A pesar de la reducción de viajes debido a la COVID-19, el número de ciudadanos de la Unión Europea a los que se les impide el ingreso a Reino Unido ha aumentado durante los últimos tres meses, según el Ministerio de Interior británico.
Aunque tras el Brexit está permitido ingresar al país sin una visa, se prohibió la entrada a un total de 3.294 ciudadanos de la UE. En comparación, 493 personas provenientes de la Unión Europea no pudieron entrar durante el primer trimestre de 2020, cuando el tráfico aéreo era 20 veces mayor.
Los visitantes pueden ser parados, detenidos o expulsados si existe la sospecha de que llegan a Reino Unido para trabajar o instalarse sin cumplir con los nuevos requerimientos para el visado.
Se espera que el tráfico aéreo de pasajeros provenientes de la Unión Europea aumente 20 veces una vez levantadas las restricciones por la COVID-19, por lo que expertos advierten que el número de expulsados y detenidos aumentará.
La mayoría de las deportaciones ocurrieron en los controles gestionados por Reino Unido en varios puertos europeos y en la terminal del tren Eurostar en París, mientras que 738 fueron los expulsados después de llegar a Inglaterra por avión.
Con frecuencia, los pasajeros que llegan a los puertos y aeropuertos de Reino Unido son detenidos antes de ser deportados.
Los números publicados confirman una tendencia que tomó por sorpresa a visitantes de la UE que, después de haber cometido algunos errores accidentales respecto a las nuevas reglas, terminaron arrestados durante días en centros de detención.
Muchos otros fueron forzados a pasar horas, o la noche entera, encerrados en aeropuertos esperando a ser trasladados en vuelos de regreso.
Después de que The Guardian y otros medios informaran sobre la detención de ciudadanos de la Unión Europea, el Ministerio de Interior ordenó que, siempre que sea posible, se les otorgue la libertad bajo fianza para que puedan quedarse con amigos o parientes hasta que accedan a un vuelo de regreso.
El Ministerio de Interior también aclaró que las personas con entrevistas de trabajo no deberían ser expulsadas, aunque esto ha sucedido en reiteradas ocasiones.
Si bien no es obligatorio declarar los motivos de la visita, el visitante debe demostrar ante los agentes que “se marchará de Reino Unido al finalizar su estancia”, que “no vivirá en Reino Unido por períodos extensos” y que “no participará de actividades ilícitas”. También debe contar con “fondos suficientes”.
Las guías de actuación en los puestos de control de la frontera incluyen seis razones por las que dudar de la historia de una persona. Entre ellas, la falta de trabajo en el país natal de quienes tienen a la mayoría de su familia en Reino Unido o que la “información dada” no sea “creíble”.
Ambiente hostil
El tráfico de pasajeros provenientes de la UE disminuyó entre un 94% y 97% interanual durante el primer trimestre de este año, según la Autoridad de Aviación Civil.
“Es probable que este número aumente”, dice Marley Morris, director asociado del Instituto de Investigación de Políticas Públicas. Morris recuerda que el Brexit ha acabado con la libertad de circulación entre la Unión Europea y Reino Unido. “Se les negará la entrada a muchas personas”.
Morris dice que los datos del primer trimestre muestran cambios importantes en las tendencias migratorias:mientras disminuye el flujo de trabajadores de la UE, las solicitudes de visados de trabajo desde Hong Kong están en alza.
“Si esta tendencia continúa, tendrá un gran impacto en el mercado laboral y en los patrones migratorios futuros”.
Naomi Smith, jefa ejecutiva de Best for Britain, pidió a la ministra de interior, Priti Patel, que se asegure de que los agentes de frontera conocen a fondo las nuevas reglas y las aplican de forma justa.
“A pesar de afirmar lo contrario, el Ministerio de Interior promueve un ambiente hostil para cualquiera que llegue a Reino Unido, incluso para los turistas. La ministra debe dar indicaciones claras al personal de frontera, mejorar la formación que reciben y garantizar que las personas que cometen errores accidentales sean tratados con comprensión y respeto”.
Un portavoz del Ministerio de Interior dice: “Los 3.294 ciudadanos de la UE a los que no se les otorgó permiso para entrar en Reino Unido no eran turistas y sugerir lo contrario es erróneo. Trabajamos en conjunto con nuestros socios de la UE para asegurar que los ciudadanos conozcan los nuevos requisitos y los revisen antes de viajar”.
“Ahora que ya no existe la libertad de circulación entre Reino Unido y la UE. Quienes vengan al país a vivir o a estudiar más de seis meses deben obtener antes de viajar el permiso necesario. La sociedad británica espera de nosotros que comprobemos que todo aquel que entra país tiene el derecho de hacerlo”.
Traducción de Julián Cnochaert