Qué pasó con los inmigrantes de Perejil cuando la abdicación del rey acaparaba tu atención

Martes, 3 de junio. Tras un día histórico, las miradas persistían fijas hacia arriba. Mientras ocurrían hechos insólitos en la democracia española, mientras el foco alumbraba leyes firmadas a toda prisa, Matteau gritaba entre un puñado de rocas: “¡Los militares vienen a por nosotros!, ¡socorro!”. Ocurría otro hito, pero en medio del Estrecho.

Cerca de 30 soldados alauís entraban en el disputado islote del Perejil. No era la primera vez. En 2002 pasaron once con una bandera y una tienda de campaña, y desataron un conflicto diplomático. Este día portaban “palos y porras”; la Guardia Civil observaba, sin recibir órdenes para actuar y garantizar el cumplimiento de la ley en su territorio.

Alrededor de las 6:30 horas, trece inmigrantes alcanzan el peñón español del Perejil en una embarcación neumática. Todos son hombres: siete de República Centroafricana, cuatro de el Chad y dos de Gambia. Dos de ellos se declaran menores de edad y todos comunican su intención de solicitar asilo en conversaciones telefónicas con ONG y medios de comunicación, entre ellos eldiario.es.

Ante el temor de una expulsión colectiva, la ONG Coordinadora de Barrios informó por escrito a la Oficina de Asilo y a la Defensora del Pueblo para alertar de la situación y de la voluntad de todas estas personas de solicitar protección internacional. La delegación española del Alto Comisionado de Naciones Unidas (ACNUR) también estaba al tanto y, según pudo saber eldiario.es, se puso en contacto con el Ministerio de Interior.

Al tratarse de un peñón de soberanía española, el rescate y la apertura del procedimiento administrativo de expulsión correspondería a los agentes españoles. Aunque un helicóptero y una patrullera de la Guardia Civil estuvieron movilizados en las inmediaciones del peñón, no tenían órdenes para actuar.

Un destacamento de más de 30 militares marroquíes, según los testimonios de los inmigrantes, entró en territorio español, ante la mirada de los agentes del Instituto Armado, con el objetivo de retener a las trece personas y devolverlas a Marruecos. Según describieron los propios subsaharianos a eldiario.es, los soldados marroquíes actuaron de forma violenta empleando “palos y piedras” para lograr atraparlos. “Hay personas heridas”, explicaba el centroafricano de 21 años por teléfono desde Perejil.

Todos acabaron siendo expulsados por los militares marroquíes. La Guardia Civil no actuó. Ni Salvamento Marítimo ni Cruz Roja fueron movilizados.

Explicación oficial: ¿por qué se encargó Marruecos?

Para justificar la entrada de militares marroquíes en la Isla del Perejil, cuya soberanía creó una crisis diplomática entre Marruecos y España en 2002, la Delegación del Gobierno alega la supuesta existencia de un “acuerdo verbal” adoptado entre ambos estados tras el conflicto. Según explican desde la institución, el pacto establece que “en el caso de llegada de personas procedentes del país alauí al islote español, los encargados de entrar a recogerlas son los militares marroquíes” y viceversa.

Posteriormente, las mismas fuentes afirman a eldiario.es que sí existe “algún escrito” sobre el acuerdo que avalaría la intervención marroquí en Perejil. Remiten a un teletipo de la Agencia Efe que describe el acuerdo firmado en 2002 por Rabat y Madrid que derivó en la retirada de las tropas españolas del peñón tras la ocupación marroquí.

“La retirada y ausencia de todas las fuerzas y funcionarios de Gobierno, uniformados o no, de la isla y la eliminación y ausencia de todo cartel, bandera u otro símbolo de soberanía de la isla, con el entendimiento de que el uso de la isla y el espacio aéreo y marino circundante será consecuente con la actividad previa a julio”, rezaba el acuerdo.

eldiario.es indica a la portavocía de Delegación del Gobierno que en la información que nos adjunta no existe alusión alguna al procedimiento a seguir ante la llegada de inmigrantes procedentes de un país u otro. La institución recula y asegura que “después se desarrollaría de forma no escrita” y que lo expuesto en el pacto de 2002 se podría “extrapolar”, sin explicar cómo ni en base a qué.

¿Un acuerdo verbal es vinculante?

Expertos consultados por este periódico descartan la validez jurídica de un pacto verbal y no eximiría de responsabilidades al estado encargado de velar por el cumplimiento de la normativa: las expulsiones colectivas sin identificación previa son ilegales según la Ley de Extranjería. Además, las personas devueltas había inmigrantes que habían declarado su intención de solicitar protección internacional, vulnerando también la legislación de asilo española y multitud de tratados que incluyen el princicpio de 'no devolución'. Se suma la existencia de dos menores entre ellos, lo que obligaría a la realización de las pruebas de determinación de la edad.

“Un acuerdo verbal no es nada, a nivel jurídico no sirve para nada”, explica Jorge Antonio Quindimil, profesor de Derecho Marítimo Internacional en la Universidad de A Coruña. “Me extraña mucho que se permita a los gendarmes alauís entrar en el peñón después del conflicto de El Perejil. Partiendo de la base de que existen reclamaciones de soberanía por ambas partes y de que a nivel jurídico no está resuelto -aunque de facto la isla es española-, los ejercicios de autoridad pública, como pueden ser un rescate o una devolución, supondrían pruebas de dominio y España no lo podía permitir a través de un supuesto pacto no escrito de 2002”, argumenta.

“Si ambos reinvidican soberanía sobre esas formaciones rocosas, ambos deberían estar prestos a asistir a los inmigrantes porque ello sería una prueba de su soberanía. Claro que prefieren renunciar antes que exponerse a rescatar a los inmigrantes y que soliciten asilo”, sentencia el profesor.

González Pérez, delegado del Gobierno en Ceuta, nombró algunos ejemplos del pasado en los que se pondría en práctica el “pacto verbal” mencionado. En declaraciones recogidas por Europa Press recordaba que hace “ocho o nueve años” fueron las Fuerzas de Seguridad del país vecino “las que desalojaron a un grupo de marroquíes que colocó una bandera suya en el islote” y que la Guardia Civil fue la que invitó a irse a los españoles que desembarcaron en el curso de una ruta de kayak.

Informaciones confusas de Delegación del Gobierno

La Delegación del Gobierno de Ceuta anunció que los 13 subsaharianos habían sido expulsados de la Isla de Perejil en una “operación conjunta” de las fuerzas auxiliares marroquíes y la Guardia Civil española horas antes de que se produjese la devolución. Posteriormente, las mismas fuentes reconocieron que sólo intervinieron los militares alauíes.

15:40 horas: eldiario.es habla por teléfono con una de las 13 personas que estaban en el peñón del Perejil. Asegura que hay heridos, en ningún momento menciona que gran parte de sus compañeros hayan sido expulsados. Habla de heridos, de que hay dos menores de edad y de que los soldados marroquíes han intentado retenerles con “palos y piedras”.

16:00 horas: Delegación del Gobierno informa a eldiario.es de la devolución de todos los inmigrantes en una “operación conjunta” entre ambas fuerzas de seguridad. No explican por qué los soldados marroquíes se introducen en territorio español para expulsar ellos mismos a estas personas. Aseguran que, por el momento, desconocen las razones. Les decimos que hablamos con los subsaharianos hace relativamente poco y estaban en la isla; contestan que la expulsión se ha producido “cinco minutos antes”.

16:10 horas: La ONG Caminando Fronteras habla con los inmigrantes. Siguen en la isla española “rodeados de soldados marroquíes”.

17:30 horas: Los inmigrantes dejan de responder las llamadas y la ONG Caminando Fronteras intuye que, ahora sí, están siendo expulsados. Cadena Ser confirma, citando a fuentes de la Guardia Civil, que se ha producido la devolución.

18:15 horas: Desde Delegación del Gobierno en Ceuta reconocen que estas personas no habían sido expulsadas cuando lo anunciaron. Según dicen, sí “habían sido devueltos once de ellos” pero el resto, matizan, “estaban escondidos en las rocas y no fueron localizados hasta las 17:30 aproximadamente”. Esta afirmación contrasta con la de los inmigrantes que contaban lo que iba ocurriendo. Unas horas antes habían informado de que se trataba de una “operación conjunta”, ahora admiten que la Guardia Civil estaba en la zona “por si había alguna urgencia” pero no intervino en ningún momento.

La idea de asilo y de España para el delegado ceutí

- ¿El peñón del Perejil es español o no? Francisco Antonio González Pérez atacó este miércoles a “determinadas ONG” porque, a su juicio, “se han inventado una nueva fórmula para intentar de alguna manera llevar a cabo sus pretensiones con los inmigrantes”. La denomina “petición de asilo 'in itinere”.

Ante la confusión de esta acusación, desde la institución explican a eldiario.es que se refieren a las solicitudes realizadas “en el camino”. “¿En el camino a dónde?”, pregunta este periódico. “A España”. Los inmigrantes comunicaron su intención de solicitar asilo en conversación telefónica con ONG y medios de comunicación cuando estaban en la Isla de Perejil que, según dejó constancia el Gobierno de Aznar en 2002, es de jurisdicción española.

- ¿Solo se puede pedir asilo en una Oficina de Extranjería? “Yo este martes recibí una carta según la cual los inmigrantes habían pedido asilo en Perejil, donde no creo que haya Oficina de Extranjería, y la petición la tiene que hacer cada ser humano personada en las instalaciones correspondientes”, esgrimió González Pérez en la misma conferencia de prensa.

La legislación nacional obliga a abrir el proceso de asilo si una persona comunica su intención de solicitarlo a las fuerzas de seguridad en territorio español. Alegando este motivo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tachó de ilegal la devolución de siete inmigrantes de la isla española de Chafarinas -que tampoco contaba con Oficina de Extranjería- ejecutada en abril. En el caso de Perejil, se suman diversas circunstancias confusas, por las que, aun estando en territorio español, los inmigrantes no tuvieron contacto con las fuerzas de seguridad que, según la soberanía del peñón, les correspondería: las españolas.

11 inmigrantes, un bebé entre ellos, esperan 11 horas

El día anterior, el 2 de junio, horas antes del anuncio de la abdicación del rey, un grupo de once inmigrantes subsaharianos formado por ocho hombres, dos mujeres y un bebé de ocho meses llegó a los acantilados continentales cercanos al islote de Perejil, en las inmediaciones de Ceuta. Un pequeño conjunto de rocas que, según el Gobierno, pertenece a Marruecos.

Tras ser avistados por el Servicio Marítimo Guardia Civil, se comunicó su presencia a las autoridades marroquíes que, según afirmó Delegación del Gobierno en Ceuta a eldiario.es en torno a las 10:00 horas, las fuerzas de Marruecos procederían a su inmediaro rescate. No lo hicieron hasta última hora de la tarde.

La ONG Caminando Fronteras denunció que, cerca de las 19:00 horas, una embarcación de la Guardia Civil permanecía en la zona en la que habían naufragado los subsaharianos “grabando” un rescate que se producía “forcejeando” y “tirando gente al agua bajo la mirada de la Guardia Civil”.