España retrocede en el cumplimiento de la agenda de la ONU contra la pobreza

Casi dos años después de que España se sumara, junto a 192 estados, a la Agenda 2030 para erradicar la pobreza y luchar contra el cambio climático, el país no cumple ninguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por Naciones Unidas. Según los resultados del Índice de los ODS, que evalúa el grado de cumplimiento de esta agenda en 157 países, ha retrocedido en algunos de los escasos avances alcanzados en 2016, sobre todo en materia de igualdad de género.

Así, aunque el Estado español mejora su posición en el ranking mundial y avanza del puesto 30º al 25º, aún le queda un largo camino por recorrer. Según matizan los autores del informe, la Sustainable Development Solutions Network (SDSN) de Naciones Unidas y la Fundación Bertelsmann, los progresos en la clasificación se deben “probablemente” más a los cambios de la metodología y la introducción de nuevos criterios que a una mejora real en los logros de los ODS.

De esta manera, España suspende, sobre todo, en el cuidado de los ecosistemas marinos (ODS 14). Los peores resultados los obtiene también en los ODS relacionados con el cuidado del medioambiente (15), la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero (13) así como con las condiciones laborales “decentes” (8), debido principalmente al paro juvenil, y el consumo y la producción responsables (12).

Todos ellos figuran en el documento en rojo, el color que indica un “suspenso” en el cumplimiento de los objetivos. El resto, entre ellos la reducción del hambre y la pobreza, los avances en la salud de la población o el acceso a una educación de calidad, varían entre amarillo y naranja, que demuestran una consecución algo mayor, algo así como un “aprobado”, pero lejos de alcanzar la meta.

En la clasificación no hay ninguno de color verde, el mayor grado de cumplimiento. El único “verde” que España había conseguido en el pasado informe, en el ODS 5 de igualdad de género, ha sufrido un revés y ha caído al amarillo, sobre todo por la bajada notable en el indicador que mide el número de mujeres parlamentarias y otros como la brecha salarial. La igualdad de género es una asignatura pendiente en todos los países, incluido los que lideran la clasificación y cumplen con varios objetivos: Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega.

El impacto “negativo” en los países pobres

Por el contrario, los países que salen peor parados en la lista son República Centroafricana, Chad y República Democrática del Congo. La medición de los objetivos también ha tenido en cuenta este año lo que han denominado “efectos secundarios adversos”, que se basa en la idea de que un país no puede limitarse a alcanzar la meta de desarrollo sostenible dentro de sus fronteras e impedir, con sus acciones y políticas, que los países empobrecidos lo logren.

El hecho de que se mida que los países ricos no solo no cumplen los objetivos sino que sus decisiones tienen efectos en la implementación de la agenda en países pobres es una “importante innovación”, según ha explicado el profesor Javier Benayas, de la Universidad Autónoma de Madrid, durante la presentación del índice este miércoles.

Estos “efectos secundarios negativos” vienen causados por el modelo de desarrollo de los estados de rentas más altas y tienen en cuenta, por ejemplo, los “elevados” niveles de consumo, la importación de productos que conllevan emisiones, los paraísos fiscales y o la exportación de armas. Los recortes en la Ayuda Oficial al Desarrollo, considerada como un elemento positivo en estos países, también han afectado a los resultados de España a nivel global, explica Benayas.

“Estados Unidos sale tan penalizado –en el puesto 42– porque los que han elaborado este ranking culpabilizan a la actual administración norteamericana de su salida de la lucha contra el cambio climático, su falta de voluntad en el multilateralismo y tantas actitudes negativas a la hora de consolidar lo que yo denomino la 'globalización de la solidaridad”, ha afirmado el exministro de Asuntos Exteriores y actual presidente de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), Miguel Ángel Moratinos.

Moratinos también ha pedido al Gobierno que se “involucre más” para cumplir las metas y ha instado a que la acción exterior española tenga como centro esta agenda de sostenibilidad. “Si hablamos con Marruecos, ODS. Si hablamos con Burkina Faso, ODS. Si hablamos con República Dominicana, ODS”, ha reiterado el presidente la rama española de la SDSN.

La agenda 2030, aprobada por los 193 países miembros de la ONU, se fijó en 2015 en la cumbre de Nueva York, que reunió al mayor número de líderes de la historia. Incluía varias áreas clave, entre ellas, la protección del planeta, la erradicación del hambre y la pobreza, la prosperidad y la paz. “Esta agenda nos da un cierto optimismo, nos da una esperanza y nos ofrece un camino diferente, de bienestar y justicia, de paz y seguridad. ¿Por qué no la escogemos?”, se ha preguntado Moratinos. “Nuestra apuesta para el próximo año debe ser seguir mejorando en el ranking”, ha sentenciado.