La policía de Macedonia ha lanzado este viernes granadas aturdidoras contra los refugiados que intentaban atravesar el paso fronterizo con Grecia, después de que ayer el Gobierno decretase el estado de emergencia en las fronteras ante la gran cantidad de personas que intentaron intentar en el país. En su mayoría se trata de personas que proceden de países en conflicto, como Afganistán, Siria o Iraq.
Según la agencia de noticias griega AMNA, los agentes intentaron dispersar a unas 2.000 personas, en su mayoría refugiados, que estaban bloqueados en Eidomeni, el paso fronterizo del sur de la Antigua República Yugoslavia de Macedonia.
Los incidentes han provocado dos heridos, según AMNA, que fueron trasladados al centro de salud de Polykastro, en territorio griego.
Según cifras oficiales, más de 40.000 personas han llegado en Macedonia en los dos últimos meses. Los medios locales apuntan a que al menos 1.500 de ellos están a la espera de poder atravesar el paso fronterizo de Eidomeni.
La frontera, según la prensa, está bloqueada desde el miércoles, por lo que grupos de mujeres, hombres y niños resisten las altas temperaturas sin tener un sitio donde alojarse ni poder acceder a los servicios básicos. En esa zona solo operan los voluntarios de las organizaciones no gubernamentales que les proporcionan comida y asistencia médica básica.