Ocurrió anoche en la estación de autobuses de la ciudad israelí de Bersheeva. Un atacante palestino armado con un rifle y un cuchillo mató a un soldado israelí e hirió a diez personas más, dos de ellas de gravedad. El agresor fue abatido a tiros. También un ciudadano eritreo que se encontraba en la estación recibió un disparo, confundido con un segundo atacante.
Ya en el suelo, ensangrentada, la víctima fue golpeada, pateada y escupida por varias personas, y posteriormente, al ser trasladada a una ambulancia, una multitud intentó impedir su traslado al grito de “muerte a los árabes”, la misma consigna empleada hace unos días por un grupo de radicales israelíes en Jerusalén que persiguieron a un joven palestino -al que acusaban de ser un agresor- hasta que éste fue muerto a tiros por un agente israelí.
En un vídeo difundido en Internet se ve cómo un soldado israelí da una patada en la cabeza del inmigrante eritreo, llamado Mila Binsamo, mientras este yace en el suelo con una herida de bala. También se ve cómo otra persona levanta una hilera de asientos y los deja caer sobre el cuerpo de la víctima, mientras otros hombres tratan de protegerlo colocando por encima de la víctima un taburete a modo de barrera.
Las autoridades han informado de que el fallecido era un inmigrante eritreo que había solicitado el asilo en Israel. Desde el estallido de la llamada “Intifada de los cuchillos” varios atacantes palestinos han matado a ocho israelíes, mientras que las fuerzas de seguridad de Israel, con orden de disparar a matar en vez de arrestar, han matado a casi medio centenar de palestinos, en acciones que diversas organizaciones de derechos humanos califican como asesinatos extrajudiciales que deben ser investigados.