“A veces pienso que tenemos políticos antisistema. Son las ONG las que están cumpliendo con el derecho marítimo internacional y son algunos países los que se están saltando el sistema, tolerado por el resto”. Así explicaba este martes el fundador de la ONG Proactiva Open Arms, Óscar Camps en una entrevista para la Cadena SER la situación que se está viviendo en el barco de la organización en el que 150 personas esperan a ser rescatados mientras que ningún país les ofrece un puerto seguro. “Piensa qué te pasaría a ti si te rescatan en el mar y te tuvieran hacinado en un barco durante 13 días y ni siquiera has podido llamar a tus padres para decir que estás vivo, con una situación de desconocimiento absoluto de qué va a pasar. Eso genera mucha ansiedad”, ha reflexionado Camps.
“Sabiendo que llevamos 14.000 muertos en el Mediterráneo en esta última legislatura europea, ¿no somos capaces de arbitrar un sistema de reparto?”, ha criticado Camps, que también ha reprochado la negativa del gobierno de España a tomar alguna actuación tras haber agotado los canales ordinarios para conseguir un permiso de desembarco en Malta o Italia.
De la misma manera, ha lamentado no haberse podido reunir todavía con el presidente español, Pedro Sánchez, a cuya solicitud el Gobierno ha respondido por escrito con una negativa. Camps ha lamentado que los contactos con el Ejecutivo español no sean al mismo “nivel” que con otros gobiernos europeos. “Debían haber aceptado algunas de las tres peticiones por escrito” para tener un encuentro con el presidente, ha afirmado. Además ha lamentado que siendo un barco con bandera española que está protegiendo a 150 personas, “nadie de este país está protegiendo a los ciudadanos de este barco”.
El fundador de la ONG española ha reconocido mantener contactos con la canciller alemana Ángela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron, a quien le ha pedido ayuda para activar un mecanismo de desembarco que debe ser solicitado por un país miembro. Asímismo, ha afirmado que su foco para el desembarco está en los puertos de Italia y Malta por su proximidad.
Atracar en Italia sin permiso no es descartable
Preguntado por si podrían llegar a atracar en un puerto italiano sin permiso, como hizo la capitana del Sea Watch, Carola Rackete, el director de la organización ha explicado que no es descartable ya que las situaciones de violencia que se dan en el barco pueden desembocar en un “problema serio que no puedan contener” y que les haga “poner rumbo a tierra”: “Puede ser que haya un conflicto dentro de media hora o, lo que es peor, que muera alguien a bordo por violencia, sería un drama, para nosotros sería imperdonable, pero tampoco tenemos capacidad para lo que estamos haciendo”.
Camps ha descrito la situación a bordo del Open Arms como “bastante compleja”. “Dos lavabos, 180 metros cuadrados en cubierta, están hacinados. Hay discusiones por las colas para el baño, por un trozo de sombra, por un trozo de sol, discusiones por la comida... Las condiciones climatológicas también lo complican, los mareos, los vómitos”, ha explicado.
Ha destacado que los 19 miembros de la tripulación tienen que hacerse cargo “no solo de la gestión del propio barco sino también de tantas personas, además de la asistencia médica y psicológica”. En este sentido, han tenido que incorporar un equipo de soporte psicológico y mediadores culturales para que “intenten generar la calma”. “Han empezado huelgas de hambre y son más de 10 nacionalidades a bordo”, ha dicho Camps que también ha advertido del creciente clima de tensión por la precaria situación a bordo.
“De la cárcel se sale, del fondo del mar, no”
Sobre quienes puedan acusarles de querer protagonismo, Camps ha puntualizado que “la realidad se vive dentro” y ha subrayado lo diferente que es para ellos tomar estas decisiones en comparación con los políticos. “Desmenuzar un tema tan delicado es lo que hacen los políticos en sus despacho con aire acondicionado cuando tienen la aplicación de su sentido común y sus asesores. Cuando estás en el mar y ves cómo se está hundiendo una patera y ves a la gente caer, cómo se sacuden en el agua, cómo las madres dejan a sus hijos caer porque no aguantan más... Tú no piensas si te van a multar con un millón, tú te tiras al agua e intentas recoger a ese niño antes de que desaparezca”.
“Mi madre me dijo que de la cárcel se sale, del fondo del mar, no”, ha sido la reacción de Camps preguntado por el riesgo de acabar en prisión o multados por su labor. “Es totalmente injusto”, ha sentenciado porque “solo pretendemos poner a salvo vidas en peligro”. “Parece que estamos sacando migrantes de aguas internacionales que son de todos menos de los africanos”, ha reclamado.