10 motivos para manifestarse por un Sáhara Libre
El próximo sábado, al amanecer, arrancarán autobuses en numerosas localidades de toda la geografía del Estado español. Para mucha gente se ha convertido ya en una tradición visitar Madrid a mediados de noviembre. La manifestación estatal por la autodeterminación del pueblo saharaui condena los cumpleaños de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, firmados el 14 de este mes del año 1975. Mediante estos acuerdos, España entregaba ilegalmente el territorio del Sáhara Occidental a una administración compuesta por España, Marruecos y Mauritania y privaba a la población saharaui de su derecho a la libre determinación.
Desde entonces, las distintas asociaciones de amistad con el pueblo saharaui, repartidas por todo el estado español, así como otras muchas plataformas, asambleas y colectivos, trabajan para que el pueblo saharaui pueda regresar a su país. Todas las personas integrantes de estos grupos tendrán sus motivos personales para permanecer durante tanto tiempo del lado de este pueblo olvidado por la comunidad internacional. Rostros de amigos, de familiares, de niños de acogida por el programa Vacaciones en Paz, ansias de justicia, de cerrar uno de los procesos más vergonzosos de la historia próxima del Estado español. Enumeramos diez motivos por los que acudir a la manifestación del próximo sábado.
1. Acuerdo de Pesca UE-Marruecos
En las próximas semanas, el Parlamento Europeo votará el nuevo protocolo para el Acuerdo de Colaboración en el Sector Pesquero entre la Unión Europea y Marruecos. En él, se incluiría el caladero de pesca comprendido a lo largo de la costa del Sáhara Occidental. Sin embargo, el Sáhara Occidental es, según la legalidad internacional, un Territorio no Autónomo, por lo que Marruecos, que es la potencia ocupante del territorio, no tiene derecho a explotar los recursos naturales de éste. No se puede negociar con Marruecos la pesca en las aguas saharauis. Los recursos naturales de la población saharaui deben suponer un beneficio para esta. De lo contrario, se está condenando a la pobreza a un pueblo que lucha por poder gestionar sus recursos de manera independiente. Además, hay que tener en cuenta que el Parlamento Europeo ya votó esta cuestión, y que lo hizo en contra. Y que los servicios jurídicos del Parlamento Europeo vuelven a argumentar que las aguas del Sáhara Occidental no forman parte de la Zona Económica Exclusiva de Marruecos. ¿Se repetirá la votación hasta que sea aceptado un acuerdo ilegal? ¿Es permisible que los europarlamentarios voten a favor de lo que sus propios servicios jurídicos consideran ilegal? ¿A qué intereses corresponde esta votación?
2. Presos políticos
Actualmente, alrededor de 40 saharauis se encuentran encarcelados en prisiones marroquíes por la defensa de sus ideas. Una veintena de ellos fueron arrestados tras el desmantelamiento del campamento pacífico de Gdéim Izikm, desarrollado en noviembre del 2010 Es indispensable su puesta en libertad inmediata, hasta que se pueda celebrar un juicio justo, con presencia de observaciones internacionales.
3. Violaciones de los derechos humanos
Torturas, desapariciones forzosas, abusos sexuales, vejaciones… La población saharaui que vive en los Territorios Ocupados por Marruecos sufre, sistemáticamente, la violación de sus derechos más elementales. Actores internacionales como Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Fundación Robert Kennedy, además de instituciones dependientes de Naciones Unidas como el relator contra la tortura o el propio Informe Anual del Secretario General de la ONU, así como informes surgidos del Parlamento Europeo, han denunciado esta situación. Sin embargo, la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) sigue siendo la única misión de este tipo que no contempla entre sus competencias la vigilancia de los Derechos Humanos. Este año, se negoció la renovación de esta misión y las posturas de estados como Francia y España evitaron que se incluyera la cláusula de la vigilancia. Exijamos que esto cambie de una vez.
4. La verdad en las fosas
Hace unos meses, un equipo de investigación de la Universidad del País Vasco, en colaboración con la Fundación Aranzadi, consiguió exhumar y estudiar cuerpos de saharauis asesinados y enterrados en medio del desierto en el año 1976. De esta manera, se prueba científicamente la evidencia de la masacre que el régimen marroquí cometió contra la población saharaui en aquellos años. Es necesario saber más, tener la posibilidad de que se desarrollen actividades de este tipo en los Territorios Ocupados por Marruecos. Las familias víctimas de desapariciones, y el pueblo saharaui en su totalidad, tienen que reconstruir la memoria que les ha sido arrebatada.
5. Población refugiada
En los campamentos de población refugiada de Tinduf (Argelia), miles de saharauis ansían regresar a sus hogares. El exilio no puede ser una situación permanente. Muchas generaciones sólo conocen de su tierra lo que les han contado sus antecesores. La hammada argelina es una de las zonas más inhóspitas del Planeta, donde se encuentran estos campamentos. Allí el Frente Polisario ha creado un estado, con sus infraestructuras, sus servicios públicos… Pero un estado sin territorio, en el que todo es provisional, en el que no hay posibilidad de crear ni una estabilidad, ni una proyección de futuro. Las nuevas generaciones, hastiadas de esperar en medio del desierto, piden a su Gobierno el abandono del proceso de paz, el retorno a las armas, a la guerra.
6. Cooperación internacional
Los campamentos de Tinduf sobreviven, principalmente, por la ayuda proveniente de la cooperación internacional. El Estado español, las comunidades autónomas, los ayuntamientos, así como diferentes ONGDs de aquí han sido los principales donantes de ayuda humanitaria para la población refugiada saharaui. La crisis económica ha hecho que esta ayuda se haya reducido drásticamente, teniendo duras consecuencias para la población. Debemos impedir que la gestión de esta crisis se lleve por delante la cooperación internacional, pero más especialmente, debemos exigir que las ayudas al pueblo saharaui se conviertan en una prioridad, dada la enorme responsabilidad que tiene el Estado español en este conflicto.
7. Frente Polisario: 40 años bastan
Este año se cumplen 40 años desde la fundación del Frente Polisario. Este movimiento de liberación ha luchado por la independencia y por la descolonización desde el año 1973. Primero, contra la colonización española y, después, contra la ocupación marroquí. El Frente Polisario supo dejar las armas en el año 1991, cuando la ONU auspició el Alto el Fuego prometiendo la celebración de un referéndum de autodeterminación. Desde entonces, han llevado a cabo una lucha pacífica, centrada en la diplomacia y en la defensa de la legalidad internacional y creando un estado en los campamentos de Argelia mediante el cual se intentan cubrir las necesidades básicas de la población refugiada. Sin embargo, la comunidad internacional ha hecho oídos sordos a sus legítimas reclamaciones y el referéndum todavía no se ha celebrado, mientras que la presión de la propia población saharaui por un regreso a las armas es cada vez mayor. La lucha pacífica del Frente Polisario es un ejemplo para el mundo. Una lucha que dura ya 40 años y que no se debe prolongar por más tiempo.
8. España: potencia administradora
La legalidad internacional es clara. Los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los cuales España cedía su soberanía sobre el Sáhara Occidental, son ilegales. Este proceso no puede ser desarrollado unilateralmente, sin la aceptación de la comunidad internacional. Esto quiere decir que, según la legalidad internacional, España sigue siendo la potencia administradora del territorio hasta que se cierre el proceso de descolonización, mediante un referéndum de autodeterminación. Marruecos, por lo tanto, es únicamente la potencia ocupante, la que desarrolla la administración del Sáhara Occidental por la fuerza, mediante la represión, sin que ningún estado miembro de Naciones Unidas haya reconocido a día de hoy su soberanía sobre el territorio. El Estado español es, por lo tanto, responsable de todo lo que ocurra en el Sáhara Occidental y debe impulsar la celebración del referéndum de autodeterminación cuanto antes.
9. Constante traición
Sin embargo, ningún Gobierno de la democracia ha sido lo suficientemente valiente para desarrollar una política acorde con sus obligaciones legales y morales. Siempre han primado los intereses económicos de unos pocos y las relaciones de Estado, que, en alguna ocasión, están directamente relacionadas con los intereses personales de quienes han ostentado determinados cargos públicos. De este modo, presuntamente, la Casa Real española, con el rey Juan Carlos I a la cabeza, está históricamente relacionada con la entrega del Sáhara Occidental a la monarquía marroquí. Ni que decir tiene que tanto el Partido Popular, como el Partido Socialista Obrero Español, han prometido velar por los derechos del pueblo saharaui desde la oposición, olvidándose de las promesas, e incluso, traicionándolas abiertamente, una vez han llegado al poder. Es hora de que el Estado español asuma sus responsabilidades y se ponga del lado de los Derechos Humanos y de la libertad.
10. Autodeterminación
Salir a las calles el próximo sábado es necesario para exigir a la comunidad internacional, las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Estado español, el marroquí, el francés y a todos aquellos actores internacionales que están implicados en el conflicto que respeten el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. El referéndum debe ser una realidad ya. Lo exige la legalidad internacional. El pueblo saharaui tiene la razón. Tienen el tiempo para ganar, mientras que el resto sólo tienen el reloj para medir los segundos que pasan hasta que en un día se celebre la consulta y puedan elegir su futuro.