“Aunque sea políticamente incorrecto, tenemos que empezar a decirlo: no es posible que haya papeles para todos”. Así de claro ha expresado Pablo Casado, el nuevo presidente del PP, su rechazo a la acogida de inmigrantes que intentan cruzar a Europa a través de las fronteras o desde las costas españolas.
“No es posible que España pueda absorber millones de africanos que quieren venir a Europa buscando un futuro mejor”, ha dicho el presidente del PP.
“Hubo un efecto llamada con la visita del presidente del gobierno para recibir a los inmigrantes del barco Aquarius”, ha dicho el presidente del PP a pesar de que Pedro Sánchez no estuvo en la acogida del barco de la ONG Proactiva, sino que fue el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, el que acudió a supervisar el operativo. Los datos y los expertos en migraciones aseguran que el pico de llegadas a España de migrantes este verano no tiene que ver con ningún efecto llamada sino con los cambios en las rutas.
En una comparecencia con periodistas, Casado también ha rescatado cifras inexactas para elevar la alarma sobre los flujos de inmigración. “Hay estudios policiales que dicen que hay un millón de inmigrantes esperando en las costas libias” a tomar “las rutas españolas”. Casado también asegura, sin citar específicamente cuáles son esos informes, que “hay ONG” que calculan que hay “50 millones de africanos que están recabando dinero para poder hacer esas rutas”. Casado puede referirse a estas cifras arrojadas sin precisión por la Unión Federal de Policía.
Sin embargo, la única cifra parecida es la que ofreció en 2017 la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Según la OIM, en Libia hay desde hace años una bolsa de entre 700.000 y 1 millón de inmigrantes de diferentes países vecinos. En ningún caso está acreditada la inminencia de su llegada a Europa y de hecho el estudio los datos tienen varios años y fue publicado en 2017.
“En materia de inmigración, no cabe la demagogia”, ha dicho Pablo Casado. “Tenemos que ser responsables, no ser populistas”. A continuación, ha anunciado que vistará Ceuta y Algeciras “voy a ir a abrazar a la Guardia Civil y la Policía Nacional porque están defendiendo nuestras fronteras y nuestras libertades”.
Como solución, Pablo Casado propone reforzar la frontera, aumentar la cooperación internacional e incluso instalar oficinas en territorio africano “que regulen los flujos legalmente, para que puedan venir a las campañas agrícolas o los picos de turismo cuando haya necesidad de empleo”.