La ONU ha recibido hasta el momento sólo 92,4 millones de los 415 millones de dólares que solicitó a donantes internacionales para la ayuda inmediata a Nepal tras el seísmo que hace hoy un mes dejó más de 8.600 muertos y 16.000 heridos.
De acuerdo con datos difundidos hoy por Naciones Unidas en Katmandú, la situación en Nepal continúa arrojando un panorama sombrío que demanda el apoyo de la comunidad internacional, un reclamo que ha sido reiterado en las últimas horas por el propio Gobierno.
Según el organismo mundial, 350.000 familias han perdido sus casas, de las que 120.000 han recibido ayuda humanitaria en forma de lonas o asentamientos temporales.
La ONU alerta de que 315.000 personas permanecen todavía en zonas remotas y de difícil acceso, de las que 75.000 son inaccesibles hasta por aire, a apenas dos semanas para la llegada del monzón.
Alertó asimismo de que hace falta ayuda alimentaria urgente para 1,9 de los alrededor de 28 millones de nepalíes, aunque a 1,7 millones de ellos ya ha llegado; 1,5 millones necesitan ayuda en materia de salubridad e higiene y 2 millones requieren apoyo en atención sanitaria.
Las cifras indican que 1,5 millones de mujeres y niñas necesitan también atención específica, entre las que se incluye a 138.000 embarazadas.
En materia educativa, recordó que 1 millón de niños y adolescentes no podrán volver a las clases cuando se reabran los centros educativos el próximo domingo (que no es día festivo en Nepal).
El terremoto ha dejado 30.000 aulas destruidas y 15.000 dañadas, aunque en este último caso con posibilidad de ser reparadas.
Los daños del seísmo han sido muy importantes en los centros del sistema educativo en varios distritos del Valle de Katmandú, y en tres de ellos: Gorkha, Sindhupalchok y Nuwakot, la destrucción de escuelas alcanza al 90%.
El del pasado día 25 fue el movimiento telúrico de mayor intensidad en 80 años en Nepal, y el más devastador en la región desde que en 2005 un terremoto acabara con la vida de 84.000 personas en Cachemira.