España tiene muchos deberes pendientes de cara a la estrategia de la ONU conta la pobreza. Los líderes de 193 estados firmarán esta semana un compromiso con el desarrollo mundial en la 'Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible'. La hoja de ruta para reducir la pobreza y cuidar el medio ambiente en los próximos 15 años presenta una novedad: ya no son objetivos diseñados por los “países ricos” para los empobrecidos, sino que afectan a todos los estados. España debería atajar problemas como la pobreza que afecta a sus ciudadanos y la exclusión sanitaria, entre otros, según un informe de Oxfam Intermón, en colaboración con Unicef.
La Agenda 2030 “es más ambiciosa que su predecesora, los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, indica el informe presentado este jueves en Madrid. En el año 2000, la ONU estableció ocho metas (los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”, ODM) para reducir la pobreza en el mundo y dar más oportunidades a los países empobrecidos. Ahora, 15 años después y finalizado el balance de los éxitos y los fracasos, los líderes mundiales se reúnen desde el 25 al 27 de septiembre para poner el sello final a la nueva hoja de ruta hasta 2030.
Oxfam Intermón y Unicef publican este estudio sobre los ámbitos en los que España debe hacer más esfuerzos. “Las secuelas de la crisis y los retrocesos habidos en materia de derechos y bienestar” nos han alejado de las niveles que fijará Naciones Unidas, indican, por lo que proponen medidas para alcanzar las nuevas metas. Cada país debe mirar de puertas para adentro en la lucha por el desarrollo, además de contribuir con los que menos tienen fuera de sus fronteras.
La Agenda presenta novedades, como la inclusión del cuidado de los recursos naturales en el progreso de las personas. Se propone poner punto final al hambre el mundo y a la pobreza extrema (la tasa de personas con ingresos inferiores a 1,25 dólares). Y en la lucha de la pobreza se acuerda un compromiso más amplio, que afecta más a los países ricos, como España: “Reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales” para 2030.
Un 22,2% de españoles bajo el umbral de la pobreza
Para saber qué población española se puede acoger a esta definición, el estudio se remite a dos conceptos utilizados para medir la pobreza en España. Por un lado, el índice Arope, la tasa de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, de referencia en la UE en los últimos años. Este indicador se calcula con tres variables: el riesgo de pobreza, la carencia material y la baja intensidad en el empleo. Según los últimos datos (calculados con indicadores del 2013), un 29,2% de la población española se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social: 13,6 millones de personas.
Si se toma solo el valor de la tasa del riesgo de pobreza (sin las privaciones materiales ni el empleo), los últimos datos (2013) del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que un 22,2% de los españoles vive por debajo del umbral de la pobreza. Este umbral, que mide más la desigualdad, indica qué personas con ingresos inferiores al 60% de la mediana del total en España. Ese 22,2% se traduce en 10,3 millones de personas.
España está obligada a sacar de la pobreza a cinco millones de personas para 2030.
Aunque ya hemos alcanzado otros compromisos previos. En la Estrategia Europea de 2020, los países de la UE se comprometieron a librar a 20 millones de personas del riesgo de pobreza y exclusión social. Los datos de referencia son los de 2008, cuando en Europa había 116 millones de ciudadanos en esa situación; la meta se estableció en dejar esa cifra en 96 millones. A España, le corresponde sacar a 1,4 millones de españoles de esta situación para entonces.
Oxfam Intermón y Unicef recomiendan atacar la pobreza con “un sistema de garantía de unos ingresos mínimos” para cubrir las necesidades de todos las personas más vulnerables. También un Pacto de Estado por la Infancia, ya demandado por Unicef, dados los altos índices de pobreza infantil: alrededor de uno de cada tres niños españoles se encuentran en riesgo de pobreza.
Las organizaciones piden revertir la tendencia actual: España ha reducido su inversión en Infancia casi un 15% desde 2010.
“Derogar el decreto 16/2012”
Según el informe, la reforma sanitaria del Gobierno de 2012 es incompatible con los nuevos objetivos de Naciones Unidas. En una de sus metas del Objetivo 3, la agenda establece “lograr la cobertura sanitaria universal, en particular la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todos”.
El estudio entiende que la sanidad universal no queda garantizada con la exclusión de cientos de miles de personas de la atención pública normalizada desde hace tres años. El nuevo plan del Gobierno, de devolver parte de los servicios retirados, no sería suficiente ya que estas personas seguirían sin tener acceso a sus tarjetas, indica el estudio.
Una educación equitativa
La educación es otro pilar en el que España tiene que mejorar sus políticas. El informe recuerda que los recortes en educación complementaria (para ayudar a los alumnos más desfavorecidos) merman las oportunidades de los estudiantes a una educación igualitaria.
La tasa de abandono escolar temprano, aunque se ha reducido en casi 10 puntos desde 2008, “continúa siendo muy elevada, el 21,9% en 2014, prácticamente duplicando la media de la UE28 (11,1%) y lejos de la meta acordada, para España, en la Estrategia Europea 2020, del 15%”.
Oxfam y Unicef recomiendan aumentar los recursos públicos destinados a la educación, situando el presupuesto al menos en un 7% del PIB en 2020.
Reducir la desigualdad
Los ODM fijados en el año 2000 fueron diseñados de espaldas a la desigualdad, según ha demostrado el balance final de la ONU. Ahora, figura como una de las incorporaciones más destacadas de la Agenda 2030. En 15 años, los estados deben “lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población a una tasa superior a la media nacional”.
La crisis ha incrementado las diferencias entre los que más y los que menos tienen en España. “Con un índice de Gini [que mide la relación entre los ingresos del 10% más rico de la población y los del 40% más pobre] en 2014 del 34,7%, es uno de los países más desiguales de Europa”, indica el informe. Oxfam recomienda aumentar los impuestos “para las rentas más altas y las grandes empresas” y “legislar contra la evasión fiscal” de manera efectiva, entre otras medidas, para combatir este aspecto.
Igualdad de género
Naciones Unidas exige que en 2030 la discriminación por motivos de género sea cosa del pasado. “Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo”, reza la Agenda 2030 en su Objetivo 5. Una de las manifestaciones de estas diferencias es la brecha salarial, que se ha incrementado durante la crisis “hasta un 19,3% de media en 2013, superior al 16,4% de la UE28”, denuncia el estudio.
Esta y otras muestras de desigualdad pueden paliarse con “medidas de conciliación de la vida familiar y laboral” y con educación orientada a “cambiar las ideas y remover los estereotipos y prejuicios sobre los roles de hombres y mujeres”. El Gobierno ha vuelto a retrasar este verano la ampliación a un mes del permiso de paternidad hasta 2017.
Cuidado de los recursos naturales
Las Naciones Unidas han destacado la inclusión de la sostenibilidad a la nueva agenda como uno de los puntos más innovadores. El Objetivo 12 exige “lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos” y “reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per capita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores”.
Oxfam recuerda que España es “el sexto país de la UE en desperdicio de recursos, con 7,7 millones de toneladas en 2010”. Naciones Unidas señala el reciclaje como una de las vías para optimizar el consumo y, aquí, también tenemos mucho margen de mejora: “Las cuotas actuales de reciclaje son todavía bajas, estando entre el 17% y el 30%, según las fuentes, muy alejadas ambas del 42% de media de la UE”.