Un grupo de integrantes del colectivo internacional Pallasos en Rebeldía se ha desnudado frente a la valla de Melilla y ha llevado a cabo un intento simulado de salto para denunciar “la injusticia y la violación de los derecho” producidos en la alambrada fronteriza. “Ante los muros de opresión, de vergüenza y de silencio cómplice, toda la humanidad está desnuda”, han afirmado los artistas.
En un intento de salto simulado, los payasos, ataviados con sus narices rojas y coloridos atuendos, han escalado la valla fronteriza, a la vez que han realizado algunas acrobacias en lo alto de la misma alambrada que separa Marruecos de España.
La intervención ha finalizado con un desnudo integral de los artistas son el objetivo “demostrar que el conjunto de la humanidad, al igual que todas las personas que intentan cada día atravesar este muro de la vergüenza, está sumida en el desamparo y la desprotección ante la opresión y la barbarie que ejerce el estado español a lo largo de la frontera. Posteriormente, el portavoz del colectivo, Iván Pardo, ha sido ”interrogado“ e identificado junto a tres fotógrafos independientes, según ha confirmado este a este medio.
No es la primera vez que Pallasos en Rebeldía se quita la ropa frente a un muro. El grupo de payasos también lo ha hecho con anterioridad en otras fronteras del mundo, como el bloque rodeado de minas antipersona que el gobierno marroquí mantiene en el Sáhara Occidental o la barrera israelí de Cisjordania.
Durante la acción, Iván Prado, portavoz del colectivo, ha recordado que Pallasos en Rebeldía “utiliza, ante la injusticia, sus armas: la nariz roja, la sonrisa y el humor”, ha informado el colectivo a través de un comunicado. “No hay frontera que el circo no pueda atravesar ni ninguna barrera derrumbar. Los payasos no son más que el niño que, a los hombros del adulto, se atreven a señalar al emperador y gritarle que está desnudo”, añade.
Con esa voluntad, “Pallasos en Rebeldía se desnuda ante la vergüenza del poder y el silencio colectivo que se extiende a lo largo de los doce kilómetros entre la frontera de Marruecos y España en la ciudad de Melilla”, concluye.