Más de 100 menores migrantes viven hacinados en el centro madrileño de Hortaleza, con capacidad para 35

EP/Desalambre

Un total de 140 menores de edad de diferentes nacionalidades se encuentran viviendo en la Residencia de Primera Acogida Hortaleza, que solo cuenta con 35 plazas. En declaraciones a Europa Press un educador social del centro, que ha preferido no revelar su nombre, ha explicado que las necesidades de los chicos se cubren “a duras penas”, por el alto número de jóvenes que están viviendo allí, lo que obliga a muchos a dormir en el suelo.

Tan solo unos pocos pueden dormir en camas. El resto lo hacen en el suelo, algunos en colchonetas y otros directamente sin nada, según ha afirmado tanto el educador como chicos que viven en este centro. El pasado viernes, una de las educadoras contaba a la Cadena Ser cómo los trabajadores del centro amenazan con dimitir en bloque porque no quieren ser partícipes del trato que están recibiendo los menores

La sobreocupación no solo afecta a la falta de camas, también a la alimentación, la ropa que dan a los jóvenes, su inserción y el tiempo que pasan allí hasta ser atendidos por los servicios sociales.

Respecto a la falta de comida, los jóvenes se quejan de que las raciones a veces son escasas y los alimentos del día anterior. Por su parte, el educador social ha reconocido que tienen que ajustar las comidas. “No está faltando comida como tal, no podrán repetir como ellos quieren repetir pero tienen su plato”, ha señalado. Igualmente, ha manifestado que a veces tiran la comida que no les gusta.

Por otro lado, en cuanto a la falta de ropa que los chicos manifiestan, el educador ha afirmado que es verdad que se les debería proveer de más ropa, pero que están cubiertos.

Asimismo, este trabajador del centro ha explicado que ahora mismo hay seis educadores sociales por turno, una situación en la que faltan siete educadores según el ratio, lo que provoca que la intervención educativa “sea mala”. El centro cuenta con una escuela con 30 plazas, que no da abasto por la sobreocupación.

Desde que llegan al centro hasta que se hace una primera valoración se tarda más de medio año --lo ideal sería hacerla en un mes-- porque la lista está saturada. Para el trabajador esto provoca frustración del menor, colapso educativo para ellos y falta de reinserción por estar apartados de la sociedad.

Por su parte, un agente de seguridad del centro ha explicado que se producen “muchas peleas” en el centro en las que tiene que intervenir. Las peleas son diarias, según uno de los chicos de 17 años de origen marroquí que llegó al centro hace un mes y los testimonios de varios menores recabados por Europa Press.

En la mañana de este lunes la Policía ha tenido que acudir al centro para parar una pelea que se estaba produciendo entre jóvenes por presuntamente haberle robado uno un colgante al otro. Algunos de los chicos han expresado haber recibido golpes de los agentes de seguridad privada que tienen en el centro. Por su parte, tanto el educador social como uno de los agentes de seguridad han reconocido que la fuerza se utiliza “solo cuando la situación se va de las manos”.

El aumento de las llegadas de los menores que viajan solos y la falta de distribución por las distintas comunidades han provocado la saturación de centros de menores, donde las ONG han denunciado el hacinamiento al que son sometidos los menores que migran solos a España.

En este sentido, Lourdes Reyzábal, de la Fundación Raíces, ha denunciado en reiteradas ocasiones que los centros donde se les da la primera acogida para que no se queden en la calle “se convierten en un embudo” en el que “hay niños que entran pero no salen” en el periodo establecido, un máximo de tres meses.

“Cuando dicen que están desbordados no es que haya una avalancha. Es que la acogida es máxima de tres meses y hay niños que ya no deberían estar allí, que se quedan seis o nueve meses enquistados porque no promueven los acogimientos familiares ni que vayan a pisos y los residencias infantiles como el resto de niños. Se han recortado estas plazas en el sistema de protección”, defendía Reyzábal, que trabaja con menores en exclusión, hace tres semanas en una conversación con eldiario.es

“Acaban durmiendo en colchones, sentados en una silla, es la propia gestión del centro la que intenta que no entren. La directriz es: 'Si no lo aguantas, ahí tienes la puerta' y quedan en situación de desamparo, en la escolleras de Melilla, en los parques de Madrid”, sostiene.

El PSOE pide la intervención de la Fiscalía y el Defensor del Pueblo

El Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid ha registrado dos escritos, uno dirigido a la Fiscalía Superior de la Comunidad de Madrid y otro al Defensor del Pueblo, para ponerles en conocimiento de la situación del centro de menores de Hortaleza y solicitarles que tomen las “acciones oportunas” y que se recabe la información precisa para que informe sobre la posible vulneración de derechos fundamentales y aporte las recomendaciones oportunas a la Administración autonómica.

En el caso de la Fiscalía le piden que, en función de su competencia en la superior vigilancia de la tutela, acogida o guarda de menores y de promoción de acciones por violación de los derechos fundamentales de los menores, “tome las acciones oportunas”.

“La situación en centros de acogida es insostenible y lo hemos denunciado una y otra vez. Creemos que la situación es alarmante y exige medidas de urgencia. Creemos que se pueden estar vulnerando presuntamente derechos fundamentales y entendemos que hay que actuar desde todas las instancias con toda la fuerza que tenemos para evitar esta situación dramática”, ha sostenido el portavoz socialista en la Cámara regional, Ángel Gabilondo.

Gabilondo también ha registrado este lunes una pregunta para formularla en Pleno al presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, sobre la situación en la que se encuentran los menores no acompañados en el centro de Acogida de Hortaleza.