Tras el desembarco en tierras italianas de sus últimos rescatados, el barco de la ONG española Proactiva Open Arms navegará tres días de regreso a casa. Así lo ha anunciado el fundador de la organización, Óscar Camps, que señala que Barcelona es su destino previo al varadero “donde se analizará el alcance de daños y estudiaremos su reparación integral, adaptación o sustitución”.
Con 363 migrantes a bordo después de sucesivos rescates y una llamada a diferentes Gobiernos, la nave obtuvo el pasado 2 de febrero la autorización de las autoridades italianas para desembarcar en Pozzallo, en la isla de Sicilia. La ONG había denunciado que Malta les había negado un puerto en tres ocasiones y que Italia aún no había respondido a su petición de desembarcar y empezaban a escasear los alimentos.
“Su corazón se agota”, ha escrito la ONG en Twitter. En enero, la organización comenzó una campaña en la que pedía ayuda económica para reparar el navío o comprar uno nuevo. El mantenimiento de la ONG se hace por las donaciones ciudadanas, por lo que la ONG ha fijado un objetivo de 600.000 euros, de los que ya lleva más de 400.000 recaudados. “Si no, no podremos seguir”, comunicó Camps varios medios.
En declaraciones a RAC1, Camps explicó que es “poco viable” seguir con los rescates por cuestiones de “seguridad”, ya que “el barco tiene unos 47 años y, tal como está, no puede hacer frente a seguir rescatando náufragos”. “Las continuas reparaciones ya no dan para más, cada vez que salimos de puerto, se demora por reparaciones”, afirmó. En dos años y medio el barco ha recorrido el equivalente a dos vueltas al mundo y ha salvado más de 6.000 vidas, según la organización.