Cómo Escrivá planea introducir en el mercado laboral a miles de trabajadores extranjeros
Introducir trabajadores extranjeros en los sectores con baja ocupación para responder a los “cuellos de botella” del mercado laboral. Es el principal objetivo de la reforma de la normativa de Extranjería que prepara el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, con la que pretende “flexibilizar” el sistema de autorizaciones de residencia y empleo, así como reforzar las contrataciones desde los países de origen.
Repasamos algunas de las claves del borrador del real decreto, adelantado por El País y al que ha tenido acceso elDiario.es, que se encuentra en una fase inicial y puede estar sujeto a cambios tras la revisión de otros ministerios y las aportaciones de la sociedad civil.
¿Es una regularización masiva?
No se trata de una regularización generalizada de la población inmigrante que reside en situación irregular en España, como la solicitada desde hace dos años por cientos de organizaciones y movimientos sociales, que ahora trabajan en una campaña de recogida de firmas para presentar una iniciativa legislativa popular con este objetivo.
La reforma que prepara el Ministerio busca rebajar los requisitos impuestos para las autorizaciones de residencia y trabajo, tanto de estudiantes como de ciudadanos que ya vivan en España de forma irregular o de quienes residan en el extranjero y puedan ser contratados en origen. Si sale adelante, la medida podría regularizar a miles de personas que en estos momentos no tienen posibilidades para conseguir los papeles o contratar a más trabajadores dese los países de origen pero de una forma quirúrgica, estudiando caso a caso y ligando los permisos de residencia a la situación del mercado laboral.
¿Por qué el Ministerio considera necesaria esta reforma?
Las razones son principalmente económicas. Desde su toma de posesión, el ministro siempre ha ligado sus planes de flexibilizar la normativa de Extranjería con la importancia de la inmigración para sostener el mercado laboral y el Estado de Bienestar.
El Ministerio considera que la normativa actual tiene “diversos defectos”, pues “no es lo suficientemente ágil para responder a los cuellos de botella que se producen en el mercado laboral”, en un contexto de reactivación económica tras la pandemia, envejecimiento de la población y reducción estructural de la población activa. A ello se suma un modelo migratorio que Inclusión considera “poco eficiente” debido a sus requisitos y complicados procedimientos que “incentivan” las llegadas irregulares y la economía sumergida, según su argumentario.
¿Cuáles son los principales cambios planteados?
- Conceder permisos de trabajo a estudiantes y extranjeros reagrupados en España, que antes tenían permiso para residir pero no para trabajar.
- Abrir una nueva vía para que las personas sin papeles puedan regularizar su situación: a través de cursos formativos en sectores laborales donde se necesite mano de obra.
- Facilitar el trabajo por cuenta propia a las personas extranjeras, quienes ahora se encuentran muchos obstáculos
- Reforzar la contratación desde sus países de origen de trabajadores extranjeros a través de distintas vías.
¿En qué podría beneficiar a las personas que ya vivían en España sin papeles?
La principal novedad tiene que ver con una nueva figura: el “arraigo para la formación”. Las personas que acrediten vivir en España durante mínimo dos años y carezcan de antecedentes penales podrán acceder a un permiso de residencia de un año de duración –prorrogable a otro año– si se comprometen a “realizar una formación para el empleo reglada o a obtener una acreditación oficial de las cualificaciones profesionales” de sectores que necesiten mano de obra.
Una vez finalizada la formación, los interesados podrán presentar una solicitud de residencia y trabajo, siempre que prueben haber superado sus cursos y presenten un contrato de trabajo que garantice al menos el salario mínimo interprofesional, según el borrador preliminar. El permiso recibido por esta vía será de dos años.
También rebaja algunos de los requisitos de otras vías ya existentes para conseguir los papeles: el arraigo social y laboral.
¿Cómo se va a ampliar la contratación de trabajadores extranjeros en sus países de origen?
La mayor novedad se refiere a un nuevo modelo de los programas de “migración circular”, pensados para contratar a grupos de personas de forma temporal con el compromiso de que regresen a su país una vez terminada su actividad laboral. Se trata de un mecanismo utilizado actualmente para la contratación de personal extranjero, la mayoría marroquí, en el sector agrícola durante las campañas de recolección, que la reforma pretende ampliar a otros sectores.
El borrador plantea que estas autorizaciones de trabajo tengan una duración de cuatro años, por periodos máximos anuales de nueve meses. Y, si el empleado cumple con el regreso a su país durante este tiempo, podrá solicitar tras el primer periodo de cuatro años una autorización de residencia y trabajo de dos años en España, con la que podrá trabajar por cuenta ajena y propia.
¿Y habrá otras vías para que empresas en España contraten de forma estable a personal extranjero?
Hasta ahora, las contrataciones estables desde sus los lugares de origen de potenciales empleados extranjeros están limitadas por el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, que establece en qué profesiones se necesita mano de obra y, por tanto, en cuáles es posible fichar a trabajadores en otros países. Sin embargo, según el diagnóstico de Inclusión, el actual modelo de este catálogo, que no ha sufrido modificaciones desde el año 2012, “genera un efecto embudo para las necesidades de las empresas que, pese a requerir mano de obra en sus diferentes modalidades, encuentran que no pueden acceder a ella porque los puestos de trabajo que ofertan no se encuentran reflejados” en él.
El Ministerio plantea la modificación de este catálogo. El borrador propone la revisión trimestral del listado de profesiones con escasa mano de obra a través de la “información suministrada por los servicios públicos de empleo autonómicos”.
Si una empresa quisiera fichar a un trabajador en un sector que no se encuentre incluido en este catálogo, el Ministerio apuesta por abrir una puerta a su contratación si el empleador “acredita ante la Oficina de Extranjería la dificultad de cubrir los puestos de trabajo vacantes con trabajadores ya incorporados en el mercado laboral interno”. Para ello, Extranjería valoraría el informe presentado por los servicios de empleo público y la urgencia de la contratación planteada por la compañía. Además, la compañía deberá presentar durante cinco días una oferta de empleo para asegurarse que no hay personal en España preparado para dicho puesto, según el borrador.
¿Qué dicen los sindicatos?
UGT y CCOO se han mostrado en contra de que el Ministerio haya elaborado este borrador sin tenerles en cuenta. Ambos sindicatos han lanzado un comunicado conjunto para recordar que la política migratoria en lo laboral es “una materia de diálogo social” desde 2004. Además consideran “clasista” el planteamiento Inclusión porque “transmite a la sociedad española la idea de que hay unos migrantes más aceptables que otros”. Las agrupaciones sostienen que Escrivá. “Lamentamos igualmente que, por una parte, se llegue a la conclusión de que hay puestos de trabajo que no se cubren porque deben mejorar sus precarias condiciones y, por otra, se asuma que estas condiciones si son aceptables para los trabajadores migrantes”, critican.
¿Cuántos puestos vacantes hay en España?
A pesar de que en España hay tres millones de personas desempleadas, el número de puestos vacantes sin ocupar en 2021 alcanzó los 109.085, la inmensa mayoría en el sector servicios (88%), según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de las cifras más altas cifras de la última década.
¿En qué sectores se concentran los puestos sin cubrir?
Las actividades con más puestos sin cubrir son del sector público, entre las que destacan 31.521 vacantes en “Administración Pública y defensa; Seguridad Social obligatoria” y 12.903 puestos en “Actividades sanitarias y de servicios sociales”, atendiendo a los datos del INE de 2021. La segunda actividad con más vacantes es el “Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas”, con 13.480 vacantes. La construcción, otro sector en el que las patronales aseguran que enfrenta escasez de personal cualificado, tuvo 6.307 puestos vacantes sin ocupar. La hostelería, que ha centrado muchos titulares sobre una supuesta falta de camareros, presenta 4.444 vacantes. Los expertos apuntan a que la baja ocupación de estos sectores se encuentra en los bajos salarios y la escasa formación.
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