Interior comienza la devolución a Marruecos de los 800 menores que llegaron a Ceuta en mayo
El Gobierno ha ordenado devolver a los menores migrantes que llegaron a Ceuta en la mayor crisis migratoria reciente, ocurrida en mayo cuando Marruecos levantó el control de la frontera. La directriz la firma el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y llegó a la delegación del Ejecutivo en la ciudad autónoma hace tres días, según ha adelantado la Cadena Ser y ha confirmado elDiario.es.
Fuentes policiales corroboran que la operación se ha iniciado esta mañana en el polideportivo Santa Amelia, un lugar donde están alojados 234 menores. Están saliendo de 15 en 15, excepto los considerados “vulnerables” sin que se haya concretado qué características concurren en esos casos. El área de Menores de la ciudad autónoma, con competencias sobre esos chavales, no tenía conocimiento del operativo.
El documento que impulsa las devoluciones, al que ha tenido acceso elDiario.es, se ampara en “el artículo 5 del Acuerdo entre el Reino de España y el Reino de Marruecos sobre la cooperación en el ámbito de la prevención de la emigración ilegal de menores no acompañados, su protección y su retorno concertado, hecho en Rabat el 6 de marzo de 2007”. El operativo asegura que se respetarán “en todo momento” los “intereses y los derechos” de los menores. De ellos se hará cargo el Reino de Marruecos hasta que, lo antes posible, “sean entregados a sus padres” lo antes posible. “En el caso de no existir padres, L’Entraide Nationale se hará cargo de los menores”, dice la resolución.
Organizaciones que trabajan por los derechos de la infancia, como Save the Children, ya se han manifestado en contra de la decisión. “Para que el retorno pueda ser considerada como la solución que mejor garantice los derechos del menor —incluyendo su derecho a la salud, la educación y la integridad física— ha de llevarse a cabo tras haberse realizado una evaluación de su interés superior exhaustiva e individualizada”, asegura en un comunicado que considera que la orden supone una “expulsión colectiva” que no puede aceptarse. Tampoco si se realiza “contra la voluntad del propio niño, niña o adolescente”.
Dentro del propio Gobierno también hay voces críticas con la devolución masiva de los menores. La resolución no ha gustado al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, dirigido por Ione Belara, que reprocha a Fernando Grande-Marlaska que haya ejecutado la operación sin responder a su oferta para trabajar juntos en un “protocolo de reagrupación familiar de niños y niñas que migran solos que cumpla con la normativa nacional e internacional”. Fuentes del Ministerio, que no tiene capacidad ejecutora en este caso, subrayan que un proceso de devolución de este tipo “debe contar con un protocolo que incluya entrevistas individualizadas a los niños” y el “conocimiento pormenorizado por parte de la Fiscalía del procedimiento”.
Los menores de edad que por cientos que cruzaron a España por el espigón de Ceuta a finales de mayo acabaron hacinados en una nave del polígono del Tarajal y algunos fueron devueltos en caliente. Después fueron distribuidos en dos puntos: el polideportivo Santa Amelia, donde duermen en literas militares, y una explanada a las afueras de la ciudad, Piniers. Allí está el grueso de los migrantes instalados en módulos prefabricados.
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