Alrededor de 30.000 refugiados Centroafricanos han llegado a la ciudad fronteriza de Garoua Boulai en Camerún desde enero de 2014, la mayoría son musulmanes que huyen de los ataques de las milicias Anti-Balaka en RCA
El ejercito Francés se desplegó en República Centroafricana en diciembre de 2013 en un intento de estabilizar el país y evitar que se viera abocado al caos.
Tanto los ex-Seleka como las milicias Anti-Balaka están acusados de atrocidades contra la población civil, incluyendo asesinatos, violaciones, mutilaciones y saqueos
Asociaciones locales como la AMCGB (Asociación Musulmana y Cultural de Garoua Boulai) registran y distribuyen comida y ropa entre los desplazados, especialmente los que no están bajo la tutela de Naciones Unidas, quien ha construido un campo de refugiados que alberga a casi 8.000 personas a unos 25 km de Garoua Boulai.
Mujeres refugiadas hacen cola frente a la sede de una organización humanitaria local esperando la distribución de comida y ropa. El trabajo de estas organizaciones locales es vital para asegurar la atención a los miles de refugiados que no están bajo tutela de Naciones Unidas o que han preferido quedarse a vivir temporalmente en los barrios de Garoua Boulai, acogidos por familiares o vecinos que les han abierto las puertas de sus casas./Albert Masias
Mujeres refugiadas hacen cola frente a la sede de una organización humanitaria local esperando la distribución de comida y ropa. El trabajo de estas organizaciones locales es vital para asegurar la atención a los miles de refugiados que no están bajo tutela de Naciones Unidas o que han preferido quedarse a vivir temporalmente en los barrios de Garoua Boulai, acogidos por familiares o vecinos que les han abierto las puertas de sus casas./Albert Masias
Erikia Hassan tiene 18 años y llegó en enero a Garoua Boulai junto a sus padres huyendo de la violencia contra las comunidades musulmanas en RCA. Actualmente viven en casa de unos familiares, su hijo todavía no tiene nombre pero ya ha nacido refugiado./Albert Masias
Erikia Hassan tiene 18 años y llegó en enero a Garoua Boulai junto a sus padres huyendo de la violencia contra las comunidades musulmanas en RCA. Actualmente viven en casa de unos familiares, su hijo todavía no tiene nombre pero ya ha nacido refugiado./Albert Masias
En el campo de refugiados de Adf, a las afueras de Garoua Boulai viven alrededor de 700 personas. El campo fue financiado gracias al dinero que recogieron un grupo de asociaciones musulmanas y humanitarias locales de todo Camerún./Albert Masias
En el campo de refugiados de Adf, a las afueras de Garoua Boulai viven alrededor de 700 personas. El campo fue financiado gracias al dinero que recogieron un grupo de asociaciones musulmanas y humanitarias locales de todo Camerún./Albert Masias
En el campo de refugiados de Adf, a las afueras de Garoua Boulai viven alrededor de 700 personas. El campo fue financiado gracias al dinero que recogieron un grupo de asociaciones musulmanas y humanitarias locales de todo Camerún./Albert Masias
En el campo de refugiados de Adf, a las afueras de Garoua Boulai viven alrededor de 700 personas. El campo fue financiado gracias al dinero que recogieron un grupo de asociaciones musulmanas y humanitarias locales de todo Camerún./Albert Masias
Ahbra Hamajora tiene 30 años y vive en el campo de Adf. Cuenta que es de los pocos supervivientes de su pueblo natal después de varios ataques de las milicias Anti-Balaka en diciembre de 2013. Ahbra es Zapatero y es el único refugiado del campo que ha continuado con su actividad anterior./ Albert Masias
Ahbra Hamajora tiene 30 años y vive en el campo de Adf. Cuenta que es de los pocos supervivientes de su pueblo natal después de varios ataques de las milicias Anti-Balaka en diciembre de 2013. Ahbra es Zapatero y es el único refugiado del campo que ha continuado con su actividad anterior./ Albert Masias
Mujeres refugiadas asisten al reparto de comida y ropa que realiza semanalmente la AMCGB (Asociación Cultural y Musulmana de Garoua Boulai). Esta asociación también lleva el registro de los refugiados que viven en los barrios de la ciudad y se coordina con las organizaciones humanitarias internacionales para asegurar la asistencia al máximo de personas desplazadas posible./ Albert Masias
Mujeres refugiadas asisten al reparto de comida y ropa que realiza semanalmente la AMCGB (Asociación Cultural y Musulmana de Garoua Boulai). Esta asociación también lleva el registro de los refugiados que viven en los barrios de la ciudad y se coordina con las organizaciones humanitarias internacionales para asegurar la asistencia al máximo de personas desplazadas posible./ Albert Masias
La asociación AMCGB registra a los nuevos refugiados llegados a los barrios de Garoua Boulai para encargarse de la distribución de comida que ha mandado una organización humanitaria desde Yaundé, capital de Camerún./ Albert Masias
La asociación AMCGB registra a los nuevos refugiados llegados a los barrios de Garoua Boulai para encargarse de la distribución de comida que ha mandado una organización humanitaria desde Yaundé, capital de Camerún./ Albert Masias
Ahmad Amad tiene 60 años y cruzó la frontera con parte de su familia en enero. Ahora vive en casa de unos familiares y desde que llegó no ha salido de su casa ya que esta gravemente enfermo y su familia no tiene los recursos económicos suficientes para llevarlo al hospital./Albert Masias
Ahmad Amad tiene 60 años y cruzó la frontera con parte de su familia en enero. Ahora vive en casa de unos familiares y desde que llegó no ha salido de su casa ya que esta gravemente enfermo y su familia no tiene los recursos económicos suficientes para llevarlo al hospital./Albert Masias
Voluntarios de una asociación local observan las fotografías de los Anti-Balaka apostados en el lado centroafricano de la frontera que se encuentra a pocos centenares de metros de su casa. En los últimos meses los Anti-Balaka se han armado fuertemente, mucho del material militar proviene de antiguos soldados del presidente derrocado François Bozizé que después del golpe de Estado escondieron las armas para recuperarlas ahora./Albert Masias