Una mujer y un niño han muerto y otras 10 personas siguen desaparecidas tras volcar la embarcación el pasado martes en la que viajaban 28 personas cuando era remolcada a un puerto griego por la Guardia Costera, según ha anunciado el Alto Comisionado para los refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) en un comunicado, en el que además solicita a la Unión Europea y a “otros gobiernos” que lleven a cabo acciones para “evitar las pérdidas de más vidas humanas”, como la creación de alternativas de inmigración legal o el fortalecimiento de las labores de rescate.
Según los testimonios de algunos de los 16 supervivientes y de la guardia costera griega, el barco transportaba a 26 afganos y dos sirios. Fue interceptado al sur del mar Egeo poco después de la media noche tras sufrir un fallo mecánico y mientras estaba en ruta, al parecer, desde Turquía hacia Grecia. La embarcación, con los 28 pasajeros aún a bordo, estaba siendo remolcada por un barco de la guardia costera cuando volcó.
La embarcación, un bote de pesca con 28 personas, había sido detectada por los guardacostas griegos a 1,5 kilómetros de la costa del islote Farmakonisi, situado a escasos diez kilómetros de la costa turca.
Según informó una portavoz de la Guardia Costera a Efe, la barca era remolcada al puerto de Leros cuando “por razones aún desconocidas” dos personas cayeron al agua. Entonces, según la misma fuente, los ocupantes se asomaron todos hacia un lado para ver lo que había sucedido, provocando que la barca volcase.
El accidente es el primero de este tipo en 2014 y el último de una cadena de desastres marítimos en el Mediterráneo en los que se han visto afectados inmigrantes y refugiados que huían por mar hacia Europa. Más de 360 personas murieron el 3 de octubre del año pasado en un naufragio en las costas de Lampedusa, en Italia, mientras que otros accidentes mortales tuvieron lugar en semanas posteriores.
Según los datos de Acnur, en 2013 unas 40.000 personas llegaron irregularmente por mar a Italia, Malta y Grecia. Esta cifra contrasta con las más de 60.000 que llegaron en 2011 durante la crisis en Libia. Cruzar el Mediterráneo de manera irregular en embarcaciones habitualmente ocurre entre marzo y octubre, durante los meses de primavera y verano, pero este año las llegadas han continuado a lo largo de todo el invierno, a pesar de las malas condiciones meteorológicas. Sólo a Italia han llegado por mar más de 1.700 personas desde enero 2014.