Interior aprovecha los controles sanitarios para detener migrantes que viajan desde Canarias
Identificaciones de extranjería a través de controles ligados a la pandemia, agentes llegando a la carrera a puertas de embarque, policías esperando a marroquíes en situación irregular a pie de avión, cientos de detenciones… El Ministerio del Interior ha reforzado esta semana los controles de documentación en origen y destino de los aeropuertos y puertos españoles con el objetivo de frenar los viajes de migrantes de las islas a la península, según confirman fuentes policiales a elDiario.es. Aunque estas personas son libres para moverse por todo el territorio español mientras no se ejecuta su expediente de devolución, el Gobierno está aprovechando los controles ligados a la pandemia para evitar el tránsito de las personas en situación irregular que intentan salir de Canarias. Tras su interceptación, algunos migrantes acaban detenidos y otros son liberados.
El incremento del despliegue policial en los aeropuertos se produce tras las críticas recibidas por el Gobierno ante el desplazamiento de cientos de migrantes marroquíes con sus propios recursos, y coincide con la aceleración del ritmo de las deportaciones de migrantes marroquíes a El Aaiún (Sáhara Occidental) a donde esta semana han partido desde Las Palmas al menos tres vuelos comerciales con una veintena de retornados en cada uno.
La Policía Nacional ha emitido instrucciones esta semana para intensificar el despliegue policial en los aeropuertos, tanto en el origen como en el destino de los vuelos procedentes de Canarias. “Son órdenes internas de diferentes departamentos de la Policía Nacional para que los agentes estén pendientes de las llegadas de vuelos de Canarias, por si hay migrantes en situación irregular entre ellos”, confirmaban este jueves desde el Ministerio del Interior. Según aclaran fuentes policiales, aunque este tipo de controles se producían desde septiembre, esta semana se ha intensificado el despliegue policial para limitar los movimientos entre comunidades debido a la pandemia. “Antes había identificaciones más aleatorias, pero ahora es muy difícil que logren pasar”, aseguran.
Las mismas fuentes confirman que el refuerzo de los operativos para impedir la salida de migrantes de Canarias se están realizando a través de controles de seguridad ciudadana, en vez de extranjería, aunque se hayan reforzado con el objetivo de detectar migrantes en situación irregular. “Son [dispositivos] ligados a la seguridad ciudadana por la emergencia sanitaria, más que de extranjería o falsedad documental. Se ha aumentado el control de las entradas y salidas a las comunidades por la COVID-19 y, si encuentras a alguien en situación irregular, se le puede detener”.
Pedir la documentación solo a las personas de apariencia magrebí conllevaría su selección en función de sus rasgos o perfil étnico-racial, una práctica ilegal y por la que España ha sido condenada por la ONU. Además, una vez que los migrantes son puestos en libertad tras su llegada irregular a España, estos pueden moverse libremente por el territorio español hasta la ejecución de su expulsión.
Vuelo Las Palmas-Madrid
Minutos antes del inicio del embarque de uno de los vuelos comerciales Las Palmas-Madrid, decenas de pasajeros esperaban en fila frente al mostrador de la compañía cuando al menos ocho agentes aparecieron “a la carrera” en ese punto del aeropuerto, según explica una viajera testigo de los hechos. Se trata de uno de los operativos desplegados este jueves en el Aeropuerto de Telde.
Los policías, algunos de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Las Palmas, se ubicaron en el interior del pasillo de embarque para solicitar la documentación a la totalidad de los pasajeros, según la testigo. Los agentes, según expusieron, realizaban un control rutinario de seguridad ciudadana, con motivo de las restricciones de movimiento de determinadas comunidades autónomas. “Aunque nos pedían a todos la documentación, apenas la miraron. Una de nosotras no está empadronada en Madrid y no nos exigieron enseñar ningún documento. Solo se detenían más tiempo con personas de rasgos magrebíes”, sostiene.
Detenciones en los controles
A Karim (nombre ficticio) le detuvieron en la mañana de este viernes a su salida del avión. “Justo después de aterrizar, al salir, nos detuvieron a nueve personas”, explica el hombre. El marroquí vive desde hace 20 años en España, tiene residencia legal en el país, y viajó a Gran Canaria el pasado domingo con el objetivo de recoger a su hermano y su sobrino, quienes llegaron en patera a la isla unos días antes. Después de dos jornadas de búsqueda de sus familiares, logró reunirse con ellos.
El ciudadano marroquí, que trabaja como temporero en España, pasó unos días en las islas agobiado por el gasto que le suponía su estancia en el Archipiélago. Este viernes, tenían previsto el viaje a Madrid, desde donde se desplazarían a la residencia de Karim en Andalucía; pero el control policial desplegado en el aeropuerto de la capital ha frenado sus planes.
Karim fue puesto en libertad tras unas horas detenido en el aeropuerto, pero su hermano y su sobrino permanecen detenidos: “Ellos siguen dentro. No sé qué hacer, la cabeza me va a explotar… He hecho todo esto para traerlos, no me queda dinero, ¿qué voy a hacer?”, dice entre lágrimas por teléfono desde el aeropuerto Adolfo-Suarez Madrid Barajas.
“Está imposible: la policía está por todas partes”
Otro ciudadano marroquí, Naim (nombre ficticio), intentó viajar a la península desde las islas el pasado domingo. Fue uno de los ocupantes del vuelo Las Palmas-Granada que desató la polémica tras la difusión de un vídeo en el que un desconocido aseguraba que se trataba de un traslado de migrantes autorizado por el Gobierno, una información falsa. El hombre, de unos 40 años, fue detenido antes de subir al avión. En cuanto se enteró, su hermano, que trabaja como jardinero en Madrid desde hace dos años, viajó al Archipiélago para ayudarlo. De momento, no ha podido hacer nada. El joven continúa internado en el CIE de Barranco Seco. 39 personas, 25 de ellas marroquíes, se encuentran retenidas en el centro de internamiento de Gran Canaria, según fuentes jurídicas. Se espera que alrededor de 20 marroquíes sean deportados en el próximo vuelo de Royal Air Maroc con destino El Aaiún, programado para este domingo. Estas devoluciones a los territorios ocupados del Sáhara Occidental se sumarían a las realizadas a lo largo de la semana en tres vuelos comerciales.
A Jalil tampoco le dejaron acceder al avión este viernes. Su intención era viajar a Girona, donde le esperaba su familia, pero fue detenido en el aeropuerto de Telde. “Pensaba que los controles habían aumentado en Madrid o Andalucía, y por eso pensó que no era un problema irse a Gerona. Pero nada, ahora está imposible. La policía está por todas partes”, lamenta su mejor amigo desde Andalucía, preocupado por si será una de las personas a las que Interior deportará a El Aaiún este domingo.
Con la multiplicación de los controles y las deportaciones, el miedo también se está extendiendo entre los migrantes marroquíes que aún continúan bloqueados en las islas. “¿Ahora no podremos salir de aquí? ¿hay alguna manera?”, se pregunta un joven marroquí, que reconoce estar aterrado con la posibilidad de ser retornado a su país. “¿Nos van a deportar a todos? No quiero volver, lo he pasado muy mal en Marruecos...”, dice desde los hoteles donde son alojados de emergencia en las islas.
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