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El número dos de Interior corrige a Iglesias sobre las devoluciones en caliente: “No me constan las palabras que pone en boca de Marlaska”

Secretario Estado: Palabras que Iglesias pone en boca Marlaska no me constan

eldiario.es/Efe

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Pablo Iglesias lanzó este lunes una advertencia al Ministerio del Interior: las devoluciones en caliente “no se pueden producir” porque “es un consenso que no son respetuosas con los derechos humanos”. Según añadió, eso mismo, “dicho así”, se lo escuchó decir a Grande-Marlaska. En su visita a Melilla, el secretario de Estado de Seguridad no ha tardado en corregir al vicepresidente: “A mí esas palabras que Pablo Iglesias ha puesto en boca del ministro no me constan”.

Rafael Pérez ha dicho desconocer si podría tratarse de “una interpretación distinta” por parte de Iglesias, o bien “lo ha comprendido de una manera diferenciada”, pero ha insistido en que, personalmente, no le constan las palabras que Iglesias atribuye a Grande-Marlaska. Lejos de confirmar el rechazo del ministro del Interior a las devoluciones en caliente, el secretario de Estado ha defendido la actuación de la Policía y la Guardia Civil, de la que ha dicho que siempre se ha enmarcado “dentro de la legalidad”.

Además, ha insistido en que el Ministerio del Interior, desde que llegó el nuevo equipo que lo conforma hace 19 meses, ha actuado “siempre respetando la normativa de derechos humanos y con una serie de principios claros en el tema de inmigración”, que son la implicación de la Unión Europea en este ámbito y el trabajo con los países de origen. Durante esos 19 meses, las devoluciones en caliente nunca han dejado de producirse en las fronteras de Ceuta y Melilla. Para el vicepresidente Pablo Iglesias, esas prácticas siempre han vulnerado los derechos humanos de los migrantes.

El vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030 ñadió que “este gobierno tiene una política sobre las migraciones que va a ser respetuosa con los derechos humanos” y “cualquier acción que vaya en contra de los derechos humanos y del acuerdo que tenemos no se puede producir”.

No obstante, Marlaska nunca ha dejado de apoyar estas prácticas, hasta el extremo de defenderlas ante el Tribunal de Estrasburgo con los mismos argumentos empleados por el Partido Popular. Tras la sentencia de la Corte europea, que avaló las expulsiones inmediatas, el titular de Interior señaló que el fallo manifestaba que “la violencia [efectuada supuestamente en el salto de la valla] era un límite a los derechos fundamentales” de los migrantes.

Las primeras tensiones en el seno del Gobierno de coalición surgieron a partir de la sentencia del 13 de febrero del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que avalaba las devoluciones en caliente. Tanto PSOE como Unidas Podemos tenían el firme compromiso de acabar con esa práctica, aunque el Gobierno de Sánchez la mantuvo durante su mandato.

El fallo de Estrasburgo fue analizado 24 horas después al máximo nivel en una reunión en la que, entre otros, participaron Sánchez e Iglesias. El primer argumentario del Ejecutivo, difundido entre diferentes sectores del Gobierno desde la mañana del pasado viernes 14 de febrero, interpretaba la resolución europea como un respaldo al “gran trabajo de la Guardia Civil en la frontera”. Esta respuesta oficial, cercana al enfoque duro sobre inmigración de Interior, comenzó a despertar las suspicacias entre distintos miembros del gobierno del lado de Unidas Podemos, según fuentes de la formación morada.

La respuesta del Gobierno tras el encuentro enmarcado en la Comisión Delegada para Asuntos Migratorios se moduló ligeramente en lo que fue una reacción compartida dentro de la coalición. Desde el Ejecutivo se lanzó el pasado lunes una posición oficial más suavizada, más abstracta, sin felicitaciones hacia la labor de los agentes fronterizos y enfocada a la apertura de canales legales para pedir protección internacional. No obstante, dentro del grupo confederal no convencía esa lectura. El diputado Rafael Mayoral calificaba el mismo lunes la decisión de Estrasburgo de “impresentable”. La política migratoria es uno de los temas sensibles para ambas formaciones.

Con esa brecha sin cerrar llegó el siguiente choque el pasado miércoles con la publicación en El País de un borrador de la normativa de asilo. Interior aseguró que no se trataba de un texto oficial y se desvinculó de él: apostaba por aplicar medidas más restrictivas. El departamento de Fernando Grande-Marlaska salió al paso asegurando que se esperaría a legislar sobre ese asunto a que exista una directriz en el marco de la UE. Pero el grupo parlamentario de Unidas Podemos dejó claro su rechazo y lanzó una advertencia a Interior al instar a Marlaska a aclarar el asunto al considerar que las propuestas reflejadas en ese borrador contravenían el acuerdo sellado por Sánchez e Iglesias.

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