El virus del ébola, Gaza, Sudán del Sur, Siria, Irak... Mientras las crisis humanitarias se amontonan unas sobre otras, mientras unas arrebatan portadas a las ya relegadas al silencio, la necesidad de ayuda internacional se mantiene urgente. No obstante, las últimas emergencias han puesto de manifiesto la baja capacidad de respuesta de la recortada política de cooperación española.
La crisis en Gaza no se sanó con el alto el fuego. La emergencia continúa y se suma a las ya alarmantes condiciones de vida que el bloqueo israelí impone a la población palestina. Las Naciones Unidas piden una respuesta internacional de emergencia de 425,7 millones de euros. El Gobierno español ha enviado 478.335 euros, según la Agencia Estatal de Cooperación Internacional (AECID). Estos fondos se unen a aquellos destinados a los territorios ocupados palestinos, aprobados por España antes de la última ofensiva de Israel, cuyos objetivos se elaboraron sin tener en cuenta la situación de devastación que ha dejado la guerra. Según la AECID, la cantidad total ronda los 3 millones de euros en 2014. El recuento de Naciones Unidas estima que el Gobierno español ha aportado en 2014 cerca de dos millones de euros.
Oxfam Intermón considera que, para hacer frente a una crisis como la vivida en Gaza, la política de cooperación de un país debe actuar con fondos extraordinarios, y no únicamente con el presupuesto anual previsto para actuar sobre una zona cuyas características ya no son las que eran en el momento de la elaboración del plan de actuación. “Los objetivos de estos planes tienen una proyección a largo plazo y deben mantenerse. Lo que también tiene que hacer el Gobierno es efectuar nuevas aportaciones para intervenir cuando surgen emergencias”, argumenta Lara Contreras, responsable de incidencia política para acción humanitaria de la organización.
Una de las dos únicas ONG españolas seleccionadas por la ONU para actuar en Gaza en su plan de urgencia tras la guerra, ACPP, ha denunciado la “imposibilidad” de acceder a fondos estatales extraordinarios a través de convocatorias específicas, como recomienda Naciones Unidas. “El llamamiento de la ONU abarca las acciones prioritarias que pretende que sean respaldadas por la comunidad de donantes. Ellos nos dicen que recurramos a instituciones españolas para financiarlos, pero con la política de cooperación desmantelada, no se puede”, afirma José María Ruibérriz, coordinador de la acción en Gaza de Asamblea de Cooperación por la Paz.
“Los recortes están acabando con la respuesta a emergencias humanitarias apoyadas a nivel estatal. La AECID no ha lanzado convocatorias de emergencia para esta crisis, no hay mecanismo”, sentencia Ruibérriz.
La Agencia de Cooperación Española niega esta afirmación. “Es posible acceder a la financiación para emergencias a través de convocatorias públicas de ayuda humanitaria para proyectos y convenios”, defienden fuentes oficiales del organismo. Sin embargo, ninguna de las opciones incluye este carácter de urgencia. Las solicitudes de fondos para proyectos específicos se resuelven en un plazo de seis meses. Actualmente se están valorando propuestas y, según matizan desde la AECID, “habrá una nueva convocatoria a principios de 2015”.
Por su parte, los fondos destinados por España a paliar el brote de ébola en África Occidental no alcanzan el millón de euros. Tras más de cinco meses desde el inicio de la expansión de la enfermedad, el Gobierno ha enviado únicamente un total de 650.000 euros en ayuda humanitaria, según confirma la AECID. Su aportación supone el 0,3% de la totalidad de las donaciones internacionales destinadas a acabar con el virus, según las cifras de la ONU.
Las Naciones Unidas han solicitado a la comunidad internacional alrededor de 780 millones de euros para frenar el brote del virus, que ya ha acabado con la vida de al menos 2.917 personas, según la Organización Mundial de la Salud. Por el momento, se ha recaudado menos de la mitad: 271,7 millones de euros, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
El rol de España como actor humanitario comenzó a caer en picado en 2012. Los fondos destinados a ayuda humanitaria descendieron de 127,5 millones en 2010 a 12, y tres millones en 2013, según el análisis de Oxfam Intermón de los Presupuestos Generales del Estado.
En la actualidad, la partida de Ayuda Humanitaria y de Emergencia es de 26 millones de euros, según la Aecid. “Es una cifra ridícula para hacer frente a emergencias”, asevera Lara Contreras.