Interior retrasa la presentación del balance de la inmigración en plena polémica por la tragedia de Ceuta

Interior lleva al menos un mes de retraso en la presentación del informe anual sobre el balance de la inmigración irregular. Cada año estas cifras se dan a conocer entre mediados y finales del mes de enero del año siguiente al que hacen referencia, excepto en 2012, cuya presentación tuvo lugar el 2 de febrero. El ministerio que dirige Jorge Fernández Díaz no ha publicado todavía el balance correspondiente al año 2013.

Este retraso coincide con la polémica que gira en torno al departamento por la actuación de la Guardia Civil en la tragedia de Ceuta en la que murieron al menos 15 personas, a las que los agentes dispararon material antidisturbios mientras intentaban llegar a nado a España.

El departamento de prensa de Interior indicó hace dos semanas a eldiario.es que el balance se publicaría a la semana siguiente, algo que no se ha cumplido. El ministerio atribuye este retraso a “cuestiones de agenda” y niega que se trate de una decisión vinculada a la tragedia de Ceuta: “Sería absurdo. Son datos del año pasado que no afectan para nada a lo que ha sucedido en 2014”, expresa en conversación telefónica un portavoz del departamento, que asegura que los datos de 2013 son “buenos”.

Según el balance migratorio de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), durante el año pasado se produjo un aumento notable de las entradas por Ceuta y Melilla. De las 2.841 personas que lograron acceder a las ciudades autónomas en 2012, la cifra habría ascendido hasta las 4.354, según este estudio. Sin embargo, desde la organización matizan que, aunque continúa subiendo la llegada global de inmigrantes en nuestro país, lo hace de “forma reducida” a nivel general.

En la agenda de Jorge Fernández Díaz ni siquiera figura la presentación de este informe para esta semana, por lo que se retrasaría como mínimo hasta mediados de marzo, aunque fuentes de Interior advierten de que se podría hacer público el balance a través de la web y mediante una nota de prensa, independientemente de la agenda del ministro. Esto supondría que Fernández Díaz no daría una rueda de prensa en la que se sometería a las preguntas de los periodistas, como sí hizo el año pasado. Según el departamento de prensa de Interior, sólo faltan unos datos de la Policía, hacer un repaso al balance y cerrar la fecha.

En sus justificaciones sobre la actuación de la Guardia Civil en Ceuta, el ministro ha ofrecido cifras alarmistas sobre la presencia de 30.000 subsaharianos en Marruecos que tienen la intención de llegar a Europa a través de España y unas 40.000 personas que tienen el mismo objetivo en Mauritania. Lo cierto es que en 2012 –último año del que hay cifras oficiales hasta que Interior presente el informe de 2013– sólo entraron en Ceuta y Melilla de manera irregular 2.841 personas.

En la presentación de los dos últimos balances de “la lucha contra la inmigración irregular”, Interior ha cuadrado las cifras al alza. Así, el año pasado presumió de un descenso del 30% de los inmigrantes que llegaron a España desde el sur en 2012, sin recordar que en 2011 se produjo un pico respecto al año anterior.

La otra fecha con la que Fernández Díaz comparó la cifra de 2012 fue el año 2006. Así, el informe destacaba una bajada del 90% en la inmigración irregular. No obstante, la cifra de 2006 tampoco era significativa, ya que se produjo un pico inusual en los balances migratorios al registrarse 39.180 entradas de personas sin papeles en el marco de lo que el ministro denominó como la “crisis de los cayucos” tras la Ley de Extranjería promovida por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que consideraba regularizar la situación de los inmigrantes que demostraran arraigo laboral. Sin embargo, los datos de 2007 ya volvieron a las cifras habituales.

En la misma línea, en el apartado de inmigrantes llegados a Ceuta y Melilla, Interior sólo reflejó los años 2001 y 2005, con cifras superiores a los dos balances inmediatamente anteriores, pero olvidó que desde 2006 hasta 2010 la cifra de llegados a las ciudades autónomas fue considerablemente menor.