La canciller alemana, Angela Merkel, y varios altos cargos de la UE han llegado este sábado al sur de Turquía, ha donde se han trasladado para visitar algunas instalaciones de acogida de refugiados y para defender el pacto de la UE y Turquía, por el que se aprobó la expulsión de refugiados a suelo turco. Varias ONG han criticado la falta de garantías del proceso de deportaciones.
En el acuerdo entre Bruselas y Ankara, la UE destina 6.000 millones de euros para que Turquía atienda en su territorio a refugiados sirios y reciba a los migrantes que sean deportados desde Grecia.
Un pequeño grupo de refugiados sirios han recibido a la canciller alemana con flores a su llegada, con el el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu. Después de las fotos protocolarias, Merkel ha proseguido la visita oficial. En la ciudad turca de Gaziantep, que visita la canciller, se han extremado las medidas de seguridad, informa Reuters, y hay carteles de bienvenida con la cara de la canciller.
Los carteles llevan impreso el mensaje: “Solidaridad con los migrantes. Estamos orgullosos de nuestra canciller Angela Merkel y del primer ministro Ahmet Davutoglu”.
La comitiva visitará un centro de acogida temporal de sirios en Nizip, a 30 kilómetros de Gaziantep, que acoge dos campamentos para sirios. Uno está compuesto por 1.858 tiendas de campaña, donde residen 10.400 personas, y otro formado por 938 casas prefabricadas, con 4.800 residentes.
Las autoridades también tienen programado cortar una cinta simbólica para inaugurar un centro destinado a familias y niños en la ciudad de Gaziantep, que ha sido financiado por fondos europeos, y más tarde darán una rueda de prensa en el centro de congresos.
Se ha descartado una visita de Merkel a la vecina provincia de Kilis, donde el número de refugiados sirios ya equivale al de nativos, anunciado por las autoridades locales hace semanas.
Kilis, a 20 kilómetros al sur de Gaziantep y a 5 de la frontera siria, es frecuente blanco de proyectiles de artillería disparados desde Siria, presumiblemente por el grupo terrorista ISIS, que ya han causado 15 muertos, los últimos tres ayer mismo.
Nizip se halla a 25 kilómetros de la frontera, por lo que la comitiva no tendrá que temer el impacto de esos morteros “katiusha”, cuyo alcance es de unos 20 kilómetros.
Críticas de las ONG
La visita de la canciller Angela Merkel se produce después de numerosas críticas por parte de organizaciones humanitarias al pacto con Turquía y a las primeras expulsiones que se han efectuado gracias al acuerdo. Human Rigths Watch ha documentado en un informe que algunos refugiados aseguran que fueron engañados: no les dijeron a dónde los llevaban y ni siquiera cogieron sus pertenencias, según SMS que han mostrado algunos conocidos y familiares.
“En lugar de hacer un tour por un campo de refugiados saneado, los líderes europeos deberían mirar por encima del nuevo muro de la frontera de Turquía para ver a las decenas de miles de refugiados sirios cansados de la guerra que están bloqueados al otro lado”, ha dicho la 'número dos' de HRW para Europa y Asia Central, Judith Sunderland.
Amnistía Internacional ha pedido a Merkel, Tusk y Timmermans que exijan a Turquía que aplique con seriedad las leyes de asilo. La ONG recuerda que ha documentado en las semanas desde la aplicación del acuerdo cómo se ha denegado el acceso a refugiados en la frontera siria con turquía, disparos a refugiados y devoluciones forzosas.
“Lo que Merkel debe traerse de Turquía no son fotos con sonrisa sino una garantía férrea de que las autoridades turcas dejarán de deportar a los refugiados a sus países de origen”, reclamó AI.
La visita se produce, además, cuando entre Ankara y Berlín reina la tensión por la denuncia del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al humorista alemán Jan Böhmermann por un poema satírico, que parece haber motivado que Turquía negara el martes la entrada a un reportero de la emisora pública alemana ARD.