El 16 de abril, a las 18:58 horas, la tierra temblaba en Ecuador. Con una magnitud de 7,8 el seísmo fue el más destructivo desde los terremotos de 1987.
El terremoto provocó 660 víctimas mortales y más de 27.000 heridos. Un mes después, 29.000 personas viven en albergues y refugios temporales.
Equipos de MSF trabajan en las zonas más afectadas de Manabí y Esmeraldas realizando consultas médicas, entrega de kits sanitarios para la atención de heridos, donaciones de artículos de primera necesidad y llevando a cabo sesiones de salud psicosocial y de prevención y promoción de la salud mental.