Como hace tres años, al llegar marzo, las comunidades dedicadas al pastoreo de esta región autoproclamada independiente de Somalia alzan la mirada al cielo buscando la lluvia, pero solo reciben una ráfaga de viento polvoriento que lo seca todo
La población, mayoritariamente nómada, perdió su ganado y con ello, sus medios de vida: ya no se migra persiguiendo la temporada de lluvias, hoy se huye de la sequía, un fenómeno cada vez más agravado en todo el mundo por el cambio climático
Las consecuencias de la sequía de 2016 que afectó a todo el Cuerno de África son implacables: en Somalilandia y Somalia, unas 4,9 millones de personas padecen inseguridad alimentaria y hay 2,6 millones de desplazados, según Oxfam Intermón
Miles de personas llegaron al campo de personas desplazadas de Dar Agg después de haber perdido todos sus animales y peregrinar por el desierto hasta encontrar este valle que cuenta con una escasa fuente de agua. Foto: Pablo Tosco / Intermón Oxfam
Miles de personas llegaron al campo de personas desplazadas de Dar Agg después de haber perdido todos sus animales y peregrinar por el desierto hasta encontrar este valle que cuenta con una escasa fuente de agua. Foto: Pablo Tosco / Intermón Oxfam
Asia Abdelaiz es promotora de salud en la comunidad de Docoloha. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Asia Abdelaiz es promotora de salud en la comunidad de Docoloha. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Alí recarga un bidón de agua colocado al lado de las letrinas utilizado para el lavado de manos. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Alí recarga un bidón de agua colocado al lado de las letrinas utilizado para el lavado de manos. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Un grupo de jóvenes recoge agua de un pozo en la comunidad de Docoloha. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Un grupo de jóvenes recoge agua de un pozo en la comunidad de Docoloha. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Un grupo de mujeres desplazadas por la sequía cargan bidones para ser rellenados de agua. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Un grupo de mujeres desplazadas por la sequía cargan bidones para ser rellenados de agua. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Zahara Chaama perdió sus 45 cabras, lo único que tenia para alimentar a su familia, cuando las lluvias desaparecieron, los pastos no crecieron y las fuentes de agua se secaron. Junto a su familia y comunidad, durante meses atravesó el desierto buscando un lugar con agua para refugiarse. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Zahara Chaama perdió sus 45 cabras, lo único que tenia para alimentar a su familia, cuando las lluvias desaparecieron, los pastos no crecieron y las fuentes de agua se secaron. Junto a su familia y comunidad, durante meses atravesó el desierto buscando un lugar con agua para refugiarse. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Aisha Mahamat es una de las promotoras de salud comunitaria de Docoloha. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Aisha Mahamat es una de las promotoras de salud comunitaria de Docoloha. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
Magamat es el responsable de la unidad de desalinización de la comunidad de Eilmidgan. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón