El juez de instrucción de Agrigento, Stefano Zammuto, ha ordenado este jueves la liberación del Open Arms, que permanecía retenido por las autoridades italianas desde el pasado 21 de agosto cuando se produjo el desembarco de los migrantes rescatados en Lampedusa, según informa la agencia AdnKronos.
El barco de rescate de la ONG española había sido inmovilizado por orden del fiscal de Agrigento después de que este subiera a bordo y comprobara la situación en la que se encontraban los migrantes tras casi dos semanas desde su rescate. Entonces, ordenó su desembarco inmediato así como la incautación provisional del barco humanitario y su traslado al puerto más próximo.
Aunque el juez ha ratificado la incautación dictada por el fiscal Luigi Patronaggio en el marco de la investigación abierta contra la Administración italiana por no haber permitido el desembarco, ha ordenado su devolución a la ONG ya que “no subsisten, tras la evacuación y el rescate de los migrantes, exigencias probatorias” puesto que “no se atribuye ninguna responsabilidad a la organización y la tripulación”.
Días antes del desembarco, la Fiscalía de Agrigento había abierto la investigación por un posible secuestro de personas en el Open Arms, a solicitud del equipo jurídico de la ONG. Aún se desconocen las personas o instituciones contra las que está dirigida la causa. Esta misma fiscalía (de la que depende Lampedusa) estuvo al frente de la instrucción en agosto de 2018 contra el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, por los delitos de secuestro, arresto ilegal y abuso de poder tras haber retenido durante cinco días a más de un centenar de inmigrantes en Catania.
No obstante, el ministro del Interior italiano no fue finalmente juzgado por estos hechos. Entonces, su socio en el Gobierno, el Movimiento Cinco Estrellas, rechazó retirar al líder xenófobo su inmunidad parlamentaria.
“Irregularidades técnicas”
En paralelo, el pasado día 22, la Guardia Costera italiana detectó “irregularidades técnicas” del barco que impedían que la nave abandonase el recinto portuario de Porto Empedocle hasta ser subsanadas.
Los guardacostas explicaron se trataba de “anomalías graves relacionadas con la seguridad de la navegación, el cumplimiento de la legislación sobre protección del medioambiente marino y la capacitación y familiarización de la tripulación con los procedimientos de emergencia proporcionados a bordo”.
El barco no podrá salir del puerto siciliano “hasta que se hayan corregido las irregularidades técnicas y operativas detectadas durante la inspección”, indicaron los guardacostas en su comunicado.
Fuentes de Proactiva Open Arms aclararon a eldiario.es que el buque cuenta con “todos los certificados en orden en España” y que el pasado mayo pasó la última revisión “cuando se llevaron a cabo tareas de mejora y todas las comprobaciones relacionadas con la seguridad”.
“Las anomalías detectadas que se limitan a los separadores de agua-aceite, los ejercicios realizados y las embarcaciones de rescate, estas últimas previamente aceptadas por las autoridades marítimas españolas, serán subsanadas a la mayor brevedad posible en el puerto de Empedocle, mientras siga atracado allí”, explicó entonces la organización.
De momento no ha trascendido si esas “anomalías” detectadas por la Guardia Costera italiana han sido subsanadas y, por lo tanto, si el Open Arms podrá abandonar el puerto de Agrigento.