Marruecos silencia a los homosexuales tras la expulsión de la activista española LGTB

“No más mensajes. No más llamadas. No vamos a hablar más. Estoy lejos. Os echo de menos”. Es la última comunicación enviada por un joven activista que trabaja en defensa del colectivo LGTB en Marruecos a sus amigos, que no han vuelto a verle desde el jueves pasado. En los últimos días han desaparecido del mapa los militantes marroquíes a favor de los derechos de los homosexuales. Están asustados de lo que pueda venir. Ni siquiera se comunican entre ellos. Algunos han dejado sus casas y han cortado los teléfonos. Lo decidieron en una última reunión, escondidos, de madrugada, después de que el miércoles fuera expulsada de Marruecos la delegada española de NOVACT, una ONG financiada con fondos de la cooperación española, la Unión Europea y el Ayuntamiento de Barcelona.

“Temen que con nuestra salida de Marruecos empiecen a estar más perseguidos y aumenten las medidas de represión”, explica en conversación con eldiario.es el director de NOVACT en Marruecos, Luca Gervasoni. Todos los miembros de la ONG han abandonado el país después de la expulsión, el miércoles pasado, de la delegada, L.V. que, con toda probabilidad, no podrá volver a poner un pie en suelo marroquí. Está acusada, según el Ministerio del Interior, de “apadrinar acciones no autorizadas en el marco de las ofensivas emprendidas por organizaciones extranjeras que sostienen causas de conductas desviadas”.

La historia se remonta al pasado 15 de mayo. NOVACT organizó un acto en la residencia del embajador de Países Bajos en el que presentaron un informe con los casos de los últimos arrestados en Marruecos en virtud de los artículos 489 y 490, que castigan la homosexualidad con penas de hasta tres años de cárcel. En el nuevo código penal que se está preparando, se prevén las mismas penas de prisión y un endurecimiento de las multas. El acto fue apoyado por varias embajadas europeas, que enviaron a sus representantes diplomáticos. También estuvo presente el embajador de la Unión Europea en Marruecos, Rupert Joy, quien un día después mostraba su satisfacción en Twitter por haber participado en el encuentro: “Honrado por haber asistido ayer a la recepción del embajador de Países Bajos para subrayar la jornada mundial contra la homofobia. #ElAamorNoEsUnCrimen”.

El 16 de mayo, una treintena de policías -uniformados y de paisano- pusieron fin a una charla en un parque de Rabat en la que participaban decenas de jóvenes bajo el título “Comprendiendo el nuevo Código Penal marroquí: ¿Es el amor un crimen?”. Dos personas fueron arrestadas e interrogadas en comisaría durante dos horas antes de ser puestas en libertad.

Al día siguiente, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, el 17 de mayo, NOVACT emitió un comunicado en el que denunciaba los arrestos y la criminalización de gays y lesbianas en Marruecos. Ese mismo día se celebró una actividad contra la homofobia en la que participaron miembros de la comunidad LGTB marroquí que estaba prevista en el Instituto Cervantes de Rabat. Cuatro días antes se canceló la autorización para que la ONG alquilara una de las salas. “Lo cancelamos por motivos de seguridad, como medida de precaución ante una posible alteración del orden público”, señala a eldiario.es el director del Instituto, Javier Galván. Finalmente, la jornada se desarrolló, de nuevo, en la residencia del embajador de Países Bajos.

Cinco días más tarde, el 22 de mayo, la policía invita a la delegada de NOVACT a abandonar el país. “Pero nunca me llegó la orden de expulsión”, explica la cooperante. “La policía me aseguró que no tendría problemas para regresar”. Regresó el 1 de junio después de haber renovado su pasaporte, y a los dos días fue detenida en su casa de Rabat y trasladada a comisaría antes de meterla en un coche y llevarla al puerto de Tanger Med para embarcarla en un ferry con destino a Algeciras.

“Me dejaron sin teléfono y sin dinero. Tuve que pedir prestado un teléfono a un pasajero del barco para poder avisar a Luca”, relata a eldiario.es. La ONG denuncia una expulsión ilegal, ya que no tuvo acceso a un abogado ni a asistencia consular.

Marruecos la acusa también de haber entrado el 1 de junio bajo una identidad falsa cuando, en realidad –explica NOVACT– fue una renovación del pasaporte, que cambia de número con la renovación. “Estamos decepcionados con las autoridades españolas”, que financian a la ONG y estaban al tanto de su actividad en el país, “porque Marruecos nos acusa de haber entrado con una identidad falsa y no han hecho nada por contestar a esa acusación”, señala Gervasoni. Este diario se ha puesto en contacto con la embajada y con la Oficina de Información Diplomática, pero no ha obtenido respuesta.

La cooperante lamenta haber vuelto al país en un “mal momento”. El martes 2 de junio, un día antes de su expulsión, el grupo Placebo salía al escenario durante su concierto en la capital como participante en el festival de música Mawazine abogando por la abolición del artículo 489. Uno de sus integrantes, Stefan Olsdal, apareció con el torso desnudo exhibiendo un 489 tachado pintado en su pecho y blandiendo su bajo, pintado con los colores del arcoíris.

El miércoles, dos integrantes de FEMEN de nacionalidad francesa se besaron y fotografiaron con el pecho desnudo junto a la Tour Hassan de Rabat, frente al mausoleo donde están enterrados Mohamed V y Hassan II. Fueron expulsadas inmediatamente después. La delegada de FEMEN en España, Lara Alcázar, también denunció haber sido expulsada del país por haber intentado participar en la acción.

La fotografía incendió las redes sociales y provocó la reacción de los sectores más conservadores de la sociedad marroquí. Más de mil personas se congregaron el jueves frente a la embajada de Francia para mostrar su indignación por la acción de FEMEN.

El viernes, mientras Mariano Rajoy y el jefe del gobierno marroquí, Abdelilah Benkirane se reunían en Madrid en la Reunión de Alto Nivel España- Marruecos,  se repitió la protesta frente a la embajada española. Los manifestantes, que habían sido trasladados en autobús desde varios puntos del país, parecían confusos acerca del objeto de sus protestas: “Una de ellas entró con pasaporte falso. No queremos esto en nuestro país” –explicaba a eldiario.es uno de los manifestantes, Abdeslam, señalando la fotografía de las dos francesas. “Estamos contra los gays porque van contra las leyes de la naturaleza.

En algunos medios marroquíes se han interpretado los últimos acontecimientos como un debate entre aperturistas y conservadores. A l]as acciones de FEMEN se suma la prohibición de una película -Much Loved, del director Nabil Ayouch, que aborda la prostitución en el país- y la difusión por la televisión del concierto de Jennifer López en el Festival Mawazine, un espectáculo lleno de sensualidad al que asistió la esposa de Mohamed VI, Lalla Salma, con sus dos hijos, según Alyoum24.

“Ha sido demasiado para los dirigentes del PJD –el partido en el gobierno–, situados entre la presión de sus bases, su electorado conservador y sus responsabilidades de gobierno”, escribe el semanario Tel Quel.

NOVACT está estudiando acciones legales y una protesta formal por la expulsión de su delegada en Marruecos, y varios trabajadores de la cooperación europea han expresado a este diario su preocupación ante lo que consideran una falta de protección frente a eventuales acusaciones por parte de Marruecos,  “pero en realidad las víctimas son los marroquíes que se quedan”, señala Gervasoni.

En los últimos meses, el colectivo LGTB había empezado a ser más activo: habían puesto en marcha varias iniciativas de sensibilización y de formación y encontraban apoyo en organizaciones e instituciones europeas. Decían sentirse más fuertes. “Me estoy planteando hacer el coming-out estos días” –comentaba a eldiario.es uno de sus miembros, hace unas semanas. Todo eso ha quedado atrás y hoy se hacen la misma pregunta que se hacía hace unos días el escritor marroquí, homosexual, Abdellah Taïa: ¿Quién va a salvar a los homosexuales marroquíes?