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Mujeres que cruzan a Suecia para interrumpir su embarazo: Dinamarca se propone relajar su antigua ley del aborto

Una mujer camina por una carretera cubierta de nieve en Humlebaek, al norte de Copenhague.

Òscar Gelis Pons

Copenhague —
14 de diciembre de 2023 21:49 h

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50 años después de que se despenalizara el aborto en Dinamarca, aún hay mujeres que tienen que salir del país escandinavo e ir a Suecia para interrumpir su embarazo. Roxana Leyton es la comadrona en el Hospital Universitario de la región de Skåne, situado en la ciudad sueca de Malmö, y asegura que, a lo largo de los años, los casos de mujeres que acuden desde Dinamarca a abortar en su hospital se continúan produciendo.

En números absolutos, no son muchas las mujeres danesas que atiende Leyton –alrededor de una quincena al año, asegura la comadrona, una cifra también similar a los casos que acuden al centro hospitalario de la ciudad sueca de Lund para abortar–. Sin embargo, estos casos son la consecuencia de que Dinamarca mantiene una ley del aborto más restrictiva que otros países de la Unión Europea y que no se ha modificado desde 1973.

Este otoño, la propuesta para actualizar la actual ley del aborto ha generado un intenso debate en un país que se ve a sí mismo como una sociedad que históricamente ha sido pionera en la aplicación de leyes que garantizan la igualdad de género. En 2007, el Gobierno danés ya intentó modificar la ley del aborto sin que la propuesta recibiera el apoyo ni del Consejo Ético del Parlamento ni de la mayoría de las formaciones políticas, y, por lo tanto, fracasara en la modificación.

Abortar más tarde de la semana 12 

Roxana Leyton explica que las mujeres danesas a las que atiende vienen a Suecia porque se les ha denegado el aborto en su país. “Pueden haber tenido diagnósticos fetales que muestran anomalías, o simplemente han descubierto demasiado tarde que están embarazadas, nunca preguntamos el motivo por el que se quiere interrumpir el embarazo, pero la mayoría de mujeres nos lo cuenta de todas formas”, dice la comadrona en un reportaje publicado recientemente por el periódico sueco Dagens Nyheter. 

La actual legislación del aborto de Dinamarca permite a las mujeres que tienen más de 18 años poder interrumpir el embarazo de forma gratuita hasta la semana 12 de gestación. Más tarde, la interrupción del embarazo tiene que ser aprobada por un Consejo de especialistas formado por tres miembros: un médico ginecólogo, un médico psiquiátrico y un trabajador social o un abogado. Según datos del Ministerio de Salud danés, en 2022 estos Consejos del aborto recibieron 863 solicitudes para interrumpir el embarazo tras la semana 12, de los cuales dieron la aprobación en 809 casos y se denegó el permiso en 54 casos.

Hasta ahora, las mujeres menores de 18 años que querían abortar sin haber recibido el consentimiento de sus padres también dependían de la decisión de este consejo de especialistas. Sin embargo, el actual Gobierno danés ya anunció en la pasada primavera que modificaría la ley para que las mujeres de 15 a 17 años puedan abortar de forma gratuita sin el consentimiento paternal. La reforma que se está debatiendo en el país escandinavo –aunque aún no se ha iniciado el proceso– también eliminaría el requisito de que el Consejo dé el visto bueno a las interrupciones del embarazo de las mujeres adultas.

La legislación danesa contrasta con la ley en Suecia, donde la mujer puede decidir abortar sola y el procedimiento está garantizado hasta la semana 18, lo que representa uno de los límites más tardíos entre los países europeos junto con Islandia y Países Bajos. En comparación, la ley española permite interrumpir libremente la gestación hasta la semana 14. 

Según la comadrona Leyton, la mayoría de mujeres danesas a las que atiende acuden a ella entre las semanas 14 y 16 de su embarazo, por ejemplo, en casos donde “la mujer ha descubierto una malformación en el feto tras la semana 12 y no quiere pasar por el trámite de pedir permiso en el Consejo de especialistas en caso de aborto tardío”. Leyton también señala que, como en Dinamarca, en Suecia, la mayoría de los abortos no son quirúrgicos, y por lo tanto, se inducen con unas pastillas que favorecen las contracciones del útero que provocan que el feto sea expulsado. “Las mujeres solo lo hacen porque no hay otra salida, las que vienen hasta Suecia están contentas de poder recibir la ayuda que necesitan”, concluye Leyton. Suecia permite que mujeres extranjeras lleguen al país escandinavo para abortar desde 2008, y es una práctica que deben pagar las mujeres que recurren a ella y que tiene un coste de 19.000 coronas suecas (alrededor de 1.600 euros). 

Plazo hasta la semana 18 

Hace tiempo que varias organizaciones no gubernamentales, además de ginecólogos y obstetras, presionan al Gobierno de Dinamarca para que modifique la ley del aborto vigente y se equipare a la del la vecina Suecia. En este sentido, a finales del mes de septiembre, el Consejo Ético del Parlamento creado para debatir la ley, recomendó aumentar de la semana 12 a la semana 18 el límite para abortar en Dinamarca. Esta decisión fue apoyada por nueve de los 17 expertos y políticos que forman el consejo, con el argumento principal de que, de esta forma, las mujeres tendrían más tiempo para reflexionar después de recibir los resultados de las pruebas practicadas al feto, sin que ello supusiese un aumento significativo del riesgo para la embarazada.

Además, en el comunicado del Consejo Ético también se alude que modificar las semanas permitidas para abortar aumentaría la igualdad de acceso a la atención sanitaria, ya que “haría igual de fácil para todas las danesas acceder al aborto, como las ciudadanas con más recursos han hecho hasta ahora por ejemplo viajando a Suecia”. 

A pesar de las recomendaciones del Consejo Ético, el Parlamento danés se encuentra dividido por la cuestión. Los principales detractores de la reforma se encuentran en el bloque de derechas del Folketing, liderados por el Partido Conservador, que defienden que “en la semana 18 los niños han desarrollado el oído y empiezan a reconocer sonidos y melodías fuera del útero”, razón por la que su portavoz dijo que no les “gusta que haya un aborto gratuito hasta tan tarde”. Dentro del actual Gobierno formado por tres partidos, los Moderados son quienes se han manifestado más de acuerdo con la recomendación del Consejo Ético, mientras que el Partido Socialdemócrata y los Liberales admiten estar a favor de aumentar las semanas, pero intentarán buscar un acuerdo de gran consenso entre las formaciones para que la cuestión no polarice el debate político, tal y como pasa en muchos otros países.

En este sentido, Dinamarca no es el único país nórdico en el que recientemente se ha abierto el debate sobre el aborto. En Noruega, la legislación también puede sufrir cambios. Hasta ahora, el límite era hasta la semana 12, pero el Consejo Ético del parlamento noruego ha recomendado esta semana ampliarlo hasta la semana 18. En Finlandia, el pasado 1 de septiembre entró en vigor una ley que actualiza una de las legislaciones más estrictas en la UE, en la que la mujer podía abortar con el límite de la semana 12, justificando la razón y presentado dos informes médicos separados que lo avalaran –ahora tiene derecho a hacerlo en el mismo plazo sin dar explicaciones–. Por otro lado, Islandia decidió en 2019 aumentar el límite de aborto gratuito desde la semana 16 a la semana 22, una de las legislaciones más liberales en el mundo que, sin embargo, no ha hecho aumentar el número de casos de interrupciones del embarazo en el país.

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