El barco Open Arms rescata a 60 personas en el Mediterráneo: “¿Sois de Libia o de España?”

Los ojos de Zatadiña observan las lanchas naranjas de Open Arms con desconfianza. Nos acercamos despacio. La primera reacción de alegría se transformaba en el miedo a que no fuésemos quienes deseaban que fuésemos. Algunos de sus hombres se levantan nerviosos: “¿Libia? ¿Spain?”.

Las mujeres les rogaban calma. Y se dirigían hacia nosotros: “Por favor, no quiero volver. Nos pegan, nos secuestran”, suplica entre sollozos Zatadiña, mostrando las marcas de sus brazos, desde el interior de una inestable en la que viajaban 60 personas en aguas del Mediterráneo.

“Venimos de España. De Europa”, anunciaron los socorristas de Proactiva Open Arms mientras pedían calma a las personas en riesgo que se levantaban aterradas ante la posibilidad de ser devueltas a Libia. “Sentaos. No iremos a Libia, vamos a España”, repetían una y otra vez desde la lancha del rescate.

Algunas empezaron a sonreír. Ante su situación de peligro, los socorristas comenzaron a traspasar a los migrantes a la lancha de Open Arms. El primero fue Kisley, un niño de nueve años, de República Centro Africana. Se movía ligero sobre la barca en la que ya estaba a salvo. Su madre, Judith, le siguió. “¿No Libia?”. “No. España. Estáis a salvo. Bienvenidos”.

Fue entonces cuando empezó a creérselo. Sonrió, se colocó muy cerca de su hijo al fondo de la barca de la ONG. Uno a uno fueron siendo transferidos a las dos lanchas especializadas en rescate de la organización española, entre ellos 5 mujeres y cuatro menores, dos de ellos no acompañados, ya están a salvo en el Open Arms. Una vez a bordo del buque español, una voz ha sonado desde la megafonía del barco español. “Bienvenidos. Les habla el capitán”, ha dicho a los nuevos ocupantes Marco Martínez.

Cuando las personas ya se encontraban en la lancha de rescate, una patrullera libia se aproximó a la zona. Open Arms había llegado primero a auxiliar a las 59 personas en riesgo. Las personas rescatadas miraron la patrullera ya desde el barco español. Se abrazaban.

Los aplausos han inundado el Open Arms. Las personas rescatadas se abrazaban entre ellas, daban las gracias a la tripulación. Zatadiña, de 20 años, estaba sentada en la zona reservada para las mujeres. “En Libia lo hemos pasado muy mal. Me han pegado, he visto a gente morir... ”. En total, suman 14 nacionalidades. Mali, Burkina Faso, Costa de Marfil, Eritrea, Siria, Egipto, República Centroafricana, Palestina, Sudán, Camerún, Etiopía, Libia, Bangladesh y Guinea Conakry.

El Open Arms está vetado en los puertos de Italia y Malta, con lo que la tripulación se ha puesto en contacto con las autoridades españolas para pedir un puerto de desembarco seguro para estas personas. El barco tenía planeado desembarcar en España tras varios días de misión, por lo que su idea inicial es continuar con sus planes de poner rumbo a aguas españolas. Por el momento, continúan en aguas internacionales, pendientes por si se localizan nuevas barcas en riesgo.

Sus equipos de rescate han acudido a un nuevo aviso de una posible barca en riesgo del centro de coordinación de salvamento de Malta. Su tripulación ha recibido la autorización de la supuesta guardia costera libia y han puesto rumbo hacia las coordenadas indicadas. A su llegada, no han localizado ninguna balsa en riesgo.

Durante las casi tres horas en las que los equipos de rescate de Open Arms han rastreado la zona, los socorristas solo han avistado una balsa semihundida en una localización diferente de la indicada por el aviso de Malta. No había nada alrededor, se desconoce si eran los restos de una barca detectada hace días o se trata de un caso reciente interceptado por las autoridades libias.

Al otro lado de la orilla, apenas minutos después de que ocurriera el rescate, el ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, ha adelantado una vez más que no dejará atracar a la nave en puerto italiano. “Este barco está situado en las aguas de la zona Sar (de rescate) de Libia, el puerto más cercano es Malta, la asociación y el pabellón es de España: olvídese de llegar a un puerto italiano”, ha amenazado.

El rescate se produce después de que este viernes 100 personas, entre ellas tres bebés, se ahogaran tras el naufragio de su patera. Mientras, el único barco especializado en la zona, el Open Arms, fue ignorado por las autoridades libias e italianas en las labores de salvamento. Se trata del primer rescate que la organización lleva a cabo en esta misión, en la que las trabas de Italia y Malta a su labor han sido cada vez mayores.