La preocupación de los ciudadanos por la inmigración se ha disparado en los dos últimos meses. El porcentaje de entrevistados por el CIS que identificó la inmigración como uno de los tres principales problemas de España se ha elevado hasta el 15,6%, cuando en junio era del 3,5%. Además, aumenta también la tasa de entrevistados que considera la inmigración como uno de las principales problemáticas que les afectan “personalmente”: en junio era del 1,4% y este septiembre se sitúa en el 5,4%.
El periodo, coincide con la llegada al poder del Gobierno de Pedro Sánchez, a la acogida de los refugiados del primer Aquarius, el aumento de llegadas de migrantes por mar, pero también con el auge del discurso del miedo a la inmigración que han extendido el Partido Popular y Ciudadanos, con frecuentes menciones al “efecto llamada” de las políticas migratorias del Gobierno y los bulos de Pablo Casado sobre “los millones de africanos” que están dispuestos a entrar en España.
Según los datos del último barómetro del CIS, la inmigración se sitúa como el quinto problema más relevante para los ciudadanos (el 15,5% lo señala en el 'top 3' de problemáticas), tras el paro (60,7%), la corrupción y el fraude (25,2%), los problemas de índole económica (24,8%) y los/as políticos/as en general, los partidos y la política (19,2%).
También por delante de la vivienda (solo la señalan el 2,5% de los encuestados), la sanidad (10,5%), los problemas relacionados con la calidad del empleo (8,1%) y la violencia contra la mujer (1,9%), entre otros.
La escalada hasta ese 15,4% de ciudadanos que identifica la inmigración como uno de los principales retos del país ha dejado el dato más alto desde febrero de 2010. En los últimos dos meses, se ha producido un gran salto en este indicador, pero el dato se mantiene lejos de los niveles de inquietud registrados por el CIS en el año 2006.
En ese año se produjo el mayor pico de llegada de migrantes a las costas españolas, a través de las Islas Canarias, en lo se conoció como la “crisis de los cayucos”. En septiembre de ese año, el 59% de la población situaba este tema como uno de los que más le preocupaba.
El CIS también pregunta a los encuestados “¿cuál es el problema que a Usted, personalmente, le afecta más? ¿Y el segundo? ¿Y el tercero?”. En este caso, los ciudadanos perciben el “problema” como algo directo que les perjudica. Según el barómetro de septiembre, un 5,4% de los ciudadanos percibía la inmigración de este modo, mientras que en septiembre de 2017 la cifra era de un 2,6%.
Acnur ha advertido del peligro de estos discursos
Las ONG y organismos internacionales como Acnur han mostrado su preocupación en diferentes ocasiones ante el posible efecto que los discursos políticos de alarma ante la inmigración pueden tener sobre la percepción de esta como un problema por parte de la ciudadanía, así como la sobredimensión de las cifras de llegadas de migrantes a las costas españolas.
El líder del PP, Pablo Casado, ha afirmado que “no es sostenible un Estado de bienestar que pueda absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa”, entre otras proclamas antiinmigración. Por su parte Ciudadanos ha extendido el discurso del miedo desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, con campañas sobre la supuesta inseguridad ciudadana que genera, por ejemplo, el top manta.
La representante de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en España, Francesca Friz-Prguda, recriminó el pasado 16 de agosto la narrativa del líder del PP, Pablo Casado. “No es correcta” ni “se corresponde con la realidad”, apuntó.
Friz-Prguda defendió que ni hay “millones” de migrantes intentando llegar a España ni existe una “avalancha” de pateras hacia las costas europeas. “Cualquier demonización de estas personas nos preocupa enormemente”, defendió la representante de la ONU, y apeló a “la responsabilidad” de los políticos.
Aunque las llegadas de migrantes a las costas españoles están aumentando este año respecto al pasado, según las cifras de Acnur, los datos demuestran que ni Europa ni España viven una “crisis migratoria”. El incremento de migrantes que arriesgan su vida con la intención de llegar a España, en cualquier caso, no es una cuestión nueva: se lleva produciendo desde el año 2016.