Después de varios intentos sin éxito, el Ministerio del Interior ha devuelto este jueves por la noche a 16 de los solicitantes de asilo saharauis que llevan semanas retenidos en el aeropuerto de Barajas, pese a las recomendaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) de permitir la entrada en España de aquellos que también hayan pedido el reconocimiento de la apatridia, como es el caso de la mayoría, según fuentes jurídicas. Entre los retornados estaba Hamou Ali, un hombre de 30 años sordomudo sobre el que Acnur había pedido en varias ocasiones al departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska su acceso a suelo español.
El avión ha despegado en un vuelo comercial operado por Air Europa a las 23:50 horas de este jueves con destino Marrakech, la misma ciudad de la que había partido la mayoría de saharauis que ha acabado pidiendo asilo en el aeropuerto de Barajas durante su escala en España. El Ministerio del Interior rechaza dar información sobre las operaciones de retorno por “razones de seguridad”.
Hamou Ali ha enviado varias fotografías a su llegada a Marruecos. En una de ellas mira a la cámara, con sus ojos enrojecidos y humedecidos por las lágrimas. En otras dos imágenes aparece en el avión en el que fue devuelto, con las manos atadas con grilletes policiales de lazo.
El hombre pidió asilo en septiembre en Barajas y, paralelamente, una petición del reconocimiento de la apatridia o falta de nacionalidad. Hamou Ali es sordo y ha estado enfermo de cáncer en varios momentos de su vida, razón por la cual ha recibido tratamiento en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, según varios partes médicos a los que ha accedido este medio.
Según el criterio de la Agencia de la ONU, si los saharauis han solicitado en el aeropuerto, más allá del asilo, el reconocimiento de su situación de apatridia -la falta de una nacionalidad, dado que no se identifican con la marroquí-, esa persona debería obtener permiso para entrar en España y no ser devuelta antes de conocer el resultado de dicha petición, dado que sus plazos suelen alargarse más que los del asilo. Prácticamente todos los saharauis que se encuentran en Barajas han solicitado el reconocimiento de la apatridia.
“Dadas las limitaciones de los plazos para el procedimiento de apatridia y no siendo factible que se resuelva en un tiempo razonable durante la estancia del solicitante en el aeropuerto, se autorice la entrada del solicitante a territorio a fin de continuar con el procedimiento de apatridia”, afirmó la delegación de Acnur España en un escrito enviado a la Oficina de Asilo, dependiente de Interior, en relación del caso de Hamou Ali.
Acnur reiteró dicha recomendación sobre el caso de Hamou Ali en al menos tres escritos enviados a Interior los días 12, 14 y 23 de septiembre, en los que también añade otra razón para su ingreso en España: sus circunstancias derivadas de la enfermedad que ha padecido y la discapacidad que padece, por lo que se puede enfrentar a trabas a la hora de realizar sus entrevistas en el aeropuerto dado que el joven requiere un intérprete adecuado que entienda su idioma, el hassania, adaptado al lenguaje de signos.
Fuentes de Interior defienden que cada caso de retorno “se evalúa individualmente antes de adoptar una resolución definitiva, atendiendo a los criterios y requisitos establecidos en las legislaciones nacional e internacional en materia de protección internacional”.
Este viernes, varios representantes de Sumar han expresado su rechazo frontal a la deportación de los solicitantes de asilo saharauis y han exigido tanto la inmediata repatriación a España como la concesión de protección. El diputado Agustín Santos ha aprovechado la comparecencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para denunciar que la situación de los saharauis en el aeropuerto es “insostenible” y “deplorable”. En este sentido, cuestiona que no hay argumentos para no conceder asilo inmediato a todos ellos, unido a su exigencia de relanzar los programas de ayuda a los campos de refugiados de Tinduf.
La diputada y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha dicho: “Estamos una vez más en el Aeropuerto de Barajas para denunciar la deportación de 16 personas esta madrugada por parte del Ministerio de Interior a pesar de todos los informes favorables de las organizaciones de DDHH y de que, como nos han trasladado las organizaciones de la sociedad civil, son activistas saharauis cuya vida corre serio riesgo en Marruecos. Se ha traspasado una línea que debería ser absolutamente roja, se ha utilizado una empresa privada -es decir, un comando paramilitar- para meter a la fuerza a estas personas en un avión, tal y como están denunciando sus propios familiares (...) le exijo al Ministerio del Interior, pero particularmente a la Presidencia del Gobierno, que es la última responsable de esta situación, que no deporte a las personas que quedan todavía aquí, más de 15, que están en una situación de solicitud de asilo más que justificada”.
Belarra ha añadido: “Una vez más se me ha impedido la entrada a una dependencia Quiero denunciar desde aquí la opacidad, la falta de transparencia, y sobre todo la falta de confianza en la democracia que generan situaciones como esta. (...) El Gobierno del presidente Sánchez tiene que pensarse muy bien qué está haciendo, qué intereses está defendiendo, de qué lado se está poniendo, porque desde luego del lado de la gente y de los DDHH no es. Creo que esto no es lo que la gente votó el 23 de julio”
Por su parte, el portavoz de Sumar en la Comisión de Interior del Congreso y líder de Izquierda Unida, Enrique Santiago, ha reclamado la inmediata repatriación a España de los 16 deportados, a la par que ha alertado de que van a “sufrir persecución en Marruecos”. La eurodiputada de Sumar, Estrella Galán, ha calificado de “inaceptable” que Interior no autorice su entrada: “España tiene una responsabilidad con el pueblo saharaui y debe dar una respuesta inmediata de protección”.
A su vez, la diputada Tesh Sidi, de origen saharaui, ha descrito la política de Interior como “una política de asilo nefasta y sujeta a no enfadar a Marruecos”. Sidi ha recordado que Interior no concedió permiso a los representantes de Sumar para visitar a estas personas en Barajas y denuncia que lo hizo “precisamente para deportarlos”.
En las últimas semanas, decenas de ciudadanos saharauis han pedido asilo en Barajas durante su escala en Madrid, generalmente en vuelos que parten de Marrakech y tienen como destino final Cuba, país que no les exige visado. A su paso por España, estos ciudadanos han solicitado protección a las autoridades españolas. Aunque viajan con pasaporte marroquí, la mayoría además de asilo también ha pedido de forma subsidiaria la apatridia, es decir, el reconocimiento de que carecen de nacionalidad, dado que reivindican su identidad saharaui, al proceder de un territorio que aún espera la celebración del referéndum de autodeterminación acordado por la ONU en 1991, tras el conflicto surgido después del abandono por parte de España de la antigua colonia española.
Muchos de los solicitantes de asilo varados en Barajas en las últimas semanas provienen del Sáhara Occidental ocupado, territorio controlado por Marruecos y donde los saharauis que reivindican su derecho a la autodeterminación suelen ser víctimas de represión por parte de las autoridades marroquíes.