Human Rights Watch denuncia las condiciones de “hacinamiento e insalubridad” en las que son retenidos los migrantes en el puerto de Arguineguín
Human Rights Watch ha denunciado las condiciones de “hacinamiento e insalubridad” existentes en el puerto de Arguineguín (Gran Canaria), convertido en campamento improvisado de migrantes recién llegados en patera a las islas canarias. El pasado 7 de noviembre la organización la organización visitó el muelle y alertó de la situación “insostenible” en la que se encontraban los acogidos. Desde entonces, el número de personas se ha multiplicado hasta alcanzar las 2.000 migrantes, lo que ha empujado a la organización a lanzar un nuevo comunicado para solicitar a las autoridades una solución urgente.
“Lo que vi hace unos días fue una hilera de carpas abarrotadas donde la gente está detenida durante días y días, durmiendo en el suelo, 30 o 40 personas compartiendo un baño portátil”, ha dicho Judith Sunderland, subdirectora para Europa y Asia Central de Human Rights Watch. “No puedo imaginar la situación ahora con más del doble de personas. Incluso asumiendo las mejores intenciones de quienes trabajan allí, estas condiciones no respetan la dignidad de las personas ni los derechos básicos, ni reflejan bien a España!, ha añadido.
El gobierno impide el acceso a periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, alegando el derecho a la privad de los albergados. El campamento está formado por una hilera de carpas, donde duermen cientos de personas sobre el suelo del muelle y con un número de duchas insuficiente para el número de personas que acoge, como pudo comprobar hace un mes elDiario.es. “Las carpas no tienen suelo, ni camas ni colchones. Las personas entrevistadas que habían pasado días detenidas en el muelle dijeron que les dieron dos mantas, una para poner en el suelo y otra para cubrirse”, describen desde la ONG.
El campamento de emergencia, cuya capacidad formal es de alrededor de 400 personas, se estableció en agosto para exámenes médicos, incluidas las pruebas de COVID-19 y los procedimientos de identificación y registro policial. El día de la visita de Human Rights Watch, había 14 carpas, cada una con baño portátil, con capacidad para 30 o 40 personas, más una carpa para ducharse y cambiarse. Una tienda está reservada para las mujeres que viajan solas y los niños no acompañados, a pesar de las directrices internacionales que exigen que los niños no acompañados se alojen separados de las mujeres y las niñas no acompañadas, sostienen desde la organización.
La investigación de Human Rights Watch en Arguineguín concluye que “las condiciones en el muelle son totalmente inadecuadas incluso cuando están por debajo de su capacidad”. Además de las malas condiciones, el procedimiento en el muelle plantea “serias preocupaciones sobre el acceso a la información y el respeto del derecho a solicitar asilo”, añaden desde la organización.
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