de Mame Mbaye, ¿se han reunido con el Ayuntamiento de Madrid?
El Ayuntamiento de Madrid no se ha puesto en contacto con nosotros. Estos últimos días hemos tenido noticia de que quizá Manuela Carmena quiere reunirse con nosotros pero llevamos tres años haciéndolo, explicando la situación y tampoco nos interesa que nos utilicen para fines partidistas. No queremos que nos utilicen como campaña en las elecciones del 2019.
Durante la última legislatura, el Ayuntamiento de Carmena no ha resuelto el problema. Igual que el PP ha sido responsable de la Ley de Extranjería y de que la manta haya sido delito de nuevo. O Ciudadanos, que usa a los manteros para criminalizar a la población migrante y, a nivel estatal, tampoco han apoyado la propuesta de la despenalización de la manta. El PSOE es responsable de las duras políticas en las fronteras y Rubalcaba es responsable directo de las redadas racistas que había en 2007 y 2008. Son todos responsables de la situación que vivimos.
¿Ha cambiado en algún aspecto la situación de los manteros en su día a día desde la muerte de Mame Mbaye?
Mucho cambio no ha habido. Lo único, a lo mejor, la Policía ahora sabe que la gente está apoyando a los manteros. Hay gente en la calle que va a tener los ojos muy abiertos para denunciar las agresiones policiales que sufren. Vamos a ver qué va a pasar pero las persecuciones continúan. Los manteros sufren de las agresiones de la Policía Municipal, físicas o verbales.
El problema está en la raíz. Por un lado, la Ley de Extranjería, que discrimina a la gente por no tener los papeles y es la responsable de que acaben en la manta.
Por otro, hay que conseguir la despenalización de la manta: no puede ser que metan a gente en la cárcel por vender en la calle. La idea es luchar para cambiar el problema de fondo.
El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, admitió que la situación de exclusión social en la que vivía Mame Mbaye podía generar un “estrés crónico” que derivase en problemas de salud.
Barbero juega al ratón y al gato. Hemos hablado muchas veces con él para hacérselas llegar y nunca ha hecho nada. Y nunca ha hecho un posicionamiento en público para denunciarlo.
Él se ha callado, solo hemos tenido reuniones que no han servido para nada. Porque, hasta que no haga un posicionamiento público, está dando barra libre para este tipo de persecuciones. Barbero es responsable también de la situación de los manteros. Es la primera persona que sabía todo lo que estaba pasando pero no ha hecho nada para solucionarlo.
Sobre las alternativas laborales, el Sindicato de Manteros de Barcelona ha creado una cooperativa para lanzar su propia marca de ropa, Top Manta. ¿Trabajan en algún proyecto parecido?
Siempre se intenta hacer, buscamos alternativas laborales, se organizan comidas, fiestas para obtener dinero… Pero todavía no hemos llegado al punto de crear una marca. Pero, si lo hacen los compañeros de Barcelona, ellos también son nuestros compañeros, trabajamos juntos y cualquier cosa que hagan ellos nos representa.
La lucha de los manteros a nivel estatal es la misma. No hemos llegado a conseguir hacerlo porque, quizá, Madrid es una ciudad más conservadora de Barcelona. Pero esta iniciativa ayuda a unas 30 personas cuando los manteros y lateros son muchos más. Por eso insisto, hay que ir a las raíces: derogación de la Ley de Extranjería y despenalización de la manta.
Con ambas medidas buscan acabar con lo que usted suele denominar como la “jaula de la manta”. ¿A qué se refiere con ello?
La manta es una jaula sin salida. Tú no tienes papeles, no puedes trabajar y vendes en la calle para sobrevivir. Después, hay ordenanzas municipales por las que te ponen multas. Por esas multas que no puedes pagar o por los antecedentes derivados de la venta, te pueden denegar los papeles. También está la Ley de Extranjería, por la que, cada vez que te pilla la Policía, te pueden meter en el CIE. Entonces, nunca puedes salir de esta jaula de la venta ambulante.
La manta no es plato de buen gusto para nadie. Es gente que tenía sus oficios pero llegan aquí y se ven empujados a vender para sobrevivir.
Usted logró salir de la jaula de la manta y regularizó su situación. Ahora, desde esa posición, se encuentra en primera línea del activismo antirracista, a pesar de que puede acarrear riesgos, como el proceso judicial al que se enfrenta. ¿Por qué lo hace?
Yo no puedo desentenderme. Sé cómo es la situación y ahora tengo la suerte de no dedicarme a la venta. Yo puedo denunciar, yo puedo poner la cara, pero muchas veces el mantero no puede hacerlo. Porque algunos no tienen papeles y son personas que están todo el día en la calle con la Policía, por lo que pueden sufrir acoso o represalias.
Por ello la gente que no vende en la calle debería denunciar más estas situaciones. Si no, nadie lo va a hacer. Y es una injusticia. Hay que hacerlo sí o sí.