El Parlamento macedonio ha decidido este lunes ampliar hasta el 31 de diciembre el estado de emergencia en sus fronteras con Serbia y Grecia y, de facto, el cierre de éstas. Esta situación otorga al ejército el derecho a desplegarse en las fronteras para ayudar en las tareas de prevenir cruces ilegales.
“La decisión tiene el apoyo del Parlamento, porque estamos en una situación de gran crisis. La policía y el ejército han actuado bien hasta ahora y debemos darle la posibilidad legal de seguir haciéndolo”, ha señalado Vlatko Gjorchev, diputado del partido oficialista conservador VMRO-DPMNE durante el debate.
La situación de emergencia fue proclamada en agosto de 2015 al estallar masivamente la crisis de refugiados. El pasado noviembre, las fuerzas de seguridad macedonias alzaron una valla metálica de unos 20 kilómetros de longitud en la frontera con Grecia para detener los cruces ilegales de inmigrantes indocumentados.
Tras los atentados de Bruselas la semana pasada, el presidente macedonio, Gjorge Ivanov, ha afirmado que en los últimos meses ha estado advirtiendo a la Unión Europea de que muchos yihadistas han utilizado la ruta balcánica para entrar en Europa. La Antigua República Yugoslava de Macedonia es, tras Grecia, el segundo país que atraviesan los migrantes y refugiados en su camino hacia el norte de Europa.
Intérpretes para desmentir rumores
La coordinadora gubernamental griega de gestión de refugiados ha anunciado este lunes el envío de un equipo de intérpretes y funcionarios al campo de Idomeni para combatir los rumores sobre la apertura de fronteras, que en las últimas horas provocaron el aumento de las llegadas a la frontera macedonia. El Gobierno griego no ha concretado cuántos intérpretes irán a Idomeni y ha explicado que hay dificultades debido a la “falta de traductores fiables” que hablen árabe y farsi.
El representante de la coordinadora de gestión de refugiados, Yorgos Kyritsis, ha señalado en declaraciones a Efe que la fuente de estos rumores son en muchos casos mensajes en árabe en redes sociales y, a partir de ahí, el boca a boca. Junto a los intérpretes que informarán in situ, se instalará un sistema de megafonía para transmitir anuncios en diversos idiomas. Hasta ahora el Gobierno griego solo distribuía folletos en árabe, farsi y pastún en los que explica que las fronteras permanecerán cerradas y pide a los refugiados que cooperen con las autoridades y se vayan a campos organizados.
Además, hoy han empezado a llegar los primeros trabajadores de diversas agencias europeas, de los 4.000 funcionarios que espera Grecia para aplicar el acuerdo de inmigración con Turquía.
Mientras tanto las protestas continúan y un grupo de refugiados bloqueó hoy de nuevo la autopista Tesalónica-Evzoni que comunica la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) con Grecia, en un punto cercano a Idomeni, pidiendo que se abran las fronteras. En el centro de Tesalónica un grupo de activistas italianos llevó a cabo una protesta frente al ministerio de Macedonia-Tracia, contra el acuerdo de inmigración entre Turquía y la Unión Europea (UE).
El número de los refugiados repartidos en Grecia sumaba hoy a las 7.30 hora local (4.30 GMT) 50.146 personas, de los cuales 11.426 estaban en Idomeni, según los datos proporcionados por el Gobierno. La segunda mayor concentración de refugiados, después de Idomeni, está en el puerto del Pireo, con 5.467 personas viviendo en los muelles del mayor puerto de Grecia.
El número de nuevas llegadas a las islas griegas se mantiene baja estos días, aunque en las últimas 24 horas ha habido un pequeño repunte, con el arribo de 232 personas a las islas de Lesbos, Samos y Quíos.