Miles de euros para sacar a los familiares atrapados en Gaza: “La única alternativa que existe es sobornar”

Fabiola Barranco

9 de abril de 2024 22:22 h

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El teléfono de Yafa no para de sonar: recibe llamadas y mensajes de familiares, amigos o desconocidos que, como él, se desviven por buscar la forma de sacar a sus familiares de la Franja de Gaza. Este hombre palestino, que prefiere proteger su verdadera identidad, llegó a España en 2008. “Nací en Gaza, siendo refugiado, como la mayoría de la población allí y ese año decidí comenzar mi proceso migratorio”.

Por aquel entonces, el Ejército israelí lanzó la operación 'Plomo Fundido', la primera ofensiva contra la Franja desde que Hamás tomara el poder en 2007 e Israel impusiera un bloqueo sobre el enclave palestino. Las operaciones militares israelís se han repetido en 2012, 2014, 2020, 2021 y 2022, hasta la actual guerra, con diferencia la más larga y mortífera (más de 33.200 personas han fallecido, incluidos al menos 14.500 menores, según el último recuento de las autoridades gazatíes).

Yafa reconoce que el 8 de octubre –un día después del ataque de Hamás contra Israel– se levantó pensando que “esta vez sería diferente”. “Por desgracia, no me equivoqué”, lamenta. Los gazatíes que han vivido las guerras anteriores, aseguran que “es un genocidio lo que se está cometiendo” Israel en esta ocasión. “Mi madre me lo dice muchas veces: esto no tiene nada que ver con otras agresiones que hemos vivido en Gaza anteriormente”, cuenta el hombre de menos de 40 años.

Su madre vivió los primeros 142 días de la guerra, que el pasado domingo cumplió seis meses. Luego, pudo huir a España y ahora ya está a salvo. Sin embargo, Yafa reconoce que el camino para llegar hasta aquí ha sido “una pesadilla” y no ha terminado: “Tenemos otros 19 familiares directos intentado salir de allí”.

Sin embargo, los padres de Yafa no son residentes gazatíes: “Mi madre y mi padre son residentes permanentes en España, les ha pillado la guerra en Gaza. Hemos pedido al Gobierno [español] que les evacúen. Es verdad que a la evacuación de noviembre y diciembre no pudieron llegar porque su casa fue bombardeada y no estaban localizables; entonces España se lavó las manos diciendo que los que han querido salir ya han salido”, denuncia.

Una contestación que coincide con la que han ofrecido fuentes del Ministerio de Exteriores a elDiario.es, que señalan que “todos los españoles que en su momento quisieron salir, ya han salido”. Sin embargo, Yafa lo niega y asegura que su caso no es el único, que hay más familiares de hispanopalestinos que están tratando de hacer presión política y mediática para lograr que el Gobierno de España evacúe a sus seres queridos.

Según Yafa, consiguieron “la promesa del Gobierno de reactivar otra evacuación de la colonia española en Gaza”, pero aún no se ha cumplido, lamenta. Las mismas fuentes ministeriales no han aportado información sobre la posibilidad de evacuar a más personas de Gaza por “razones de protección de datos”.

“Para salvar a mi familia, estoy financiando la corrupción”

“Después de tocar todas las vías legales posibles, que no están funcionando, en mi familia nos hemos visto obligados a buscar la única alternativa que existe a día de hoy: sobornar para sacar a nuestros familiares, a través de la empresa egipcia Ya Hala”, explica Yafa con resignación. Lamenta que esta opción les supone “un conflicto moral porque, para salvar a mi familia, estoy financiando esta corrupción”, pero, asegura, “no tienen otra opción”.

El único paso fronterizo de Gaza que conecta con el mundo exterior es el de Rafah, entre la Franja y Egipto. Sin embargo, sólo unos pocos afortunados con pasaporte extranjero y heridos o enfermos crónicos han logrado cruzar la frontera. El resto tiene que recurrir a la empresa egipcia que menciona Yafa, Hala Consulting and Tourism, encargada de cobrar por incluir a los familiares en la lista de personas autorizadas para salir de Gaza a través de Rafah y, desde allí, dirigirse a El Cairo.

La compañía, además de vender los viajes hasta la capital egipcia, dispensa permisos para cruzar la frontera, aunque supuestamente esa autorización sólo pueden concederla las autoridades egipcias. En enero de este año, el Servicio de Información Estatal del Gobierno egipcio emitió un comunicado para desmentir las acusaciones sobre el cobro de “tasas adicionales” por parte de funcionarios a los palestinos que tratan de huir de Gaza.

“Facilitar los viajes entre Egipto y Palestina. Nuestra amplia experiencia nos permite facilitar visas de viaje y documentos de residencia para garantizar un proceso sin complicaciones para quienes buscan viajar”, reza la web del conglomerado Organi Group, propiedad del empresario de la península del Sinaí, Ibrahim Al Organi.

La compañía ofrece este servicio que se conoce como “coordinación” y que ya existía antes de la ofensiva actual en Gaza, según Yafa y la información que aparece en su web –a la que ya no se puede acceder desde España–. Ahora, el negocio ha crecido ante la magnitud de la violencia y la destrucción provocada por Israel en los pasados seis meses.

“Tienes que irte a una oficina en El Cairo, allí te humillan durante días para que te atiendan. La tarifa está clara: son 5.000 dólares para los mayores de 16 años y 2.500 dólares para los menores. Tienes que pagarlo en mano, te lo cobran, te dan el recibo y ya esperas a que tu familia aparezca en la lista de personas con permiso para salir de Gaza”, explica Yafa, mientras muestra los recibos que esta compañía de viajes en Egipto le entregó.

Cada noche, se publica una lista con los nombres de las personas que están autorizadas para cruzar Rafah al día siguiente. “Todos los familiares estamos enganchados a un grupo de Telegram donde publican estas listas, esperando a que aparezca el nombre de alguno de los nuestros porque eso significa que ya podrán salir”, dice.

“Nos hemos hundido económicamente, aparte de moralmente. Nos hemos endeudado hasta los hijos de los hijos; pidiendo préstamos bancarios, además de préstamos de amigos y familiares, he invertido todos mis ahorros. Yo he podido recaudar casi 40.000 dólares, solamente para traer a una parte [de mi familia]: padres, algunos hermanos y sobrinos, pero no a todos porque no podemos”, lamenta.

El hombre se desvive para que sus seres queridos aparezcan en estas listas, para que salgan con vida de Gaza, y no en las interminables que recogen los fallecidos por los ataques de Israel o que sufren los estragos que está causando la guerra, como el hambre. Al menos 30 niños han muerto en hospitales por desnutrición y deshidratación, según las autoridades locales.

A pesar de todos los esfuerzos, aún quedan 13 familiares directos a los que Yafa quiere ayudar a escapar. Por eso, su hermano ha lanzado una campaña para recaudar dinero en internet, con la que pretende conseguir los 65.000 euros que necesita para poner a salvo al resto de la familia, entre ellos hermanos y sobrinos.

Apelar a la solidaridad ajena

Cada vez más integrantes de la diáspora palestina en todo el mundo recurren a esta solución, no sólo en España. Tanto es así que la propia plataforma GoFoundMe, “ante el significativo aumento de personas alrededor del mundo recaudando fondos para ayudar a quienes se encuentran en Gaza”, ha compartido en su web una guía con indicaciones y sugerencias.

“Ayuda a mi familia para que escape de Gaza y pueda reconstruir su vida”, “Evacuar a mi familia de Gaza”, “Ayuda a mi familia de Gaza para tener una vida segura”. Estos son algunos de los mensajes que cientos de palestinos lanzan en las redes, en busca de la solidaridad de los demás para poner a salvo a sus seres queridos.

La hermana de Rita también decidió lanzar una campaña similar para recaudar dinero que le permita evacuar a sus padres y abuelos. Rita ya se encuentra en España con sus hijos, afortunadamente, porque en octubre estaba de visita y no pudieron regresar a Gaza tras el estallido de la guerra. “Estoy feliz de estar aquí, porque cualquier cosa es mejor que la muerte. Pero es muy duro porque no es algo que hayas planeado”, explica esta mujer que también pide mantener el anonimato para no poner en peligro a su familia aún atrapada en Gaza.

Si bien es cierto que la campaña que emprendió su hermana fue bastante exitosa, porque recaudó el dinero solicitado en poco tiempo, cuando tuvo lugar esta entrevista, los nombres de sus padres y abuelos aún no habían aparecido en la lista de autorizados para cruzar el paso fronterizo de Rafah.

“Mis padres no querían salir hasta asegurarse de que podrán evacuar también a mis abuelos. No podían dejarlos solos. Las personas mayores en esta situación lo tienen muy difícil para sobrevivir: necesitan desplazarse para escapar de los bombardeos, estos viajes a veces tienen que ser incluso en carros de animales [burros o caballos], tampoco es fácil conseguir comida ni medicinas”, explica.

“Tengo amigas que me llaman desesperadas, rotas de dolor porque han perdido a hijos en los bombardeos y buscan una salida, pero yo no puedo hacer nada”, lamenta con templanza mientras se agarra el colgante con el mapa de Palestina que cuelga de su cuello, como si de un acto reflejo se tratara para calmar esa impotencia que dice sentir.

Mirar al futuro ahora es imposible. “Es difícil pensar en nada más, lo primero es evacuar a mis padres y abuelos de Gaza, después ya veremos”, reconoce Rita. Tanto ella como Yafa aseguran vivir en el presente. Mientras, sus familiares esperan sobreviviendo en tiendas de campaña instaladas en el sur de la Franja, en precarias condiciones y con temor a la ofensiva que Israel ha prometido lanzar contra Rafah –la localidad fronteriza con Egipto, donde se han refugiado más de un millón de gazatíes que huyeron de sus casas–.

“Todo esto es solo para que lleguen a El Cairo y ahí estarán en situación irregular”, destaca Yafa. “Pronto veremos a más palestinos buscando rutas para llegar a Libia y cruzar el mar Mediterráneo como puedan. Porque están llegando a embajadas y consulados donde no dan respuesta. No hay vías legales ni seguras. Lamentablemente, veremos más muertes”.