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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El único hospital de Nador desmiente que haya tratado a un inmigrante por la pérdida de un riñón

Dani, el camerunés apaleado en la valla de Melilla y posteriormente devuelto por la Guardia Civil, no ha perdido un riñón, como denunció la ONG Prodein en declaraciones recogidas por Europa Press y publicadas por varios medios de comunicación, entre ellos eldiario.es. El portavoz de la organización matiza que nunca confirmó la pérdida del órgano, sino que el inmigrante le contó que lo tenía “destrozado” por los golpes, por lo que “orinaba sangre”.

Desde la dirección del Hospital Provincial Hassani de Nador, único centro sanitario público de toda la comarca, confirman a eldiario.es que desde que se produjo el salto, el pasado miércoles, no ha ingresado ningún subsahariano con este cuadro ni inconsciente, ni tampoco han efectuado ninguna intervención quirúrgica.

José Palazón, portavoz de Prodein, la ONG que difundió el vídeo en el que un joven era apaleado por la Guardia Civil cuando intentaba entrar a Melilla saltando la valla, asegura a eldiario.es que Dani estuvo inconsciente y necesitó asistencia sanitaria para recobrarla, pero que no sabe si fue en un centro hospitalario o en una ambulancia: “La conversación fue rápida y no me dio demasiados detalles”.

En esa charla, detalla Palazón, Dani contó cómo apenas podía descansar porque tenía todo un lateral dolorido (no medio cuerpo paralizado) y un riñón “destrozado” por los golpes (no perdido ni extirpado), lo que le producía grandes episodios de dolor y por lo que orinaba sangre. Fuentes de Europa Press aseguran a este periódico que no han recibido ninguna petición de aclaración o matización por parte de la ONG.

Palazón sabe que fue atendido “porque le han mandado analgésicos y antiinflamatorios que no puede costearse”, pero no sabe si se encuentra en los campamentos del monte Gurugú o si ha sido trasladado en autobús a Fez por la Gendarmería marroquí, junto con otros 150 compañeros que permanecen allí aislados: “No he logrado saber dónde se encuentra. Le he escrito y estoy a la espera de una respuesta”.

La versión de sanitarios y compañeros coincide

El Hospital Provincial Hassani de Nador, único centro sanitario público de toda la comarca y donde son trasladados los heridos resultantes de los saltos a la valla que permanecen en el lado magrebí, informa que en la mañana en que se produjo el intento de entrada a Melilla ingresaron por urgencias cuatro jóvenes de nacionalidad camerunesa, todos ellos trasladados por los servicios sanitarios. Tres de ellos presentaban cortes y contusiones leves que fueron atendidos y resueltos por los profesionales de emergencias. Tan sólo uno de los chicos ingresó en traumatología, con una fractura en tibia y peroné de la pierna derecha y una posible fisura de radio en el antebrazo derecho.

Ibrahim Mohamed, sanitario del centro nadorense, asegura que siempre se intenta dar la mejor atención a los inmigrantes e incluso se les concede un trato de favor. No tiene constancia de ningún herido al que se le haya extirpado un riñón, pero asegura que, de ser así, estaría ingresado y permanecería en el centro más tiempo del necesario, ya que ellos comprenden que el entorno en el que se mueven estas personas no es el más favorable para una buena recuperación posoperatoria.

Alex, el amigo ingresado de Dani

Esta versión la corrobora en su totalidad Alex. Este chico de 22 años y natural de Duala, Camerún, permanece solo, frustrado e hierático en una silla de ruedas rudimentaria en la sala 7 de la planta de Traumatología para hombres. Confirma la versión que da el centro sanitario y señala que se han portado muy bien con él y que le van a dejar al menos una semana más ingresado porque no quieren que se eche al monte sin que los huesos hayan al menos empezado a soldar, una deferencia que no tienen siquiera con los propios marroquíes.

Dice ser muy amigo de Dani, el joven camerunés que recibió la paliza por parte de la Guardia Civil. Ambos provienen de la misma ciudad y no sólo comparten campamento en el Gurugú, sino también etnia (bamileke) y religión (católica). Cuenta cómo estuvieron juntos durante el salto, cómo él se quedó rezagado al caer en la gran zanja que Marruecos ha construido metros antes de la valla española y cómo Dani la superó y logró encaramarse al vallado.

Alex se hizo mucho daño en un brazo y luego los golpes de un par de agentes de las fuerzas auxiliares marroquíes quebraron una de sus piernas: “Tengo miedo de no poder volver a intentar entrar en Melilla. No puedo volver a Camerún, no puedo contar a mi familia todo lo que he vivido”.

No ha vuelto a ver a Dani, no sabe si está en el Gurugú o si lo han trasladado a Fez, como han hecho con muchos compañeros, pero afirma que no ha pasado por el hospital Hassani de Nador.

La Policlínica Al Wahda (La Unión), único centro privado de la provincia que accede a atender en contadas ocasiones y casos muy graves a heridos subsaharianos, informa de que por sus instalaciones tampoco ha pasado Dani y que si un inmigrante hubiera tenido graves problemas renales, incluso en otro centro de la provincia, se habrían enterado.

Médicos del Mundo en Oujda ha confirmado que en los centros hospitalarios entre Nador y la frontera con Argelia tampoco ha ingresado ningún subsahariano inconsciente ni ha sido sometido a intervención quirúrgica alguna.

Óscar, inconsciente en la ambulancia

La Delegación de Migraciones del Arzobispado de Tánger en Nador –institución encargada del acompañamiento y asesoramiento sanitario de los campamentos de inmigrantes en Nador– anuncia que tampoco tienen constancia de la dramática versión ofrecida por algunos medios.

Da total veracidad a las informaciones vertidas por los centros sanitarios y por Alex, el único camerunés ingresado tras el salto. Pero, además, asegura que uno de los chicos trasladados al hospital Hassani de Nador llegó a estar inconsciente durante el traslado, pero llegó al servicio de urgencias despierto y por su propio pie.

Pero no se trata de Dani. Este joven camerunés atiende al nombre de Óscar y sí se tiene conocimiento de que, tras darle el alta hospitalaria, fue trasladado por las fuerzas marroquíes a la ciudad de Fez.