El Ministerio del Interior continúa con las devoluciones de saharauis desde el aeropuerto de Barajas. Este domingo 21 solicitantes de asilo que alegan huir del Sáhara Occidental ocupado han sido devueltos a Marruecos tras semanas retenidos en las salas de asilo, en un vuelo operado por Iberia programado a las 23:50 horas, según confirman fuentes jurídicas a elDiario.es. Esa misma noche, tres solicitantes de asilo “con pasaporte marroquí” lograron escaparse de las salas de inadmitidos donde esperan la revisión de su petición de protección internacional.
Esta devolución se suma al retorno forzoso de otros 16 solicitantes de asilo saharauis el pasado jueves. Esta treintena de devoluciones se produce pese a las recomendaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) de permitir la entrada en España de aquellos que también hayan pedido el reconocimiento de la apatridia, como es el caso de la mayoría de los ciudadanos que alegan ser saharauis. El Ministerio del Interior rechaza dar información sobre las operaciones de retorno por “razones de seguridad”.
Entre quienes han sido devueltos este domingo se encuentra Rachida Amador. La mujer, de 32 años, solicitó en Barajas el reconocimiento de la apatridia por ser saharaui, además de una petición de asilo por la situación de persecución que asegura sufrir en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Sobre ella, la Agencia de la ONU para los refugiados también recomendó su entrada en España mientras el Gobierno estudiaba su petición de apatridia. “Esta Oficina recomienda que, dadas las limitaciones de los plazos para el procedimiento de apatridia y no siendo factible que se resuelva en un tiempo razonable durante la estancia del solicitante en el aeropuerto, se autorice la entrada del solicitante a territorio a fin de continuar con el procedimiento de apatridia recogido en el RD 865/2001 y de conformidad con la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre la posibilidad de iniciar un procedimiento de apatridia mientras el solicitante se encuentre en un puesto fronterizo tramitando un procedimiento de protección internacional”, insistió Acnur en un documento ignorado por Interior.
Según el criterio de la Agencia de la ONU, si los saharauis han solicitado en el aeropuerto, más allá del asilo, el reconocimiento de su situación de apatridia -la falta de una nacionalidad, dado que no se identifican con la marroquí-, esa persona debería obtener permiso para entrar en España y no ser devuelta antes de conocer el resultado de dicha petición, dado que sus plazos suelen alargarse más que los del asilo. Prácticamente todos los saharauis que se encuentran en Barajas han solicitado el reconocimiento de la apatridia.
Por su parte, durante este fin de semana, el Gobierno ha autorizado la entrada temporal en España de dos activistas saharauis que se encontraban en alguna de las salas de asilo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid- Barajas, quienes podrán estar en el país mientras se resuelven sus respectivas peticiones de protección internacional, según ha publicado Efe.
Dos fugas en una semana
Durante la misma noche en la que decenas de personas han sido retornadas, seis solicitantes de asilo “con pasaporte marroquí” retenidos en las salas de inadmitidos en Barajas se han intentado escapar de una de las salas de inadmitidos del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. De ellos, tres consiguieron fugarse mientras que los otros tres fueron detenidos por la Policía Nacional, según han confirmado fuentes del Ministerio del Interior a elDiario.es.
Es la segunda fuga realizada con éxito desde las salas de asilo de Barajas en las últimas semanas, aunque se han producido en terminales distintas, según apunta Interior. El pasado día 2 de octubre, cuatro solicitantes de asilo realizaron un agujero en el techo para escaparse a través de la azotea del aeropuerto, donde lograron escapullirse del control policial. Aunque quienes se han escapado tienen nacionalidad marroquí, se desconoce si son en realidad saharauis, dado que el Ministerio del Interior lleva semanas sin diferenciar entre los demandantes de asilo que alegan ser saharauis -y que piden protección precisamente por esa razón- y los marroquíes.
La huida de estas personas se produce en un momento en el que decenas de ciudadanos con pasaporte marroquí, muchos de ellos saharauis, llevan semanas atrapados en varias terminales de Barajas tras solicitar asilo a su llegada a España. La mayoría de ellos han partido del aeropuerto de Marrakech en un vuelo con destino final Cuba, pero durante su escala en Madrid aprovechan para demandar protección internacional a las autoridades españolas.
Fuentes del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) detallan que las distintas huídas se han producido a través de la perforación de “varios agujjeros en el techo” de estas salas. “Desde el sindicato, se han realizado escritos solicitando que se sellen los falsos techos y ya en enero de este año interpusimos con caracter de urgencia para mejorar condiciones de seguridad”, sostiene el sindicato policial. Una portavoz de la asociación de policías sostiene que, para llevar a cabo esta última fuga, algunos solicitantes de asilo “destruyeron somiers de algunas de las camas para afilarlos y, con eso, picar el techo”, añade.
El sindicato policial Jupol también ha denunciado este lunes las condiciones de seguridad y salubridad de las salas de asilo de Barajas. “La sala de inadmitidos de Barajas no reúne las condiciones mínimas de seguridad ni de salubridad”, ha destacado el portavoz de Jupol, Ibón Domínguez en declaraciones recogidas por la agencia Efe.
A las salas de asilo de los aeropuertos españoles llegan aquellas personas que, una vez aterrizadas, manifiestan en el control fronterizo su necesidad de pedir protección internacional. Este procedimiento -aplicado en los aeropuertos, puertos o puestos fronterizos- es diferente al activado en territorio nacional: se trata de uno acelerado, en el que las autoridades deben responder en un plazo de escasos días si admiten o no esa petición. Una vez presentada, los solicitantes esperan la respuesta en estas salas de plazas limitadas, de donde no pueden salir. Si la resolución es positiva, estas personas podrán entrar en territorio nacional con un permiso de residencia temporal como solicitantes de asilo. Si es negativa, serán retornados a sus países de origen. En el caso de las peticiones ligadas al estatuto de apatridia, -las que suelen registrar de forma paralela todos los saharauis por no contar con una nacionalidad reconocida, ya que no se identifican como marroquíes- el procedimiento suele tardar más por lo que organizaciones internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados recomiendan la entrada en territorio español de estas personas para que puedan esperar la resolución del procedimiento en España y garantizar así su viabilidad.
Una orden interna de la Policía Nacional establece “un control especial de vigilancia” sobre las personas de “origen magrebí” que integran el colectivo de migrantes inadmitidos en el aeropuerto de Madrid-Barajas, tal y como públicó elDiario.es. La orden, a la que ha tenido acceso este medio, argumenta que “el 100% de los fugados” de las salas donde se concentra a los inadmitidos tienen hasta ahora “origen magrebí”.
El escrito tiene fecha del pasado jueves, 3 de octubre. El día 30 de septiembre, tal y como describe el escrito policial, “cuatro personas magrebíes” utilizaron el “modus operandi del rififí”, consistente en acceder a la azotea y de ahí a la zona pública de la T2. Por ello, añade, “se hace necesario incrementar las medidas de seguridad”. Consultada la Dirección General de la Policía, un portavoz ha declinado hacer comentarios.
El Código Ético de la Policía Nacional culmina con un decálogo que, en su punto quinto, señala que se debe “evitar toda discriminación por razón de raza, etnia, religión, creencias, sexo, edad, ideología, discapacidad o cualquier otra de similar naturaleza”. Además, la Circular número 2/2012 de la Dirección General de la Policía “sobre identificación de ciudadanos” prohíbe “actuaciones masivas o indiscriminadas basadas únicamente en criterios étnicos”.
Amnistía Internacional ha denunciado en numerosas ocasiones la represión infligida por las autoridades marroquíes contra los intentos de protesta de la población saharaui residente en los territorios ocupados por Marruecos. La organización ha documentado tortura o malos tratos a activistas saharauis, sobre todo después de participar u organizar manifestaciones por la celebración de un referéndum de autodeterminación, ordenado por la ONU en 1991 y que sigue pendiente décadas después.