El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, ha encuadrado este lunes las últimas muertes en el Mediterráneo como “inmigración económica”, rechazando que las personas que tratan de llegar a Europa desde países como Libia se puedan considerar como asilados.
“Son fenómenos distintos”, ha explicado Margallo al ser preguntado en una entrevista en la Cadena Ser sobre si ha llegado el momento de que la Unión Europea deje de considerar a las personas que tratan de cruzar el Mediterráneo como inmigrantes para ser tratadas como refugiados o asilados.
“Asilo es la salida de tu país por motivos políticos, porque te pueden perseguir o matar, y la inmigración responde al hambre y la pobreza que echa a esta gente a embarcaciones”, ha argumentado el ministro, destacando que son las “necesidades económicas” de los países de origen lo que provoca que estas personas traten de cruzar el Mediterráneo.
En cualquier caso, Margallo ha hecho una llamada a los países de origen de esta inmigración, como el caso de Libia, a quien considera como un actor necesario para evitar estas tragedias. “Son barcos de más de 30 metros que salen de cinco o seis puertos”, ha apuntado.
El ministro ha reconocido que Europa no ha dado una respuesta adecuada ni a tiempo ante la problemática de la inmigración, “un problema planetario” que, por ahora, afecta principalmente a la “frontera sur” del Viejo Continente y que, según Margallo, pronto se extenderá a la “frontera este”.
Por este motivo, ha reclamado que se aumenten los recursos de Frontex, la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los países miembros de la UE.
Margallo ha defendido que Italia y España son los países que, al ser fronterizos, mantienen una mayor sensibilidad ante el drama de las muertes por migraciones. No obstante, ha indicado que “paulatinamente” el resto de los socios comunitarios “están sintiendo lo que esto significa en términos de tragedia humana”.