Se cumplen seis meses del estallido de la campaña militar en el estado birmano de Rakhine que ha expulsado a más de 680.000 personas de esta etnia musulmana a la vecina Bangladesh
Los refugiados se establecen en campos superpoblados cuyas precarias condiciones han provocado la aparición de miles de casos de enfermedades como el sarampión y la difteria
Myanmar y Bangladesh han pactado repatriar a miles de rohingyas, pero la población sigue huyendo y narrando la violencia en Rakhine: arrestos, desapariciones, saqueos, incendios premeditados de sus casas y agresiones sexuales