Marlaska rechaza el reparto europeo de migrantes rescatados en el Mediterráneo si excluye a los que llegan a España

Efe/Desalambre

Las negociaciones en Bruselas para encontrar una solución temporal a la crisis de desembarcos de las personas rescatadas en el Mediterráneo continúan sin grandes avances. En la reunión informal de los ministros de Interior europeos de este jueves, Fernando Grande-Marlaska ha rechazado apoyar el mecanismo de distribución de los migrantes rescatados propuesto por Alemania y Francia por no incluir en el reparto a los náufragos rescatados en su intento de llegar a España, la principal ruta migratoria clandestina hacia la Unión Europea. 

La Comisión Europea instó este jueves a los Estados comunitarios a sumarse a los “acuerdos temporales” para responder a la llegada de buques cargados de migrantes y refugiados a través del Mediterráneo, con el fin de evitar las constantes disputas a la hora de encontrar un puerto de desembarco.

El asunto se abordó en una reunión informal de ministros de Interior de la Unión Europea, al término de la cual el comisario de Inmigración, Dimitris Avramópulos, explicó en una rueda de prensa que “la participación de una masa crítica (de países) es absolutamente necesaria para que esos acuerdos sean efectivos”.

“He pedido a todos los Estados miembros que participen”, dijo el comisario, quien valoró que Alemania y Francia estén liderando los esfuerzos para hacer realidad estos pactos “lo antes posible”.

Esos dos países abogan por impulsar un mecanismo temporal para resolver los desembarcos y distribuir a los migrantes rescatados en buques de ONG en el Mediterráneo, una idea que respaldan también Portugal, Irlanda, Rumanía, Luxemburgo, Holanda, Italia y Malta.

España no se opone a esos acuerdos temporales, pero pide que incluyan a todos los rescatados, tanto por barcos de ONG como por los buques de salvamento marítimo de cada Estado.

“Todos los migrantes rescatados en el Mediterráneo, independientemente de por quién hayan sido rescatados, deben entrar en la valoración de la relocalización en Europa”, explicó el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en declaraciones a Efe al término de la reunión.

El ministro aseguró que no sería justo que España, que cumple las obligaciones internacionales llevando a cabo salvamentos con buques estatales, tenga que asumir también a migrantes rescatados por ONG o pesqueros en otras partes del Mediterráneo.

“España es un país que cumple con sus compromisos internacionales y no puede ser que el país más solidario resulte perjudicado”, afirmó el responsable español, quien recordó que esta propuesta aún debe seguir siendo debatida a nivel de ministros.

Avramópulos subrayó, por su parte, la necesidad de abordar “las crecientes llegadas de inmigrantes a España”.

El comisario se mostró convencido, por otro lado, de que esos pactos temporales que los ministros han comenzado a debatir no llevarán a un “efecto llamada”.

También insistió en que estas soluciones no pretenden reemplazar al régimen europeo del asilo común, sino simplemente “servir de puente” hasta que exista un acuerdo en ese ámbito.

La reforma del régimen de asilo se encuentra bloqueada desde hace más de dos años por las divergencias entre los países, especialmente en cuanto al reparto de los solicitantes de protección internacional.

Por otra parte, la ministra de Interior de Rumanía, Carmen Dan, cuyo país preside el Consejo de la UE este semestre, confió en un acuerdo lo antes posible para resolver los problemas de gestión migratoria y llamó a la solidaridad entre los países europeos.

La ministra indicó que durante la reunión de hoy se abordó asimismo la necesidad de restablecer cuanto antes el área Schengen de libre circulación, poniendo fin a los controles que aplican, por distintos motivos, seis países europeos.

Francia lo hace desde 2015, tras los atentados de París, alegando riesgo terrorista, mientras que los otros cinco países -Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega (este último no es miembro de la UE)- los aplican desde 2016 para responder a los flujos migratorios, tras la llamada “crisis de los refugiados”.

La ministra rumana también insistió en que su país está preparado para incorporarse a Schengen y aseguró que durante estos meses de presidencia europea tratará de convencer a los Estados comunitarios aún reacios a permitir esa adhesión.